martes, 18 de abril de 2017

Santa Cathy O'Brien (3): pornografía por encargo para Ronald Reagan


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Santa Cathy O'Brien (3): pornografía por encargo para Ronald Reagan

Ronald Reagan, ca. 1954-1962.

En 1982, en la Casa Blanca, Cathy O'Brien fue presentada al Presidente Ronald Reagan por el Senador Robert C. Byrd. Pero ya la venían programando para satisfacerle sexualmente desde 1978 en el Centro de la NASA de Cabo Cañaveral. En la presentación el Senador Byrd, el propietario de la esclava, le proporcionaba a Reagan los detalles de su programación, incluyendo su habilidad para beber orina, lo que le pareció especialmente interesante al Presidente, para no tener que levantarse de la cama por la noche, recuerda Cathy (#9).


Ronald Reagan y Robert C. Byrd.

"Más tarde, en su habitación, Reagan accedió a mi programación sexual, y me encarné en «mi papel» de prostituta del «Tío Ronnie». Reagan no se movió durante el encuentro sexual. Al fin y al cabo, ese era «mi deber». Y mi deber era complacerle, de la manera que fuese... y esto le llevó una eternidad. Reagan nunca me hizo daño (siempre se aseguraba de que lo hicese otra persona) y utilizaba esto como un «vínculo» a mi personalidad de niña («gatita») que siempre utilizaba para el sexo. Aparentemente la mayor perversión de la personalidad de Reagan era su amor por la pornografía bestialista. Según mis controladores, su pasión por la pornografía hizo que aumentara su producción y distribución durante su presidencia. Él apoyó y fomentó por completo a la industria pornográfica, para financiar actividades encubiertas."
Ronald Reagan con su hijo Ron en 1962.

"Muchas de las películas de pornografía comercial y de formación (privadas) en las que participé, junto a otros, a las que llamaban «Cuentos de cuna del Tío Ronnie», eran producidas exclusivamente para su placer, a menudo a partir de sus indicaciones, y utilizando esclavos del Tren de la Libertad. Después de mi primer encuentro con Reagan, me utilizaron en numerosas películas, en particular para satisfacer sus perversiones. Estas se producían principalmente en la Charm School de Youngstown, y/o eran producidas por su «Jefe de Pornografía» Michael Danté, también conocido como Michael Viti. Estas películas incluían una amplia gama de temas crípticos, pero eran sobre todo de bestialismo. Reagan a menudo veía estos vídeos mientras era prostituida con él, y entonces me exigía que repitiese las escenas grabadas de la manera más fiel posible" (#9).
Según O'Brien, la mafia y el Gobierno de EE.UU. trabajaban codo con codo, a través de operaciones encubiertas de la CIA y de una serie de políticos de alto nivel como Guy Vander Jagt, Gerald Ford, Dick Thornburgh, Jim Traficant, Gary Ackerman y Ronald Reagan (#9).
Cathy nos habla de una fiesta en la Casa Blanca en la que obligaron al Teniente Coronel Michael Aquino a ponerse una túnica negra para influenciar a unos diplomáticos latinoamericanos supersticiosos. En esa misma fiesta, en la misma Casa Blanca, tanto Reagan como Aquino la utilizaron sexualmente (#9).
Parece que Aquino ha sido utilizado, como nos cuenta Fritz Springmeier con respecto a Anton LaVey, en parte, para ofrecer una cortina de humo que esconda el satanismo estructural de alto nivel. Para escenificar, hasta cierto punto, un satanismo de galería, excéntrico, excepcional, que enmascare la estructuralidad del satanismo en los ámbitos del poder-religión real oculto.

Dorothy se encuentra con el Hombre de Hojalata, en "El Mago de Oz" (1939).

Dorothy y el Espantapájaros engrasan al Hombre de Hojalata, en "El Mago de Oz".
En otro cóctel en la Casa Blanca Reagan le ordenó a O'Brien que se pusiera a las órdenes de Dick Cheney para hacer demostraciones de control mental en diversas bases militares y de la NASA. Nos dice que estas demostraciones eran prácticas e incluían el abuso sexual de la esclava por parte de altos cargos de las distintas ramas del Ejército y la agencia espacial.

