República Checa: ¿dimitirá la corrupción?
Foto: EPA
Recientemente, este importante funcionario
checo realizó una visita oficial a Rusia, valorada como altamente
fructífera por ambas partes. ¿Qué comentan en Moscú sobre la presente
situación, en la que se vio involucrado su reciente huésped? El director
del Instituto de Asuntos Económicos y Políticos, Borís Shmeliov, nos
comenta:
−Esta
dimisión nos ha sorprendido a todos, porque teníamos la impresión de que
en la República Checa existían profundas tradiciones democráticas, que
no debían dejar lugar a semejantes cuadros de corrupción. Es cierto que
Bruselas advirtió en varias ocasiones sobre la situación creada, invitó
infructuosamente a tomar medidas. La reacción habla por sí sola: el
presidente tomó la única solución correcta posible, al destituir al jefe
del gabinete que procedió inadecuadamente. En las altas esferas
gubernamentales solo hay espacio para individuos de “manos limpias”.
Naturalmente, la corrupción existe en todas partes de Europa. Pero la
situación de la República Checa se destacó por la dureza de las medidas
aplicadas. Ni en Bulgaria, ni en Rumanía, y en Rusia se aplican
comúnmente medidas tan drásticas, por lo general, en estas situaciones
suelen “tirarle la toalla” a los implicados. Pero en esta ocasión la
reacción fue rápida y operativa. Basó una sospecha de corrupción para la
dimisión del primer ministro. Esto, dicho sin rodeos, honra a la
República Checa, a su estructura política, capaz de depurarse a sí
misma. En ello veo una revelación de las normas de la democracia, que
castiga severamente a quien se aparta de ellas. Las altas esferas del
gobierno, al igual que a esposa de César, deben estar libres de
cualquier sospecha…
En Praga las cosas se ven de otra manera. Nos comunicamos con el comentarista de la radio y la televisión checa Libor Dvorzhak:
−Confieso
sentirme avergonzado por lo que sucede en nuestro país. El propio hecho
de que el jefe del gabinete del primer ministro pudiese dar órdenes a
los militares y a los servicios especiales resulta increíble. Respecto a
la corrupción que implicó a tres exdiputados del Partido Democrático
Civil, que recibían comisiones de las compañías estatales por realizar
campañas a favor o en contra de determinadas leyes, esto es algo más
común. Pero siento vergüenza por Petr Nečas, político experimentado,
miembro del PDC desde 1991. ¿Cómo no percibió la realidad política, por
qué, al igual que en cualquier país democrático normal, no dimitió
inmediatamente, al ver lo que había sucedido en su entorno? Él incluso
dijo al principio que no veía razones para su dimisión, que confiaba
totalmente en su “mano derecha”, su jefa de despacho? Luego, durante
todo el jueves se escondió, estaba inaccesible. Y solo cuatro días
después comprendió cómo le correspondía proceder.
−¿Según
Usted, cuál es la raíz de este escándalo? Los culpables son
funcionarios corruptos aislados o se trata de un sistema implementado
para que funcione de ese modo?
−Lamentablemente,
la culpa la tiene una práctica de corrupción muy difundida en la
República Checa, que es vista por todos como algo normal. Durante los
debates televisivos de ayer fue expresada la idea respecto a este
“acercamiento racional” a la vida política. Y por ello cualquier checo
comprende hoy en día: la política, al igual que la propia vida, está
literalmente impregnada de corrupción. No puedo imaginar siquiera cómo
acabar con ella.
−¿Qué sucederá en lo adelante? ¿Quién conformará el nuevo gobierno?
−Lo
sabremos bien pronto. Es probable que el PDC se las ingenie para librar
con una sola víctima, Petr Nečas, y el ministro de Industria y
Comercio, Martin Kuba, ocupará el puesto de primer ministro, en
correspondencia con los deseos de la coalición de derecha. La oposición
tiene otros planes. Ella exige unas elecciones anticipadas al
parlamento. Pero la pregunta más importante es la siguiente: ¿Qué
medidas tomará en la actual situación el presidente Miloš Zeman? Durante
los cien días de su gobierno, ha demostrado su disposición a asumir más
prerrogativas que las otorgadas por la constitución.
−¿Será el nuevo gobierno un garante contra la corrupción?
−Me
temo que no existe garantía alguna, este mal ha mellado en todos los
partidos políticos. Pero, por otro lado, no seamos pesimistas. La
policía y el juzgado demostraron un valor verdadero. Supieron mostrar (y
esta es una nueva tendencia en nuestra política) su independencia, al
lanzarse contra la cúpula de la pirámide del poder de la República
Checa.
fs/as/er
No hay comentarios.:
Publicar un comentario