Cuba. El discurso imperialista de Obama hace mella en la izquierda cubana
Un fuego “amigo” se desata en la izquierda cubana. El artículo con título “El discurso de Obama”[1]
aparecido en el Blog Cuba Primero intenta una desarticulación rayana
con el sometimiento del pensamiento ante el discurso imperialista,
preñada de falsas valoraciones cognitivas, incertezas ideológicas,
desdeños axiológicos y manipulaciones políticas.
A
Obama, comienza diciéndonos el artículo, hay que prestarle atención
porque es el presidente del país más desarrollado del mundo. La
coletilla de “imperialista” le cuelga como coartada. Confundir de
entrada el concepto de desarrollo para situar el subdesarrollo de los
EEUU en un plano de culto a la potencia imperialista es sin dudas una
mezcla de falsedad cognitiva y manipulación política. Un país que, auto
asumido como potencia económica, mantiene el 40% de su población en la
pobreza y un 20% en la pobreza extrema, donde la vida no vale nada para
el sistema, porque lo que cuenta es la vida de la elite que lo domina,
hundido en la corrosión económica estructural más severa que conozca el
capitalismo mundial, viene a ser llamado por la izquierda socialista
cubana, por una de sus voces, país más desarrollado del mundo.
No importa que la sociología y la economía política marxiana hayan
definido hace mucho las ideas y los conceptos a este respecto. Esta
introducción del artículo nos dice por dónde irán los argumentos del
autor en su afán de “civilizar” las opiniones de la izquierda sobre la
demagogia imperialista con que Obama trata a los cubanos en su propia
Isla.
Mi artículo aparecido en Kaosenlared “Cuba. La resaca moral de una visita imperialista”[2]
se anticipa y da una respuesta no poco contundente a esa falacia
interpretativa del artículo que nos sale por la izquierda en la misma
Cuba. Como apelamos al debate crítico sin cortapizas desde esa misma
izquierda me detengo sobre la mella que Obama hace en la izquierda. Uno
de los problemas cognitivos y políticos de la izquierda cubana asentada
en Cuba es que conoce el capitalismo desde la cortina de hierro con que
el PCC le tapa las visiones al pueblo.
Cuando
en un programa supuestamente cómico de la TV estado-partidista cubana
aparece Obama pujando las expresiones del folclor populachero cubano,
tan críticamente diseccionado por Fernando Ortíz, para buscar
conectividad con lo que supone (sus arrogantes y listos asesores) la
idiosincracia del pueblo, y los cómicos de ocasión, al estilo de
cualquier tvshow farandulero de las tv capitalistas que embrutecen en
los países de América Latina, “se dan la lengua” – acudamos a los
propios códigos del cubaneo – con un tipo genocida por convicción
ideológica, un tipo que habiéndose encaramado de manera política
fraudulenta al sillón presidencial del imperialismo, declara que los
norteamericanos son el pueblo elegido, como antes Hitler distinguió a la
raza superior aria, y define que los EEUU han de torcerle el brazo a
toda nación y todo estado que no actúe como ellos mandan, y que
demuestra no son esas palabras vacías de contenido mandando a destruir a
un país árabe como Siria y participando en la creación y sostenimiento
del Estado Islámico DAESH en el Oriente Medio, me pregunto: ¿estarán los
cómicos y la tv cubana haciéndose los locos de ocasión? ¡O en realidad
con la visita de Obama caen las últimas apariencias morales de un
estado en caída libre!
Cuando el
estado y el PCC convierten a toda Cuba en la imagen de la educación y la
amabilidad y despliegan el operativo de represión interna más tenaz
para mantener a raya toda manifestación crítica contra el hombre del
imperialismo por expontánea que fuera y los presentadores y analistas
políticos cubanos que copan las pantallas de Telesur se deleitan en lo
políticamente correcto ofreciendo la imagen más aburguesada del
pensamiento que se haya trasmitido desde Cuba al mundo, estamos en
presencia de una mutilación del sujeto revolucionario que hizo del anti
imperialismo la esencia ética, moral, ideológica y humanista de la
propia revolución cubana. ¿Qué ha cambiado para que ya no sea asÍ? ¿Cómo
es que en Argentina, en Buenos Aires y Bariloche, grandes
manifestaciones de pueblo le hayan salido libremente al paso al genocida
y representante del neocolonialismo imperialista contra América Latina,
y los cubanos hayan permanecido embelezados con el canto de sirenas de
un enviado del imperialismo tan despreciable y cargado de tanto cinismo
político como Barack Obama? Un posicionamiento lúcido revolucionario
asume el movimiento anticapitalista cubano. La sociedad civil cubana no
existe. No hay independencia democrática y ello impide, como impidió,
que los cubanos salieran a las calles en repudio a lo que representa la
visita del enviado imperialista a Cuba.