"[Dick Cheney m]e cogió bruscamente del pelo y me tiró en un sillón de cuero negro, e inclinó mi cabeza hacia atrás sobre el gran brazo tachonado.
—La audición será aquí— gruñó.
Desde la última vez que lo había visto, había sido sometida a la programación del Hombre de Hojalata de "El Mago de Oz", a la que él accedió para alojar su grande y grueso pene. Puso sus manos en mi mandíbula mientras decía:
—Pronto te tendremos ronroneando como una máquina bien engrasada. Todas tus partes móviles girarán y se deslizarán fácilmente. Fundidas en mis manos. Te sujetaré la mandíbula para evitar que resbale, mientras tú te resbalas en el tiempo a través de una ventana.
Después me desencajó las articulaciones de la mandíbula, y bruscamente se satisfizo en mi garganta. Mi mandíbula quedó permanentemente dañada por Cheney. Padezco trastorno de la articulación temporomandibular crónico" (#10).
Dick Cheney en 2014.
Y poco después, en una sala aún más escondida de la Casa Blanca, Dick Cheney siguió torturándola:

"—Byrd me dice que necesitas una buena paliza. Pero no estoy seguro del instrumento que deseas, así que los he traído todos.
Cheney había colocado en la cama una fusta, un látigo, y un gato de nueve colas. Me golpeó rápido y fuerte como si estuviera liberando sus tensiones, en lugar de saborear mi dolor, como hacía Byrd. Recuperé la consciencia cuando Cheney deslizaba una almohada bajo mi nuca, tiraba de mí, agarrándome del pelo, y me inclinaba la cabeza hacia atrás. Mi instinto de supervivencia se activó cuando se colocó sobre mi cabeza. Esperaba poder satisfacerle oralmente antes de que se pusiera otra vez brutal hasta matarme. Pero rápidamente sacó el pulverizador de cocaína líquida, me roció en la garganta, y después siguió con rudeza. En un momento dado me apartó la cabeza a un lado y preguntó:
—¿Eso ha sido un diente?— e hizo una mueca.
Era imprescindible que yo mantuviera los dientes apartados de su pene, porque, según las órdenes programadas por Aquino, si alguna vez alguien llegaba a notar un diente mi vida estaría en peligro. Cheney sabía que esta era mi programación y me manipulaba a menudo con ella. Seguí «satisfaciéndole como si mi vida dependiera de ello; porque, por supuesto, así era»" (#10).
El reloj de arena en "El Mago de Oz".
Otro detalle interesante que nos cuenta O'Brien es que Dick Cheney tenía en su despacho un reloj de arena, que es un tema utilizado en programación de Oz, tal como vemos en la película.
O'Brien nos dice que muchas de las operaciones encubiertas servían a varios objetivos al mismo tiempo. Es el caso de un viaje que hicieron al Club Playboy de Atlantic City, en el que actuaba su marido Alex Houston junto a Loretta Lynn, otra esclava de control mental. Este viaje se utilizó también para una operación de tráfico de drogas y para la transmisión de mensajes entre los implicados, entre ellos el diplomático Philip Habib y Ronald Reagan, a su vez coordinados con Dick Cheney.

El Presidente Ronald Reagan junto al diplimático del Gobierno Philip Habib en 1986.
Philip Habib conocía también la programación Monarca y utilizaba temas de "Alicia en el País de las Maravillas" para controlar a O'Brien, así como una pistola de aturdimiento, como es habitual en los controladores. En esta misión abusó brutalmente de ella:

"Cuando llegó Habib, me hizo pasar al dormitorio de la suite y comenzó a desnudarse, hasta los calzoncillos tipo boxer y los calcetines con ligas. Haciendo referencia a una película porno reciente de Danté en la que participé, me dijo:
—Me gustan tus braguitas de tenis con volantes...
Entonces me tiró un osito Teddy rosa y unas bragas con volantes parecidas a las faldas de tenis y me ordenó: —Póntelas—. Obedecí."
Tweedledee y Tweedledum torturan a Alicia en "Alicia en el País de las Maravillas".

"[Habib l]anzó un gato de peluche sobre las almohadas y dijo: —Este gatito evitará que esta Gatita (señalándome) grite. Vamos a jugar a Tweedledee y Tweedledum (juegos sadomaso).
Habib se asemejaba físicamente a los violentos personajes de "Alicia en el País de las Maravillas", sobre todo en los calzoncillos tipo boxer. Controlé la risa histérica que subía por mi garganta, pues solo habría intensificado su abuso, así que, afortunadamente, fue contenida por el terror que sentí cuando empezó a atar fuertes cuerdas a las cuatro patas de la cama. Siguiendo sus órdenes, me arrastré hasta la cama y me tumbé boca abajo mientras él me ataba y tensaba las cuerdas hasta que quedé completamente estirada. Metió el gato de peluche bajo mi boca, y entonces me penetró por detrás con fuerza, diciendo: —Ven con papito.
El intenso dolor que sentí al ser brutalmente sodomizada fue compensado con una pistola de aturdimiento de alta tensión, con la que él me sacudía repetidamente para crear los perversos movimientos espasmódicos y la contracción del músculo rectal que deseaba. Poco después me desmayé, debido al cegador alto voltaje de su pistola de aturdimiento" (#11).
Videoclip de "Material Girl" (1985) de Madonna.
En otra ocasión Philip Habib disparaba la progamación de O'Brien mandándole una caja con un vestido, unos zapatos y un mensaje, en el que aparecían muchos de los temas habituales en programación, como el espejo, la letra invertida, la inmersión en el agua, etc. También la enviaba drogas con el rótulo "Cómeme", como vemos en "Alicia en el País de las Maravillas".

