Merkel concluye campaña electoral apelando por la unidad de Europa
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Por Erik Kirschbaum y Sakari Suoninen
BERLIN/FRANCFORT (Reuters) - Angela Merkel resumió el sábado su campaña por la reelección en Alemania apelando a defender Europa y a su coalición de centroderecha contra los euroescépticos, quienes amenazan con entrar en el Parlamento germano por primera vez en las elecciones del domingo.
Con un tercio de los 62 millones de votantes aún indecisos y con la pequeña Alternativa para Alemania (AfD) beneficiándose de la impaciencia por los rescates en la zona euro, la líder más poderosa de Europa se arriesga a pasar un tercer mandato con una frágil coalición de derecha e izquierda.
"Mucha gente no se decidirá hasta el último minuto. Ahora es el momento de llegar a cada votante indeciso y conseguir su apoyo", dijo a seguidores en Berlín, antes de volar a la costa báltica para el último acto de campaña.
No nombró al AfD, que ha emergido en siete meses para convertirse en comodín de las primeras elecciones federales en Alemania desde que comenzó la crisis de deuda de la zona euro. La AfD quiere que Grecia y otros países con problemas sean expulsados de la moneda única.
Pero Merkel pasó la mitad de su discurso defendiendo la Unión Europea, que ha sido ignorada en la campaña porque su partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) y los socialdemócratas (SPD) están en gran parte de acuerdo sobre cómo abordar la crisis.
"Europa es importante económicamente, sí, pero es mucho más que eso. El año que viene nos acordaremos del comienzo de la Primera Guerra Mundial hace 100 años", dijo la canciller, de 59 años. "Muchos de nosotros aquí nunca hemos tenido que vivir la guerra", sostuvo.
"En los próximos años debemos seguir trabajando por el éxito de este maravilloso continente", dijo entre fuertes aplausos.
El rápido aumento del AfD en las encuestas obligó al CDU a cambiar sus tácticas en el último momento. Después de ignorarlos deliberadamente, llevaron esta semana al respetado primer ministro de Finanzas, Wolfang Schaeuble, a calificarlos como "peligrosos" para la economía de Alemania.
Las encuestas dan a los conservadores de Merkel una ventaja de 13 puntos porcentuales ante el SPD, lo que significa que casi con seguridad se convertirá en la tercera canciller de la posguerra que consigue un tercer mandato. Los otros dos fueron Konrad Adenauer, que supervisó la posguerra, y Helmut Köhl, que lideró al país durante la reunificación.
Pero su coalición con el Partido Liberal Democrático (FDP) y un combinado de la oposición izquierdista van a la par en las encuestas.
Merkel podría ganar con una estrecha mayoría con el FDP o verse obligada a iniciar conversaciones con el SPD que podrían durar meses y resultar en cambios de su gabinete, como la salida del Ministerio de Economía de Schaeuble, que ha sido una figura clave en la crisis.
El surgimiento de la AfD hasta justo por debajo del umbral del 5 por ciento necesario para entrar en la Cámara Baja del Bundestag podría despojar a Merkel de su mayoría de centroderecha, además de plantear preocupaciones sobre el euroescepticismo, aunque el impacto del partido en la política sería limitado.
Unos 4.000 seguidores de la CDU apoyaron a Merkel en Berlín, muy cerca de la sede del SPD.
"Merkel está haciendo un gran trabajo liderando el país y se merece otro mandato", dijo Wolfgang Schwarz, un abogado de 54 años que expresó su incertidumbre sobre la clase de coalición que saldría de las elecciones del domingo.
"ALBOROTADORES"
Pero aunque Merkel tiene unos altos índices de popularidad, no todo el mundo está convencido. Ingrid Gaukler, una actriz de 35 años, dijo que a ella no le gustaba Merkel y que se vio "arrastrada" al mitin por un amigo.