Otra voz de la izquierda socialista cubana en un artículo titulado en el mismo Blog “El enemigo es el enemigo” [3]
se ufana en constatar que: “Todos los que me hablaron mostraron un
espíritu totalmente distinto. La gente sintió sincero al Presidente de
EEUU, valoró muy positivamente su intervención y estimó que había
manifestado una posición constructiva que debía ser honrada por la parte
cubana”¿Es el embelezo de un pueblo ingenuo, diezmado o perdido en
busca de su identidad bajo la enajenación ideológica de 50 años de
socialismo vulgar y anti democrático?
A
ese pueblo el representante del imperialismo le espeta en su discurso
que se levanten y se constituyan en sociedad civil sin miedos. Y como
para que nadie dude de lo que habla, par de días después de su visita
desde la Casa Blanca se anuncia que los EEUU disponen de cientos de
miles de dólares para el programa de formación de líderes cubanos de la
sociedad civil. Se acabó la subversión, es un triunfo absoluto de la
oposición derechista interna ungida por el poder imperialista. Ahora con
el pleno derecho que le dan las relaciones políticas con Cuba ofrecen
las “becas” para su quinta columna sin que Cuba pueda acusarlos oficial y
abiertamente de agresión contra el país como hacía antes cuando los
puentes estaban quemados. Esa política de creación y formación
“amistosa” de líderes de la sociedad civil estuvo en el éxito con que en
Polonia, por ejemplo, se construyó en las nuevas generaciones el pilar
de compromiso con los valores del “país más desarrollado del mundo”.
Decenas de miles de jóvenes fueron formados por la USAID en los EEUU en
tiempo expres como nuevos líderes con deudas de gratitud y pasaron a ser
la voz ideológica cantante del atropello que ha significado la
transición capitalista.
Obama le
habla al pueblo cubano del intercambio libre de ideas. Y la
interpretación de la voz izquierdista da por santo el mensaje. No existe
intercambio libre de ideas en un país donde la información permanece
bajo el dominio del capital corporativo oligopolista en manos de las
elites financieras. Obama lo sabe, por ello es que insiste ante los
“indios” en el intercambio libre de ideas. Y desde la izquierda
supuestamente socialista se le pasa la mano a esa declaración como si se
tratara de un perro manso. Obama le ha dicho una verdad al Gobierno y
al pueblo cubano. La falacia del artículo consiste en que Obama ha dicho
una mentira que no puede ser tomada como predicación ética alguna ni
para el Gobierno ni para el pueblo cubano. Si en Cuba no hay intercambio
libre de ideas, la diferencia consiste en que el socialismo apela a un
intercambio democrático de ideas que bajo ningún concepto se da en los
EEUU. No estamos hablando de la misma libertad en cuanro al intercambio
de ideas.
La corrupción ideológica
de la idea de libre intercambio que encarnaría el libre acceso a
internet se nos presenta otra vez a los “indios” como el deseado
espejito de colores. Ese viciado pensamiento en la izquierda que se
empeña en colgar las ideas del cielo como un buen pintor de brocha gorda
es incapaz de reparar que no habrá intercambio libre de ideas donde se
afianza el poder del capital privado como modo de explotación y
acumulación. Apuntalar a pasos acelerados el fundamento materialista de
una clase burguesa pequeña y mediana propietaria define el partido que
toman las ideas. Nada se ha dejado a la casualidad en el discurso
imperialista de Obama, la oportunidad de oro con que contaban, hablarles
directamente al pueblo desde la propia tribuna cubana sobre la
superioridad del capitalismo y el futuro desarrollo que de su mano a
Cuba le espera. Ahí está la reunión con los nuevos capitalistas cubanos
donde en una descarada postura de fanfarrón de poca monta Obama le vende
a los cubanos la imagen de los emprendedores de los garajes de barrio a
lo Bill Gates y las corporaciones internacionales expoliadoras que se
han logrado montar gracias al libre intercambio de ideas y la libre
empresa y el libre flujo de capitales acumulado en más de dos siglos a
ello asociado. Las ideas podrán deambular libremente por internet,
seriamente controladas por el poder corporativo capitalista dueño del
ciberespacio, lo que importa es que las que importan no caigan en pozos
sin fondo. Los fondos los ponen ya los EEUU.
