Ottawa, 18 jun (PL) Estados Unidos y sus aliados occidentales
buscan incrementar las tensiones sectarias entre sunitas y chiítas en
Siria ante la previsible derrota de las bandas armadas, denuncia hoy la
publicación canadiense Global Research.
Aunque Washington y Occidente reconocen la llamada oposición al
gobierno del presidente Bashar al-Assad, integrada por elementos muy
peligrosos y extremistas, están en curso acciones para lanzar un ataque
en apoyo a esos grupos en abierta violación del derecho internacional,
expresa la fuente.
Al respecto, el jefe del Estado Mayor
estadounidense, general Denis McDonough, prometió esta semana que el
"alcance y la escala" de la participación de Washington se expandiría,
en momentos en que legisladores también solicitan una intensificación de
la agresión militar, incluyendo la imposición de una prohibición de
vuelos de la zona.
Tal acción supondría una campaña de bombardeo masivo para destruir las defensas aéreas de Siria, indica Global Research.
El rápido avance hacia una guerra a gran escala en la nación levantina,
agrega, mina las pretensiones de que la guerra es un ejercicio
humanitario para instalar un gobierno democrático.
En cambio, advierte, Washington aviva la guerra civil sectaria en todo el Oriente Medio.
Su objetivo es reunir a los regímenes islamistas de derecha sunitas por
toda la región para una acción dirigida en primer lugar contra el
régimen sirio alauí, pero en última instancia, a la destrucción de todos
los aliados de Assad en la región, incluidos los milicias de Hezbollah
en el Líbano y los chiítas en Irán.
En ese sentido, plantea la
publicación, se enmarcan los últimos movimientos del presidente egipcio,
Mohamed Mursi, quien en la ultima semana llamó a las organizaciones
islamistas suníes a unirse a Jihad (decreto religioso de guerra) en
Siria.
Una fuente oficial siria, citada por la fuente, acusó a Mursi de alimentar el conflicto sectario en Siria y en toda la región.
Alerta Global Research, además, que el despliegue de aviones F-16 y
cohetes Patriot en Jordania es un base adelantada desde donde el
Pentágono podría lanzar ataques por tierra, lo que se une a las
maniobras León Ansioso en ese país.
En ese ejercicio participan
efectivos estadounidenses, de la OTAN y regímenes islamistas sunitas
como Turquía, Catar, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita,
Bahrein, Yemen, Líbano y Egipto.
La publicación destaca una
denuncia del periódico alemán Der Spiegel, según la cual Francia ayuda a
Arabia Saudita facilitando misiles antiaéreos portátiles Mistral para
su envío a las bandas irregulares sirias.
El artículo aborda,
además, comentarios de Anthony Cordesman, el principal estratega en el
Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), quien estima
que el descubrimiento de que Siria utiliza armas químicas bien puede ser
una maniobra política y no es más que una fabricación para intensificar
la guerra.
Global Research comenta que para la Casa Blanca y
sus aliados es preferible impulsar una guerra sangrienta con el apoyo a
grupos vinculados a la red Al-Qaeda que aceptar la supervivencia del
gobierno constitucional de Siria.
ocs/lb |
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