"No me gustan sus políticas energéticas, no me gusta la forma en la que la CDU da un tratamiento fiscal preferente a las parejas casadas y quiero ver un salario mínimo. Sus políticas sólo están diseñadas para ayudar a los ricos", dijo. "Pero estoy aquí con la mente abierta", indicó.
El contrincante de Merkel, Peer Steinbrueck, ha tenido momentos duros tratando de convencer a los votantes de que el SPD puede hacer un mejor trabajo.
Ella tiene el crédito de haber liderado Europa de forma segura a través de la crisis de deuda y asegurar un crecimiento económico y una tasa de desempleo en Alemania que está cerca de mínimos desde la reunificación. Steinbrueck, que argumenta que Merkel ha extendido la desigualdad en los salarios, quiere aplicar impuestos más altos a los ricos y un salario mínimo de 8,50 euros la hora.
Steinbrueck fue ministro de Finanzas en la última "gran coalición" de Merkel con el SPD, entre 2005 Y 2009, que le costó a su partido millones de votos en 2009. Desde entonces ha girado más hacia la izquierda y pagaría un alto precio por unirse a otro gobierno de Merkel.
"En 28 horas pueden librarse de ellos, pueden librarse del Gobierno alemán más conservador, menos capaz, más bocazas desde la reunificación", dijo el candidato del SPD en un mitin en Fráncfort, el centro financiero de Alemania.
Pero se unió a Merkel en su defensa del euro contra voces críticas como la del AfD, a los que llamó "alborotadores".
Steinbrueck, cuyo partido podría acercar la política alemana en la UE a la posición más favorable al crecimiento y a la integración de los estados del sur de Europa y de Francia, dijo que un fracaso del euro y la vuelta al marco alemán serían ruinosos para Alemania y para Europa.
"Somos la primera generación que no es sacrificada en los campos de exterminio", dijo. "Eso es una excepción en la historia de Alemania y significa que tenemos una clara responsabilidad hacia Europa", sostuvo.
(Escrito por Stephen Brown; Traducido por Redacción de Madrid. Editado en español por Marion Giraldo)
BERLIN/FRANCFORT (Reuters) - Angela Merkel resumió el sábado su campaña por la reelección en Alemania apelando a defender Europa y a su coalición de centroderecha contra los euroescépticos, quienes amenazan con entrar en el Parlamento germano por primera vez en las elecciones del domingo.
Con un tercio de los 62 millones de votantes aún indecisos y con la pequeña Alternativa para Alemania (AfD) beneficiándose de la impaciencia por los rescates en la zona euro, la líder más poderosa de Europa se arriesga a pasar un tercer mandato con una frágil coalición de derecha e izquierda.
"Mucha gente no se decidirá hasta el último minuto. Ahora es el momento de llegar a cada votante indeciso y conseguir su apoyo", dijo a seguidores en Berlín, antes de volar a la costa báltica para el último acto de campaña.
No nombró al AfD, que ha emergido en siete meses para convertirse en comodín de las primeras elecciones federales en Alemania desde que comenzó la crisis de deuda de la zona euro. La AfD quiere que Grecia y otros países con problemas sean expulsados de la moneda única.
Pero Merkel pasó la mitad de su discurso defendiendo la Unión Europea, que ha sido ignorada en la campaña porque su partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) y los socialdemócratas (SPD) están en gran parte de acuerdo sobre cómo abordar la crisis.
"Europa es importante económicamente, sí, pero es mucho más que eso. El año que viene nos acordaremos del comienzo de la Primera Guerra Mundial hace 100 años", dijo la canciller, de 59 años. "Muchos de nosotros aquí nunca hemos tenido que vivir la guerra", sostuvo.
"En los próximos años debemos seguir trabajando por el éxito de este maravilloso continente", dijo entre fuertes aplausos.
El rápido aumento del AfD en las encuestas obligó al CDU a cambiar sus tácticas en el último momento. Después de ignorarlos deliberadamente, llevaron esta semana al respetado primer ministro de Finanzas, Wolfang Schaeuble, a calificarlos como "peligrosos" para la economía de Alemania.