El
autor del texto “El discurso de Obama” nos intenta persuadir que Obama
fue claro con sus declaraciones acerca de que todos deben tener los
mismos derechos ante la ley. Pero el autor del texto no nos dice en que
consistió la claridad de la declaración de Obama. Debemos morder el
anzuelo sin hacernos preguntas incómodas. Pretender dar por claro que
Cuba debe oir la acusación de Obama y el consejo imperialista sobre el estado de derecho
va más allá de ser una interpretación infeliz. Está en juego una
batalla de ideas por el socialismo que desde la izquierda revolucionaria
no puede ser alienada. Cuando el concepto de estado de derecho se cuela
en el imaginario político e intelectual de los cubanos lo que está
sucediendo es la penetración de la idea burguesa del estado. Obama no
habla del estado de derecho comunitario, popular, sino del estado de
derecho capitalista. Obama no habla de una república que no sea la
república burguesa. No puede entonces tomarse la “claridad” de Obama
como idea válida par Cuba, si de socialismo se trata.
Cuando
el texto “Eo discurso de Obama” da por justa para Cuba la declaración
de Obama sobre elecciones libres y democráticas no sabemos si se está
refiriendo a la democracia representativa burguesa o a la idea de la
democracia directa, participativa y protagónica de una sociedad
verdaderamente empoderada. Obama ha sentado la pauta en su discurso
imperialista que se trata del empoderamiento de la “sociedad civil”
teniendo en mente la sociedad clasista norteamericana, en la que esa
sociedad civil no Marx sino Hegel era definida como un apéndice de la
sociedad de mercado. No hay ingenuidades en el discurso imperialista
que nos viene a reinvindicar la izquierda como un discurso legítimo para
Cuba, su Gobierno y su pueblo.
No
es Obama quien le dice a los cubanos que el destino de Cuba lo deciden
los cubanos. Es la historia de luchas emancipatorias del pueblo cubano
quien le dice a Obama que se ha equivocado de destinatario con ese
mensaje subliminal que celebra el autor del texto que someto a crítica.
Como
si del programa cómico de la tv cubana se tratara, “hablando en plata”
el autor de dicho texto declara que firma todo lo que el discurso
imperialista de Obama le espeta al pueblo cubano. No sería problema
alguno si se limitara a exponer su credo particular. Pero cuando expone
que ese rosario de verdades son las mismas que la izquierda
revolucionaria socialista cubana ha venido defendiendo está traficando,
“hablando en plata”, con el ideario político que la izquierda cubana ha
venido defendiendo como alternativa al “modelo” anti democrático que el
PCC y el estado han impuesto en la sociedad cubana.
Un
texto como el aquí sacudido cuál sábana empolvada nos pone a pensar
sobre la mella que ha hecho en el pueblo de Cuba la censura al
intercambio democrático de ideas, al debate sobre socialismo, al
aislamiento de la sociedad cubana de la realidad capitalista que sin
piedad destruye la humanidad y retrotrae la civilización a una larga
noche de dudosa supervivencia.
El éxito personal de Obama al borde de su última cadencia presidencial ha sido ver con claridad que la manzana cubana, otrora de la discordia revolucionaria, ha
madurado lo suficiente y nadie podrá evitar que en su caída del árbol
que la ha venido sosteniendo gravite hacia el dominio de los EEUU. La
materealización de esa percepción imperialista es lo que está en juego.
A menos que se imponga la revolución socialista y se abra el camino
popular de la alternativa eficiente y sustentable al capitalismo.
Cuando
sin embargo desde la izquierda revolucionaria no se ve con claridad
todo lo que con claridad declara un agente permeado de la ideología
imperialista como Obama estamos poco menos que perdidos, como solemos
decir en Cuba, en un campo de lechugas, esta vez transgénicas.
Con
lucidez de ideas y principios hay un pensamiento crítico de la Joven
Cuba que le responde a esa izquierda socialista con problemas de la
vista, el oído y el olfato: “Obama ha llegado a Cuba para quedarse,
su saludo jovial y coloquial, su sonrisa amigable, sus palabras de
aliento y esperanza nos muestran que los cubanos podemos confiar en lo
que dice, pues nos conoce y nos entiende. Él considera que el mensaje
ha sido entregado, la semilla sembrada, ahora solo le toca esperar a que
nosotros hagamos lo que debemos hacer: destruirnos a nosotros mismos” [4].
………………………………..[1] Orlando Ocaña Díaz “El discurso de Oabama”, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/el-discurso-de-obama.html
[2] Roberto Cobas Avibar, “Cuba. La resaca moral de una visita imperialista”, http://kaosenlared.net/cuba-la-resaca-moral-de-una-visita-imperialista/
[3] Pedro Campos, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/el-enemigo-es-el-enemigo.html
[4] Carlos Díaz Vázquez, “Obama en Cuba, un día después”, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/obama-en-cuba-un-dia-despues.html
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