La Policía Militar entrena a soldados para actuar como antidisturbios ante población civil
Militares
de un regimiento acorazado en Valencia han sido instruidos durante dos
semanas en ejercicios de “control de masas” sin que se les explicara por
qué tienen que recibir esa formación. En el cuartel se comenta que
“según los mandos, hay que estar preparados para todo, y más en los
tiempos que corren”
Oficiales y tropa destinados en el
Regimiento de Caballería Ligero Acorazado Lusitania nº8, con sede en
Marines (Valencia), han sido instruidos en ejercicios de “control de
masas” civiles con material antidisturbios convencional, durante las
semanas centrales del pasado mes de octubre, según ha podido saber
Público de fuentes militares, que califican esta formación de
absolutamente inédita y extraña.
Se trata del regimiento que participó en
el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, bajo las órdenes
del teniente general Jaime Milans del Bosch, que decretó el estado de
sitio, tomando las calles de Valencia con sus tanques. En la actualidad,
este regimiento participa en misiones internacionales bajo el paraguas
de Naciones Unidas.
Según estas informaciones, refrendadas
por un amplio material gráfico, en estos ejercicios han participado en
torno a 200 militares, bajo el control y supervisión de miembros de la
Policía Militar venidos expresamente de la Brigada de Caballería
Castillejos II, con sede en Zaragoza, y bajo cuyo mando se encuentra la
Acorazada Lusitania nº8, acuartelada en la Base General Almirante de la
localidad de Marines, ubicada a poco más de 39 kilómetros de la capital
valenciana, a los pies de Sierra Calderona. Según informaron varios de
los militares participantes, el curso fue impartido por “miembros de la
Policía Militar venidos de la Brigada de Zaragoza. Nos enseñaron a cómo
arrestar gente, poner las esposas, controlar las masas… todo eso; aunque
no nos explicaron para qué misión necesitábamos esa formación”.
Ni oficiales ni soldados participantes en
estos ejercicios fueron informados acerca de las razones de los mismos,
ni tan siquiera si había programada alguna participación dentro o fuera
del territorio nacional. No obstante, y teniendo presente las misiones
encomendadas por el Ministerio de Defensa a la Brigada de Caballería
Castillejos II, como apoyo y colaboración con entidades públicas, y más
concretamente con la “vigilancia y protección de puntos sensibles en
territorio nacional” y “apoyo y colaboración con fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado”, se ha desatado cierta preocupación acerca de una
posible misión militar de apoyo a Policía o Guardia Civil dentro del
territorio español.
Uno de los participantes en los
ejercicios abundó en esa hipótesis: “Se comenta en el cuartel que nos
dijeron que hay que estar preparados para todo, según los mandos, y más
en los tiempos que corren”.
“Se rumoreaban y sospechaban muchas cosas
de la finalidad de estos ejercicios, que eran absolutamente extraños
teniendo en cuenta las características del Regimiento Lusitania, que es
una unidad acorazada, es decir de blindados. Lo que opinaba la gente es
que se ve todos los días mucha tensión en la calle, que hay muchas
revueltas… entonces se piensa que si la Policía se ve desbordada,
entonces, y al amparo de la Constitución, las Fuerzas Armadas son las
que tienen que tomar automáticamente el mando; eso es lo que se escucha y
se piensa que será por eso. De hecho, nos cuentan en el cuartel que la
Policía Nacional está desbordada, que no tiene ni medios ni gente”.
Los ejercicios fueron duros, incluso más
allá de lo razonable, según explicaron a Público algunos de los
participantes, tanto de la tropa como de los mandos. “La gente no tiene
cabeza ninguna, se desmadró, hubo mucha tensión, hubo exceso de fuerza
de los mandos con los soldados y viceversa, y los instructores de la
Policía Militar decidieron parar los ejercicios. Lo cierto es que muchos
nunca habíamos usado una de esas porras, pero a uno le dieron un
porrazo que le jodieron una rodilla y acabó tirado en el suelo sin poder
moverse; otro con una marca en el muslo como si le hubieran dado un
latigazo brutal, realmente causan mucho dolor y pueden provocar lesiones
graves”.
Asimismo, uno de los militares reconoce
que “las prácticas se hicieron con tensión, no se podían hacer de
cachondeo, si no la práctica no sirve para nada. Luego, la verdad, no
sabemos si será complicado esto en una actuación real; estar ahí en una
línea de esas, porque la mayoría, por no decir todos, no hemos estado
nunca en una situación así. Por eso en los ejercicios los manifestantes
agredían con exceso a los que iban de antidisturbios y sólo se protegían
los que llevaban escudo y dejaban tirado al compañero que no llevaba
protección. Luego cambiábamos de puesto. Los antidisturbios pasaban a
ser masa y viceversa. Y por eso hubo lesionados y hubo que parar el
ejercicio”.
Según cuentan los militares, “las
misiones de este regimiento son de vehículos blindados, no de proximidad
con los civiles en las misiones internacionales de conflicto
encomendadas, por lo que en eso casos nunca se utilizarían ni porras, ni
botes de humo ni pelotas de goma. Esta unidad lo que hace es patrullar
en BMR [blindado medio sobre ruedas] y actualmente, desde mayo, efectúa
patrullas en la Base Cervantes de Marjayoun, formando parte de la
Brigada Este de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano
(UNIFIL), hasta final de este mes, y ellos no tienen ningún cometido de
control de masas”.
La misión del cerca de millar de boinas
azules españoles ha sido evitar y prevenir que cualquier incidente menor
que pudiera surgir a lo largo de los 63 kilómetros de la Blue Line –la
demarcación imaginaria que divide el Líbano e Israel– no desencadenase
un conflicto mayor, o incluso una nueva guerra.
“Creemos que la Policía Militar está
también haciendo este tipo de formación en otros cuarteles, y dicen los
mandos que tendrán que volver aquí, porque técnicamente fue una
iniciación y los ejercicios no concluyeron”, asegura el informador de
Público.
Dicha fuente insiste en que “los únicos
que tienen el cometido de control de masas son los de la Policía Militar
dentro del entorno militar, pero no recordamos que hayan actuado nunca
formando a soldados de otras unidades para ejercer puntualmente como
Policía Militar Antidisturbios ante civiles. Oficialmente, no sabemos
cuáles son las razones de estos ejercicios, pero las sospechas son las
que son”.
La Policía Militar entrena a soldados para actuar como antidisturbios ante población civil – Público.es
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