Por Waldo Mendiluza
La
Habana, 4 jun (PL) El gobierno de Estados Unidos carece de argumentos
creíbles para incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del
terrorismo, lo cual lo deja aislado ante la opinión pública, señaló hoy
aquí el académico Leyde Rodríguez.
En entrevista con Prensa Latina, el Doctor en Ciencias Históricas y
profesor de temas de las relaciones internacionales calificó de ilógica e
irracional la decisión del Departamento de Estado, anunciada el pasado
jueves.
"Esta postura de la Casa Blanca no tiene beneficio
alguno para la imagen, la credibilidad y la política exterior de Estados
Unidos, porque nadie ve en Cuba a un país terrorista, todo lo
contrario, una víctima de ese flagelo", opinó.
Rodríguez recordó
que casi tres mil 500 cubanos perdieron la vida y unos dos mil 100
quedaron discapacitados como resultado de acciones terroristas
promovidas, organizadas y financiadas desde territorio norteamericano.
"Resulta sorprendente en el sentido de que desde hace varios años voces
en la sociedad norteamericana; como diplomáticos, congresistas y hasta
militares de notable peso, prestigio e influencia; sugieren a la
administración del presidente Barack Obama sacar a Cuba de esa lista
unilateral", expuso.
Además -agregó- cerca del 70 por ciento de
los estadounidenses considera que su país debe analizar la normalización
de las relaciones; y amplios sectores en ese país no ven a Cuba como
una amenaza a su seguridad nacional.
Para el catedrático, otro
elemento a tener en cuenta es la ratificación por La Habana de los
instrumentos internacionales contra el terrorismo y su disposición a
cooperar en el combate al mismo, postura que incluye la propuesta
-ignorada por Estados Unidos- de firmar un acuerdo bilateral de
enfrentamiento al flagelo.
Según Rodríguez, en sectores del
ámbito académico y científico se razonó que Washington podía ser
receptivo con esos criterios y con el escenario dominante en América
Latina y el Caribe, donde los países demandan el fin del bloqueo contra
la isla y el acercamiento a La Habana.
A todo esto se une que en
años anteriores el actual secretario de Estado, John Kerry, y el propio
Obama, abogaron cuando eran senadores por suavizar las sanciones; es
decir, que existen elementos razonables para un cambio de política hacia
Cuba, estimó.
De acuerdo con el autor de libros relacionados
con Estados Unidos y sus proyecciones internacionales, la inclusión del
país caribeño entre los patrocinadores del terrorismo responde a una
combinación de factores internos y al interés de justificar la
continuidad de más de medio siglo de bloqueo.
"Hacia adentro,
parece la intención de complacer a grupos anticubanos que junto a
representantes del establishment norteamericano hacen presión con poder
financiero y mediático para torpedean cualquier acercamiento
Washington-La Habana para abordar sus conflictos", dijo.
Respecto a la proyección externa, advirtió que está el propósito de la
administración Obama de darle espacio a la política del bloqueo, aún
cuando el mundo lo ha rechazado casi de manera unánime en Naciones
Unidas por más de dos décadas.
"Estados Unidos pierde con su
decisión una oportunidad histórica de dejar atrás su hostilidad, además,
se empeña en ignorar que la eliminación de la presencia de Cuba en esa
lista es esencial para un establecimiento normal de relaciones y la
posibilidad de un diálogo bilateral", opinó.
ls/wmr |
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