sábado, 1 de junio de 2013

El drama del migrante que viene del sur

El drama del migrante que viene del sur

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Por Eduardo R. Huchim
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En agosto de 2010 la conciencia nacional fue sacudida por el asesinato en Tamaulipas de 72 migrantes latinoamericanos cometido por el grupo delincuencial Los Zetas. Un sobreviviente ecuatoriano, que salvó la vida al simular estar muerto tras recibir un tiro en la espalda, relató que los migrantes —58 hombres, 14 mujeres— fueron despojados de cuanto valor llevaban y luego recibieron la propuesta de convertirse en sicarios, pero ellos no aceptaron.
Querían llegar a Estados Unidos, en pos del american dream. Estaban muy cerca de lograrlo después de atravesar miles de kilómetros desde sus países de origen, pero su vida terminó al ser baleados por la espalda y luego hacinados a la intemperie, unos encima de otros, en medio de una construcción del ejido El Huizachal, municipio de San Fernando.
En recuerdo de esa tragedia, se llamó La 72 a un albergue para migrantes inaugurado en abril de 2011 al otro lado del país, en Tenosique, Tabasco, municipio con 126 kilómetros de frontera con Guatemala donde anualmente son interceptados más de 10 mil centroamericanos, como señaló René Alberto López, corresponsal de La Jornada.
El albergue nació con el impulso del franciscano Tomás González Castillo, presidente del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, quien quiso crear un espacio para proteger a los migrantes de sus victimarios, bandidos o autoridades, porque debe saber el lector que quienes transitan a diario por las vías del ferrocarril en su intento por llegar a EU, provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, son atacados por delincuentes y en ocasiones vejados por agentes migratorios.
El pasado 19 de mayo de 2013, La 72 emitió un comunicado en el que recuerda que tres semanas atrás, varias organizaciones de la sociedad civil desmintieron los dichos del gobernador de Veracruz, quien redujo a una “riña entre borrachos” una nueva tragedia de migrantes en Cosoleacaque. A diferencia de la opinión del gobernante veracruzano —que si en México rigiera genuinamente un Estado de derecho debería estar bajo proceso por delitos electorales—, La 72 señaló que “hoy volvemos a insistir y a levantar la voz para decir que en todas las rutas migratorias y especialmente en Tabasco, Chiapas y Veracruz, las tragedias son cotidianas, masivas y llenas de terror para quienes las viven y para quienes recibimos los testimonios”. El franciscano apuntó tres hechos concatenados, ocurridos en una semana:
El 14 de mayo, a las seis de la mañana, pasó el tren carguero por Tenosique. Subieron unas 200 personas y 8 kilómetros adelante, a la altura de Boca del Cerro, el crimen organizado detuvo el tren y atacó a los migrantes (hombres, mujeres y niños). Por la tarde del mismo día regresaron seis personas, dos de las cuales fueron testigos del secuestro de varios de los atacados, entre ellos dos de sus parientes. El secuestro se confirmó cuando se comunicaron al siguiente día con sus familiares en Honduras; dos días después se pagó el rescate de 3 mil dólares por persona.
El 15 de mayo, a las ocho de la noche, regresaron 15 víctimas del ataque del día 14. Ellas y ellos lograron llegar a Palenque, Chiapas, en el tren. En ese lugar opera una banda que les impidió el paso y les exigió 100 dólares por persona, misma cantidad que debían pagar también en la siguiente parada, Chontalpa. El 20 de mayo llegaron a La 72 tres de las personas que estuvieron secuestradas desde el 14 y narraron los días de terror que pasaron. Se presentaron las denuncias formales respectivas ante la PGR.
Con toda razón, La 72 considera corresponsables de esos hechos a los gobiernos federal y de Chiapas y Tabasco, por “su omisión, indiferencia y escandaloso silencio”. También denunció la falta de responsabilidad de la PGR, pues aunque los migrantes y La 72 le compartieron toda la información, nada hizo. El albergue y las víctimas tuvieron que negociar la liberación de las otras víctimas.
Por su inflexible postura de defensa de los migrantes, fray Tomás y su colaborador Rubén Figueroa han recibido graves amenazas que motivaron la solicitud al Estado mexicano de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En una actitud que reclama solidaridad, La 72 termina así: “Exigimos nuevamente al gobierno federal cambie radicalmente la política migratoria, pues no dejamos, desde hace años, de tener tragedia tras tragedia en torno a las personas migrantes”.

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