Terrorismo musulmán en Bosnia y Herzegovina
Foto: EPA
Conozco personalmente a la mayoría de los
líderes musulmanes de Bosnia. Entrevisté a Alija Izetbegovic, Haris
Silajdjic, Hassan Cengic, Hassan Muratovic e Iván Divlyak, entre otros.
Eran las élites políticas de aquellos tiempos responsables en gran
medida de lo que ocurría en la región. Esta es la primera vez que estoy
publicando gran parte de mis apuntes correspondientes a aquel período.
Quiero que los seguidores de La Voz de Rusia
se enteren de los hechos que las autoridades oficiales de Sarajevo han
ido omitiendo durante todos estos años. Aquellos sucesos y las personas a
las que entrevisté eran factores clave para el posterior desarrollo de
la situación en Bosnia y Herzegovina.
El principal
estratega y coordinador de las relaciones con Teherán era el ministro de
Defensa de Bosnia y Herzegovina, Hassan Cengic, amigo y hombre de
confianza del primer presidente de Bosnia y Herzegovina, Alija
Izetbegovic, fallecido en octubre de 2003. Hasta 1988, ambos cumplían
condena en la misma prisión de la ciudad de Foca. Izetbegovic encomendó a
Cengic el suministro de armas para el ejército musulmán. Este último,
otrora imán de la mezquita de Zagreb, cumplió la tarea con mucha
diligencia y tranquilidad, sin llamar excesivamente la atención sobre el
asunto. Durante toda la guerra (marzo de 1992-diciembre de 1995) las
armas llegaban con regularidad a Sarajevo desde Irán, a través de
Ankara. El principal intermediario fue el diplomático sudanés Elfatih
Ali Hassanein, de TWRA (Trid Word Relif Agency).
Todas
las transacciones con armas para Sarajevo y la 7ª Brigada Especial
Musulmana integrada casi exclusivamente por mercenarios procedentes de
Afganistán, Irán y Argelia, entre otros países, contaban con la
aprobación de EEUU y los servicios de inteligencia occidentales. El
control financiero estaba a cargo de Osama bin Laden, Hassan Cengic y
TWRA. En Bosnia y Herzegovina operaba en aquel entonces el llamado
Movimiento Islámico Armado, una organización terrorista con una extensa
red de agentes y grupos armados en los Balcanes.
En la
ciudad de Fojnica, el poder estaba en manos de la División Khanjar que
se jactaba abiertamente de su relación con las tradiciones de la unidad
del mismo nombre formada por los nazis en Bosnia y Herzegovina, en 1943.
La nueva Khanjar contaba con el apoyo directo de Haris Silajdjic,
entonces ministro de Relaciones Exteriores y jefe de Gobierno. Eran seis
mil soldados, en su mayoría albaneses naturales de Kosovo, Sandjak y
Albania. Sus instructores muyahidines procedentes de Afganistán y
Pakistán trataban de convertirles en asesinos a sangre fría. Además
existía el grupo de comandos Delta integrado por doscientos hombres,
todos de origen albanés. La 7ª División Musulmana era una banda de
matones ejecutores de masacres étnicas entre la población serbia. A
finales de 1993 y principios de 1994, el llamado “ejército musulmán”
contaba con veinte mil efectivos. Gracias al apoyo de EEUU y países
musulmanes, las tropas de Bosnia disponían en 1994 de dos aviones de
reconocimiento, ochenta y cinco tanques y tres mil doscientos cañones
pesados de distintos calibres. En 1993, Sarajevo compró seis aviones de
transporte MI-8C y el misil antiaéreo SA-16 Iglá, todos de fabricación
rusa. Además, los musulmanes estaban fabricando armas propias: cañones
de 105 mm, en Zenica; municiones para ametralladoras portátiles, en
Jablanica, y explosivos, en Vitez.
Una vez terminada la
guerra civil en Bosnia y Herzegovina (diciembre de 1995), Washington
destinó quinientos millones de dólares para la creación de un nuevo
ejército de la Federación de Bosnia y Herzegovina, integrado por
musulmanes y croatas. De ellos, ciento cuarenta millones se gastaron en
viejos equipos del Pentágono. Con la llegada de la OTAN y el Pentágono a
Bosnia, Izetbegovic se comprometió a cesar para siempre su cooperación
militar con Teherán. Solo entonces Bill Clinton autorizó la concesión de
los quinientos millones de dólares para el ejército de Izetbegovic.
Washington denominaba el respectivo programa de ayuda como “Enseña y
arma”. El primer lote de armas fue suministrado en agosto de 1996.
Incluía tanques, vehículos para el transporte de infantería,
helicópteros y cuarenta y seis mil fusiles M-16. Por parte de EEUU, el
responsable del programa era James Pardew, de la CIA. Paralelamente,
Sarajevo recibió por canales ilegales cuarenta cañones de 155 mm
procedentes de Turquía y Malasia. Todas estas armas llegaron a Zenica,
transformada en el principal centro de entrenamiento de militares
musulmanes, y clandestinamente también de terroristas. Los alumnos eran
musulmanes y sus instructores, oficiales estadounidenses, incluidos
exagentes de la CIA y la inteligencia militar. Las aulas para las clases
teóricas estaban provistas de los ordenadores más modernos. Había
espacios habilitados para las prácticas al aire libre y suficiente
material: ciento ochenta y un tanques, ciento cincuenta vehículos para
el transporte de infantería y seiscientas setenta y cuatro piezas de
artillería. En el programa “Enseña y arma” también participaban Arabia
Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes, Malasia y Brunei.
nv/kg/sm
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