Seguridad alimentaria: drones, vigías del campo
Aviones no tripulados apoyan en la toma de decisiones sobre cultivos; las importaciones dependen de los resultados del monitoreo
Ernesto Méndez
06/05/2013 06:38
Una vez que se calcula con cuántas toneladas de granos básicos, oleaginosas, frutas y vegetales contará el país en cada ciclo agrícola, se hace una lista de productos que hay que adquirir en el exterior.
Así es como se construye la seguridad alimentaria en México, con una oferta de 57 por ciento de productos nacionales y 43 por ciento de importaciones.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) realiza esta importante labor de ofrecer datos precisos con ayuda de imágenes satelitales, aviones no tripulados y verificadores en campo, que ayudan además en la toma de decisiones, en caso de que heladas, granizadas, sequías o inundaciones afecten los cultivos, para agilizar la resiembra o comenzar a buscar los productos en otros países.
Pedro Díaz de la Vega, director general del SIAP, explicó que México tiene ojos en el cielo desde 2003 cuando se empezaron a tomar imágenes de satélite del territorio nacional, pero fue hasta este año cuando se inauguró la Antena Ermex NG (Estación de Recepción México Nueva Generación), que permite agilizar los procesos de análisis de riesgos, dimensiones de contingencias climatológicas y evaluación del entorno de zonas productoras.
Durante el día, los satélites de la familia SPOT, contratados por el gobierno federal, realizan dos recorridos por toda la República Mexicana y envían 80 imágenes a la Estación de Recepción México Nueva Generación, con un área de cobertura, por cada una de las fotografías, de tres mil 600 kilómetros cuadrados.
“Con la Antena Ermex podemos observar etapas de crecimiento de los cultivos más importantes del país y vamos viendo lo que los expertos denominan la huella hídrica y genealógica de los crecimientos, lo que permite seguir desde el espacio la producción en México, que es muy útil porque podemos hacer alertas tempranas en términos de seguridad alimentaria”, detalló.
Díaz de la Vega comentó que además se cuenta con tres aviones no tripulados de última generación equipados con cámaras de video y fotográficas que con un lente infrarrojo detectan estrés hídrico en las plantas.
Con las imágenes que captan las aeronaves se pueden hacer análisis más detallados de la situación de los cultivos en nuestro país y tomar mejores decisiones en beneficio de la población.
El director general del SIAP consideró que México puede alcanzar en el corto plazo la soberanía alimentaria generando una mayor oferta de comida a partir de la misma superficie de siembra, con semillas mejoradas, y esquemas de irrigación más eficientes.
“En nuestro país tenemos aproximadamente 26 millones de hectáreas dentro de la frontera agrícola, de estas 26 millones, únicamente se siembran en promedio 22 millones anualmente”, precisó.
Pedro Díaz de la Vega puntualizó que las cuatro millones de hectáreas restantes no son tierras ociosas, sino que presentan conflictos de límites o de certeza jurídica que impide que se exploten adecuadamente, o bien son predios que tienen problemas de salinidad o son suelos muy pedregosos, y el resto no son aprovechadas porque se encuentran en laderas y su inclinación dificulta la siembra.
“El trabajo que nos ha marcado el secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, es empezar a hacer modelos digitales de elevación con ayuda de imágenes satelitales y determinar dónde se pueden construir terrazos o pequeñas zonas de almacenamiento de agua, y dotar a estas regiones de jornales agrícolas, para que la gente pueda hacer algo por su propia tierra”, reveló.
Destacó que la meta es que en breve, podamos ganar un millón de hectáreas para el sector agrícola, es decir, contar con 23 millones de hectáreas de tierras útiles para nuestro país.
Agentes verdes resguardan hortalizas
Más de dos mil 900 trabajadores verifican las condiciones de higiene de los alimentos.
La sanidad e inocuidad de la comida que llega a las mesas de los mexicanos es un tema crucial para la seguridad alimentaria, ya que además de contar con una oferta suficiente, el país debe garantizar que la producción nacional tenga un certificado de buenas prácticas y las importaciones lleguen libres de plagas y enfermedades.
Con un ejército de dos mil 900 trabajadores, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) verifica que los alimentos sean aptos para consumo humano y que no entren a territorio nacional productos de origen animal o vegetal que puedan acabar con nuestro patrimonio agroalimentario.
La labor de los inspectores es realizar un seguimiento a los cultivos desde que se siembran como semillas hasta que son consumidos en los hogares e inspeccionar con ayuda de perros entrenados, maletas y contenedores en puertos, aeropuertos y fronteras para evitar que ingresen alimentos que puedan representar un riesgo para los cultivos o la producción ganadera, porcícola o avícola del país.
Enrique Sánchez Cruz, director en jefe del Senasica, dio a conocer que se cuenta con laboratorios de referencia en Morelos y el Estado de México para identificar con pruebas avaladas a escala mundial que las frutas, las verduras o la carne, cumplen con el estándar sanitario de inocuidad y ausencia de contaminantes y patógenos.
Indicó que además existen, por ejemplo, protocolos en la producción de vegetales, que reciben un certificado de buenas prácticas, donde se evalúan las zonas de siembra, los fertilizantes que se aplican y el agua con la que se riegan los cultivos.
“Está prohibida la siembra de hortalizas con aguas residuales que tienen una gran carga bacteriana y parasitaria, por lo que hay una supervisión muy importante por parte de la Secretaría de Agricultura a través de sus Distritos de Riego”, precisó.
Sánchez Cruz recordó que en el caso de los animales existen rastros Tipo Inspección Federal (TIF), con presencia de inspectores para garantizar también las condiciones de buenas prácticas en el manejo, sacrificio y empaque de la carne.
Reconoció que actualmente la influenza aviar es la enfermedad animal que más preocupa al Senasica, después de que fue detectada a mediados del año pasado en Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y recientemente en Tlaxcala.
Mientras que en el ámbito vegetal, el país tiene 200 de las mil 200 plagas detectadas, donde el llamado “dragón amarillo” o Huanglongbing (HLB) es de las más dañinas porque no tiene cura y termina matando a los árboles de limón, mandarina, naranja o toronja.
“El HLB funciona como el colesterol en los humanos, las bacterias van bloqueando el sistema radicular de la planta y matan por partes al árbol; la falta de nutrición hace que la fruta se ponga verde y se deforme”, detalló.
El director en jefe del Senasica agregó que se cuenta con una Unidad de Inteligencia Sanitaria conectada con toda la República Mexicana para vigilar que no entren nuevas plagas o enfermedades al país y mantener a raya a las ya existentes.
Daño natural
El Senasica reporta las amenazas en la vegetación y en productos animales:
La mayor amenaza, según el organismo es la gripe aviar, que ha dejado pérdidas a empresas de más de 220 millones de pesos .
En el ámbito vegetal, el país tiene 200 de las mil 200 plagas detectadas.
De origen chino, la enfermedad llamada “dragón amarillo” o Huanglongbing es altamente nociva y no existe cura.
Los árboles de limón, mandarina, naranja o toronja son los más vulnerables.
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