Las encuestas dan a los conservadores de Merkel una ventaja de 13 puntos porcentuales ante el SPD, lo que significa que casi con seguridad se convertirá en la tercera canciller de la posguerra que consigue un tercer mandato. Los otros dos fueron Konrad Adenauer, que supervisó la posguerra, y Helmut Köhl, que lideró al país durante la reunificación.
Pero su coalición con el Partido Liberal Democrático (FDP) y un combinado de la oposición izquierdista van a la par en las encuestas.
Merkel podría ganar con una estrecha mayoría con el FDP o verse obligada a iniciar conversaciones con el SPD que podrían durar meses y resultar en cambios de su gabinete, como la salida del Ministerio de Economía de Schaeuble, que ha sido una figura clave en la crisis.
El surgimiento de la AfD hasta justo por debajo del umbral del 5 por ciento necesario para entrar en la Cámara Baja del Bundestag podría despojar a Merkel de su mayoría de centroderecha, además de plantear preocupaciones sobre el euroescepticismo, aunque el impacto del partido en la política sería limitado.
Unos 4.000 seguidores de la CDU apoyaron a Merkel en Berlín, muy cerca de la sede del SPD.
"Merkel está haciendo un gran trabajo liderando el país y se merece otro mandato", dijo Wolfgang Schwarz, un abogado de 54 años que expresó su incertidumbre sobre la clase de coalición que saldría de las elecciones del domingo.
"ALBOROTADORES"
Pero aunque Merkel tiene unos altos índices de popularidad, no todo el mundo está convencido. Ingrid Gaukler, una actriz de 35 años, dijo que a ella no le gustaba Merkel y que se vio "arrastrada" al mitin por un amigo.
"No me gustan sus políticas energéticas, no me gusta la forma en la que la CDU da un tratamiento fiscal preferente a las parejas casadas y quiero ver un salario mínimo. Sus políticas sólo están diseñadas para ayudar a los ricos", dijo. "Pero estoy aquí con la mente abierta", indicó.
El contrincante de Merkel, Peer Steinbrueck, ha tenido momentos duros tratando de convencer a los votantes de que el SPD puede hacer un mejor trabajo.
Ella tiene el crédito de haber liderado Europa de forma segura a través de la crisis de deuda y asegurar un crecimiento económico y una tasa de desempleo en Alemania que está cerca de mínimos desde la reunificación. Steinbrueck, que argumenta que Merkel ha extendido la desigualdad en los salarios, quiere aplicar impuestos más altos a los ricos y un salario mínimo de 8,50 euros la hora.
Steinbrueck fue ministro de Finanzas en la última "gran coalición" de Merkel con el SPD, entre 2005 Y 2009, que le costó a su partido millones de votos en 2009. Desde entonces ha girado más hacia la izquierda y pagaría un alto precio por unirse a otro gobierno de Merkel.
"En 28 horas pueden librarse de ellos, pueden librarse del Gobierno alemán más conservador, menos capaz, más bocazas desde la reunificación", dijo el candidato del SPD en un mitin en Fráncfort, el centro financiero de Alemania.
Pero se unió a Merkel en su defensa del euro contra voces críticas como la del AfD, a los que llamó "alborotadores".
Steinbrueck, cuyo partido podría acercar la política alemana en la UE a la posición más favorable al crecimiento y a la integración de los estados del sur de Europa y de Francia, dijo que un fracaso del euro y la vuelta al marco alemán serían ruinosos para Alemania y para Europa.
"Somos la primera generación que no es sacrificada en los campos de exterminio", dijo. "Eso es una excepción en la historia de Alemania y significa que tenemos una clara responsabilidad hacia Europa", sostuvo.
(Escrito por Stephen Brown; Traducido por Redacción de Madrid. Editado en español por Marion Giraldo)
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