Europa: democracia sin libertad
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El derecho de los holandeses a su libertad de expresarse libremente a través de un referéndum, asusta a las autoridades europeas que entienden que sus decisiones no pueden ser discutidas por sus sociedades. Lo demuestra el mensaje intimidatorio que lanzó a los ciudadanos holandeses el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.
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Y
es que cientos de miles de holandeses no están de acuerdo, ni con la
forma ni con el fondo del acuerdo de asociación entre la UE y Ucrania. Y
para mostrar su descontento se acogieron al derecho de convocar a un
referéndum. ¿Cómo lo hicieron? Una iniciativa ciudadana logró recoger
casi 450 mil firmas para impulsar un referéndum no vinculante que
decidirá si están de acuerdo o no con dicho pacto.
Pero para no ser vinculante, las autoridades de los 28, en la figura del presidente de la Comisión Europea, dejan traslucir el pánico que les causa que los ciudadanos se pronuncien al respecto este miércoles 6 de abril.
'Quiero que los holandeses comprendan la importancia de esta cuestión que va más allá de los Países Bajos. No creo que los holandeses vayan a decir que no porque abriría la puerta a una gran crisis continental. Y Rusia recogería los frutos de una victoria fácil'. Así se expresó el pasado enero Juncker, en unas declaraciones que se acercan a la intimidación y se alejan de la democracia y la libertad de expresión.
Nuestro corresponsal en Europa, Luis Rivas, sostiene que debido al cargo que ostenta, Juncker por lo menos debería abstenerse de hacer presiones, y añade que no se entiende la gravedad que podría revestir para la UE de que una situación beneficie a Rusia.
Nuestro corresponsal lo afirma al explicar que antes de que estallara el conflicto interno de Ucrania, Rusia era invitadada por la UE a formar parte de acuerdos económicos y comerciales, por lo cual, concluye Rivas, la opinión de Juncker es únicamente política y busca hacer presión sobre el electorado concreto de un país, algo que es inaceptable.
Rivas explica que en Europa hay una corriente cada vez mayor que piensa que la cuestión ucraniana no debería haber perturbado las relaciones con Rusia, y que los ciudadanos están ya hartos de que les dicten lo que tienen que pensar y lo que tienen que votar.
El referéndum que se celebrará en Holanda no es vinculante, pero si la participación supera el 30% de los ciudadanos, y una mayoría vota en contra del acuerdo, el Gobierno estará obligado a revisar la legislación mediante la cual ha aprobado el pacto. ¿Será por esto acaso, que el referéndum fue programado para un miércoles, y no para un día festivo, es decir, un sábado o un domingo?
Para Luis Rivas, haber programado el referéndum para un miércoles muestra la hipocresía de las autoridades, que saben que de este modo irá menos gente a votar. Sostiene que es muy bonito el hecho de tener la posibilidad de expresarse en un referéndum, pero que en el fondo las autoridades hacen todo lo posible para que no funcione.
Asimismo, una reciente encuesta indica que que la gran mayoría de los italianos, el 66%, y los alemanes y los franceses, ambos con el 63%, quieren decidir la asociación de la UE con otros países mediante un referéndum nacional.
Pero para no ser vinculante, las autoridades de los 28, en la figura del presidente de la Comisión Europea, dejan traslucir el pánico que les causa que los ciudadanos se pronuncien al respecto este miércoles 6 de abril.
'Quiero que los holandeses comprendan la importancia de esta cuestión que va más allá de los Países Bajos. No creo que los holandeses vayan a decir que no porque abriría la puerta a una gran crisis continental. Y Rusia recogería los frutos de una victoria fácil'. Así se expresó el pasado enero Juncker, en unas declaraciones que se acercan a la intimidación y se alejan de la democracia y la libertad de expresión.
Nuestro corresponsal en Europa, Luis Rivas, sostiene que debido al cargo que ostenta, Juncker por lo menos debería abstenerse de hacer presiones, y añade que no se entiende la gravedad que podría revestir para la UE de que una situación beneficie a Rusia.
Nuestro corresponsal lo afirma al explicar que antes de que estallara el conflicto interno de Ucrania, Rusia era invitadada por la UE a formar parte de acuerdos económicos y comerciales, por lo cual, concluye Rivas, la opinión de Juncker es únicamente política y busca hacer presión sobre el electorado concreto de un país, algo que es inaceptable.
Rivas explica que en Europa hay una corriente cada vez mayor que piensa que la cuestión ucraniana no debería haber perturbado las relaciones con Rusia, y que los ciudadanos están ya hartos de que les dicten lo que tienen que pensar y lo que tienen que votar.
El referéndum que se celebrará en Holanda no es vinculante, pero si la participación supera el 30% de los ciudadanos, y una mayoría vota en contra del acuerdo, el Gobierno estará obligado a revisar la legislación mediante la cual ha aprobado el pacto. ¿Será por esto acaso, que el referéndum fue programado para un miércoles, y no para un día festivo, es decir, un sábado o un domingo?
Para Luis Rivas, haber programado el referéndum para un miércoles muestra la hipocresía de las autoridades, que saben que de este modo irá menos gente a votar. Sostiene que es muy bonito el hecho de tener la posibilidad de expresarse en un referéndum, pero que en el fondo las autoridades hacen todo lo posible para que no funcione.
Asimismo, una reciente encuesta indica que que la gran mayoría de los italianos, el 66%, y los alemanes y los franceses, ambos con el 63%, quieren decidir la asociación de la UE con otros países mediante un referéndum nacional.
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