Es más horrible lo de Ayotzinapa que lo del 68; no merecemos al Presidente que tenemos: Poniatowska
Por: Eridani Palestino /
21 octubre, 2014
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(21 de octubre de 2014).- Diversos
intelectuales han destacado a México como parte de un derrumbe
narco-político que ha sido gobernado en el país durante muchos años. Una
de ellas, es la escritora y periodista, Elena Poniatowska, la cual ha considerado que “es más horrible lo de Ayotzinapa que lo del 68”
La Ganadora de premios Cervantes 2013,
Nacional de Ciencias y Artes, Rómulo Gallegos y Rosario Castellanos,
entre otros, aprovechó el homenaje que los organizadores de la XIV Feria
Internacional del Libro le hicieron en el Zócalo capitalino para
asegurar que “no podemos seguir así, sentados sobre huesos, sobre
fosas”.
“Siento que algo tenemos que hacer, que
nos tendríamos que levantar, tendríamos que ir a Guerrero o marchar a
favor de ellos. Ya ha habido marchas, pero no es suficiente porque esos
muchachos son los más pobres de los pobres y a veces la única
oportunidad que tienen es ir a una Normal y el hecho de asesinarlos no
se entiende el por qué ni el para qué”, aseguró.
Se trata, agregó, de una masacre que
“nos culpabiliza a todos: ¿Cómo es posible que esto suceda en el país?
Creo que si en 1968 formamos comités de lucha, no nos podemos quedar
inermes hoy. Es más horrible lo de Ayotzinapa que lo del 68. Vivimos un
México que no merecemos. No merecemos al presidente de la República que
tenemos”.
Estamos en estado de revolución, al borde del estallido social: Javier Sicilia
Ella no ha sido la única que considera que los hechos ocurridos con los normalistas, fueron atroces y despiadados, el poeta Javier Siciliatambién se encuentra dentro de esta lucha. La semana pasada el poeta viajó a la Ciudad de México y escuchó a los padres de los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre por grupos criminales junto con la participación del Gobierno.
Ella no ha sido la única que considera que los hechos ocurridos con los normalistas, fueron atroces y despiadados, el poeta Javier Siciliatambién se encuentra dentro de esta lucha. La semana pasada el poeta viajó a la Ciudad de México y escuchó a los padres de los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre por grupos criminales junto con la participación del Gobierno.
“Estamos en estado de revolución, al
borde del estallido social. El enojo es tan grande. Veo una especie de
guerra civil. Ojalá y me equivoque (…) El PRI creyó que podía
administrar el infierno, pero no sabía de su dimensión (…) México como
un ‘Estado fallido, inexistente, roto’ del horror de ver a muchachos
matando muchachos en esta guerra fratricida”, criticó
El poeta cree que hoy el país está peor
que en 2011, pese a “los esfuerzos del Gobierno por desterrar el
discurso belicista”. “¿Quién va a querer invertir aquí?”, se pregunta
sobre las reformas recientemente aprobadas por la administración
priísta.
“Las víctimas no somos soportables.
Nadie quiere oír el horror, por eso fue catártico el Movimiento. Hizo
sonar el aullido del dolor hasta que el Gobierno lo quiso tapar. Ahora
desde Guerrero se oye otra vez ese grito”, mencionó en una entrevista
para el periódico español, El País.
México Bronco: John Ackerman
“La gran visión política y enorme
valentía de los estudiantes de Ayotzinapa y sus familiares es
precisamente lo que requiere hoy el país. En un contexto social en donde
predomina el egoísmo, el ‘agandalle’ y la corrupción, se levanta una
generosa voz de dignidad rebelde desde las montañas de Guerrero”, así lo
confirmó uno de los grandes académicos de México que ha participado en
esta lucha contra la Guerra Sucia,John Ackerman
“Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero,
constituye el perfecto representante del putrefacto sistema que hoy nos
mal-gobierna (…) Si cae Aguirre, podrían también caer rápidamente, como
fichas de dominó, otros gobernadores igual de retrógrados, como Eruviel
Ávila, Rafael Moreno Valle, Javier Duarte, César Duarte, Graco Ramírez, y
Manuel Velasco, entre otros”
El intelectual, considera que la masacre
ocurrida en Iguala ha exhibido la enorme podredumbre de las
instituciones políticas en todos los niveles de gobierno. A la vez,
indica que esto ha reactivado redes de solidaridad locales, nacionales e
internacionales, cuya fuerza podría finalmente poner fin a la ignominia
del neoliberalismo despótico, en el poder desde la fundación del PRI en
1946.
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