Corea del Norte vuelve a boicotear sesión del Consejo de DDHH de la ONU

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GINEBRA, SUIZA (Sputnik) — La delegación de Corea del Norte decidió no tomar parte en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de ONU que está analizando la situación en este país.

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No es la primera vez que los diplomáticos norcoreanos boicotean las sesiones del Consejo de DDHH dedicadas al país asiático. El relator especial de la ONU para Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana, declaró que él —al igual que sus predecesores— no pudo conseguir el permiso para visitar el país y conversar con su Gobierno.
Por esta razón el informe sobre la situación en Corea del Norte está basado en los datos recibidos de los tránsfugas, la sociedad civil, la prensa, el gobierno de Corea del Sur, Japón y otros países del noreste asiático.

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Según Quintana, en la actualidad entre 80.000 y 120.000 personas están encarceladas en cuatro conocidos campos de prisioneros en Corea del Norte, mientras centenares de familias de Corea del Sur y Japón siguen sin poder localizar a sus familiares secuestrados supuestamente por el régimen norcoreano. Además, el abogado argentino mencionó en un aparte la necesidad de garantizar una investigación transparente, independiente e imparcial del asesinato del hermanastro del líder norcoreano Kim Jong-un.
Tema: Asesinato del hermano del líder norcoreano Kim Jong-un

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Este 13 de marzo se cumple un mes desde que el titular de un pasaporte a nombre de Kim Chol, identificado posteriormente como Kim Jong-nam, de 45 años, hermanastro del actual líder norcoreano, falleció envenenado después de que dos mujeres le rociaran la cara con un gas nervioso en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Kim residía en Macao con su segunda esposa, Lee Hye-Kyong, un hijo de 21 años, y la hija, de 18; su primera mujer e hijo viven en Pekín.
Corea del Norte, a la que su vecina del Sur responsabilizó del asesinato desde un principio, rehusó cooperar en la investigación del caso con Malasia y acusó a sus autoridades de conspirar con naciones extranjeras.

La acusación desató una crisis diplomática entre Kuala Lumpur y Pyongyang que expulsaron a sus respectivos embajadores.
Corea del Norte anunció una prohibición temporal para la salida de malasios de su territorio nacional, a lo que Malasia respondió simétricamente.