No cesan las ambigüedades belicosas de EEUU
© Collage: La Voz de Rusia
Sin
embargo, en el tiempo transcurrido devino claro que Moscú y Washington
tienen ideas distintas acerca de la necesidad de un plan de desarme para
Siria.
Kerry
y Lavrov convinieron el 14 de septiembre un plan de medidas sobre la
entrega de las armas químicas de Siria bajo control internacional, para
una desactivación posterior. Según los acuerdos pactados, en caso de que
las reservas de armas químicas de Damasco sean eliminadas antes de
mediados de 2014, Occidente renuncia al empleo de la fuerza en Siria.
Damasco aprobó esta propuesta y entregó toda la información de sus
arsenales a la Organización sobre Prohibición de las Armas Químicas.
Ahora
bien, se pensaba que esta Organización presentaría en los próximos
días un plan sobre el control y eliminación de las armas químicas de
Siria. Pero, he aquí que desde Washington se conoció una declaración
según la cual sin la aprobación de una resolución siria por el Consejo
de Seguridad, según el artículo VII de la Carta de la ONU que prevé la
posibilidad de una operación armada, el trabajo de los expertos en armas
químicas se reducirá al mínimo. Así, Occidente vuelve a poner en
entredicho la paz en Oriente Próximo, indica Alexéi Martinov, director
del Instituto internacional de Estados Contemporáneos:
—La
parte norteamericana, a pesar de los acuerdos claros y precisos sobre
el problema sirio pactados entre EEUU y Rusia a nivel de titulares de
Exteriores, se afana en mantener una retórica que erosiona el tema. EEUU
se empeña en introducir en esos acuerdos ciertas notas inquietantes del
tipo “si de pronto alguien engaña a otro”. Ante ello, el ministro
Lavrov planteó cuál será la postura de Rusia, la cual no puede ser más
clara. Y la paz en Oriente Próximo depende hoy de la dureza de la
postura de Rusia.
Serguéi
Lavrov, en la entrevista emitida el domingo por la televisión rusa,
definió de chantaje la declaración de EEUU. Pues este exige autorizar de
antemano los bombardeos a Siria, para que, en el caso de que Damasco
reniegue de sus compromisos, EEUU atacar sin tener ya que recurrir al
Consejo de Seguridad de la ONU. Esto viene a evidenciar que el objetivo
de Washington no es el desarme de Siria ni la solución de paz del
conflicto, sino el intento, mediante subterfugios, de lograr el permiso
para lanzar su ataque. Moscú no puede, naturalmente, garantizar que
Damasco cumpla totalmente el plan de eliminación de sus armas químicas.
Pero, insiste en que es posible hablar de sanciones solo si van a ser
violados los acuerdos, subraya Elena Suponina, directora del Centro de
Asia y Oriente Próximo del Instituto de Investigaciones Estratégicas:
—El
ministro Serguéi Lavrov se muestra, en sentido profesional, mucho más
fuerte que su colega estadounidense John Kerry. De los norteamericanos
se espera la misma claridad y precisión, a saber: qué desean hacer
respecto a Siria. En la postura de EEUU, desgraciadamente, abundan las
ambigüedades. Pues, ora se propone bombardear Siria, ora difiere de esos
planes, pero no renuncia a ellos en absoluto. Pero, si se pusieron de
acuerdo en que no existe solución militar para el problema y sí una
solución política, es necesario entonces actuar dentro de esa línea. La
parte rusa hace todo lo posible para que se cumplan los acuerdos
políticos.
En
particular, Moscú está dispuesto a enviar a Siria oficiales de su
ejército y policías militares para la realización del plan internacional
de neutralización de los arsenales de armas químicas de ese país.
Mientras ese plan no ha sido aún trazado, es indispensable encauzar los
esfuerzos de los diplomáticos hacia la coordinación de los detalles y no
intentar privar a la región de la posibilidad en una vida en paz.
sb/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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