domingo, 28 de febrero de 2016

La geopolítica y el ámbito migratorio dominicano


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La geopolítica y el ámbito migratorio dominicano

Desde los orígenes de la humanidad el ser humano sintió necesidad de relacionarse con otros y forjar vínculos para la obtención de más y mejores recursos o bienes para satisfacer sus necesidades básicas. Así surge la cooperación y el trabajo en equipo, ya que de este modo obtenía mayores beneficios. Se abrió paso al establecimiento de tribus y comunidades que crecieron surgiendo los poblados y aldeas con estilos y metodologías de trabajos propias, costumbres diferentes, inclusive ritos distintos, transformándose con el paso del tiempo en la tradiciones y la cultura que perduran en las grandes ciudades hoy, base de las naciones.
Estos son los aspectos que estudia la ciencia llamada Geopolítica, que como su nombre nos indica, es una combinación del estudio del entorno geográfico de una entidad territorial determinada (ciudad, región o país) en combinación con el análisis de los factores políticos que han intervenido desde su fundación hasta el presente, apoyándose en la historia como ciencia complementaria que ayuda a entender el pasado y presente de dicha entidad territorial, permitiéndonos además establecer una teoría de cómo será su futuro.
Para el geógrafo, profesor y geopolítico francés Yves Lacoste, el termino geopolítica, empleado hoy día, designa en la práctica todo lo relacionado con las rivalidades por el poder o la influencia sobre determinado territorios y sus poblaciones: rivalidades entre poderes políticos de todo tipo, no solo entre Estados, sino también entre movimientos políticos o grupos armados más o menos clandestinos, y rivalidades por el control o el dominio de territorios de mayor o menor extensión.
De ahí que los razonamientos geopolíticos ayudan a comprender mejor las causas de uno u otro conflicto, en el seno de un país o entre Estados, así como a considerar cuales pueden ser las consecuencias de esas luchas entre países más, o menos alejados. Sin embargo, la mayoría de los conflictos geopolíticos se dan entre fuerzas cercanas territorialmente unas de otras, entre Estados vecinos, a ambos lados de una frontera o de una línea de frente. Pero, también se dan relaciones de fuerza entre países separados por grande extensiones marítimas. Ejemplo cercano al presente es la proyección de fuerzas al otro lado del Atlántico y del Pacifico que Estados Unidos efectuó durante la Segunda Gran Guerra.
Las dos únicas potencias que resultaron victoriosas de la Segunda Gran Guerra, se convirtieron en superpotencias, surgiendo poco después entre ellas una gran rivalidad geopolítica que se desarrolló por lo general de manera indirecta en otros países en guerra, Corea, Vietnam, o Afganistán, lo que garantizaba no recurrir a las armas nucleares, lo cual habría sido catastrófico para la humanidad.
Lo que se denominó Guerra Fría entre las dos superpotencias habría de durar 40 años. Terminando con el brusco desmembramiento de una de ellas en 1991. Estados Unidos que se ha mantenido, se ha desarrollado aún más, tanto en lo militar como en lo económico, para convertirse en una hiperpotencia. Si bien esto no le garantiza estar a salvo de las repercusiones de conflictos lejanos entre Estados mucho menos importantes.
Un ejemplo de esto ha sido la incursión aérea de los suicidas sauditas sobre las torres del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001. Las causas de este atentado aunque complejas, en gran parte resultan de las complicadas repercusiones geopolíticas de la situación que Oriente Medio padece. Sin embargo las causas más directas, están en Arabia Saudita, un aliado norteamericano, en el seno de sus riquísimos dirigentes, por rivalidades políticas encubiertas entre los allegados al soberano saudita y un multimillonario islamita relacionado desde hacía mucho con los servicios de inteligencia estadounidenses para asuntos con Afganistán: Osama Bin Laden.
Como repercusión inmediata, Estados Unidos lanzó una réplica aérea sobre Afganistán, a 15,000 kilómetros de New York, para destruir la base de al-Qaeda. No pudiendo eliminar a Bin Laden, el presidente George W. Bush consideró que Saddam Husein, “dueño” de Irak, constituía una amenaza aún más grave.
En geopolítica, las ideas, las estrategias, las ilusiones, y los errores de los dirigentes son de suma importancia y tienen graves consecuencias. A inicios de 2003, el ejército estadounidense proyecta su poder sobre Irak, el conflicto se volvió más complejo agravando las tensiones mucho más allá de Oriente Medio y aún con la retirada de las tropas estadounidenses se generaron otras tragedias. Evidentemente importa comprender cómo llegaron a producirse tales desastres. Sin embargo, la pregunta es cómo seguirán desarrollándose los acontecimientos y que va a ocurrir en otros países de Oriente Medio y del resto del globo.
Es por ello, que la prensa presta atención a lo que sucede en muchos países de los que nadie se preocupaba en otro tiempo. De manera que si desde hace unos años existe tanto interés por la Geopolítica, es porque se ha tomado conciencia de que los conflictos lejanos pueden, de manera indirecta, repercutir localmente. El hecho de que los conflictos locales se combinen, a veces de manera muy rápida, con rivalidades de poder y de influencias de envergadura planetaria constituye sin duda uno de los efectos de la mundialización.
Sin embargo, no todas las cuestiones geopolíticas conducen a guerras o a enfrentamientos sangrientos. Un elevado número de rivalidades geopolíticas de alcance bastante reducido se resuelve pacíficamente en el marco de regímenes democráticos: rivalidades electorales, reivindicaciones de autonomía regionales. Hablamos en estos casos de un contexto de geopolítica interna, es decir de problemas que se plantean en el seno de todo Estado, de manera más, o menos grave según los casos.
Estos pueden llevar a la guerra civil en Estados no democráticos, pero también en Estados democráticos, como sucedió en Yugoslavia, a finales del siglo xx, los problemas de Geopolítica interna desemboscaron bruscamente en terribles guerras civiles, pues el Estado federal englobaba a varias naciones rivales, que acabaron disputándose amargamente algunos territorios.
En este punto y tomando en cuenta que el razonamiento histórico y el método de análisis geopolítico son indisociables, significando que este no puede llevarse a cabo sin tener presente la historia, ya que en efecto todo lo que puede representarse sobre cada uno de los planos de un diatopo, es el resultado de las relaciones de fuerza más o menos antiguas que han tenido lugar a lo largo de amplio período de tiempo, o más recientemente, en un espacio temporal corto, debemos ver en la geopolítica y las diversas áreas del saber que se le vinculan, las herramientas por excelencia para analizar el ámbito migratorio y de seguridad del Estado dominicano y desarrollar teorías científicas sobre cómo será su futuro, a los fines de garantizar la Identidad y la Seguridad Nacional de este terruño que dimos en llamar la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.
Alfredo De La Cruz

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