El Presidente Ronald Reagan y el Rey Fahd de Arabia Saudí en la Casa Blanca.
La misión para la que Habib la preparaba era parte de la Operación Paloma Mensajera, que involucraba a los máximos dirigentes de EE.UU., Arabia Saudí y Panamá en el tráfico triangular de drogas, armas y dinero.
O'Brien llegó a un cóctel selecto en la Casa Blanca, con la programación que le había dictado Habib, donde fue prostituida al Rey Fahd de Arabia Saudí. Este conocía también los códigos para activar su programación sexual (#12):

"Fahd estaba sentado en una silla, junto a una mesa de café. Cuando me arrodillé en la alfombra delante de él, sus penetrantes ojos negros parecían clavarse en mi cerebro como si fuesen espadas. No podía apartar la vista. Me acarició el cuello con el dedo índice, activando mi programación de sexo oral.
—He oído hablar de ti y estoy in-tentando (in-tent, 'en-la-tienda') tenerte.
De alguna manera encontró la abertura de su túnica y cuando la separó continuó: —Entra en mi tienda ('tent'). Un banquete ha sido servido para ti.
Abrió las piernas y mostró su pene. Era uno de los más repugnantes que he visto nunca, como un gusano negro que tenía un olor y un sabor muy intensos a especias. Habib observaba mientras yo cumplía las órdenes, para gran placer de Fahd" (#12).
Después Habib la sodomizó y le entregó un mensaje para el General Manuel Noriega, con el que mantenían relaciones encubiertas.
Como parte de esta operación O'Brien y Houston viajaron en un crucero a Stirrup Cay, la isla privada de la Norwegian Cruise Line en las Bahamas, para encontrarse con Noriega. En la isla, participaron en una entrega de droga a Noriega organizada por la CIA. Allí O'Brien subió en el yate del dirigente panameño, entregó el mensaje del Rey Fahd que le habían programado, y recibió otro destinado a Dick Cheney.
O'Brien y Houston llevaron la droga a Miami, donde les esperaba el señor de la droga y agente de la CIA José Busto. La mayor parte del alijo lo dejaron en la Base de la Fuerza Aérea Warner Robins en Macon, Georgia. Otra parte de la droga se la quedó Houston para sus giras en el circuito country, y otra fue entregada por la propia O'Brien al Embajador de Arabia Saudí, el Príncipe Bandar bin Sultan (#12).

Dick Cheney junto a George W. Bush en 2000.
Después O'Brien entregó mensajes de la operación a Dick Cheney en el Pentágono. Allí, Cheney la llevó a un cuarto personal llamado la barraca donde volvió a abusar de ella sexualmente con brutalidad:

"La mañana siguiente, temprano, cuando mi escolta finalmente vino a buscarme, tenía la vagina hinchada y sangrando, los bajos de la camisa empapados de sangre, y el interior de mi vientre profundamente herido. Estar cerca de Cheney mientras él dormía era un error tan mortal como quitarle la ropa o hacerle alguna pregunta. Todo esto estaba prohibido. Esta vez rompió sus propias reglas y no me castigó al despertar. Había pasado tantas horas bebiendo alcohol y usando su enorme pene como un arma de asalto, que estaba desfallecido cuando llegó mi escolta. Cuando salí al vestíbulo, me doblaba del dolor. Mi escolta se dirigió a Cheney y le dijo: —¡Cheney! ¡Por Dios!.
Cheney levantó la cabeza con orgullo y masculló: —Ahora sé por qué me llaman 'Dick' ('pene')" (#12).
Conchas con forma de oreja o espiral.
Otra operación encubierta en la que O'Brien y su hija Kelly participaron fue la Operación Shell Game (Trileros), en la que participaban Dick Cheney, Gerald Ford, Allen (¿Alan?) Simpson, Michael Aquino, Oliver North, Manuel Noriega y José Busto, entre otros. En esta operación utilizaban conchas con geometría espiral, como contraseñas y como disparadores de programación. Pero las utilizaban porque estas se parecen a orejas, de manera que permitían vincular la programación al trauma de mutilaciones reales de orejas de bebés. Y además, obviamente, hacían alusión al oído, a la compartimentalización en álters disociados de la información comprometedora oída por los esclavos en la operación (#13).
En otra ocasión volvían a llevar a O'Brien a la Casa Blanca, donde Reagan la ponía a las órdenes de Cheney. Después, en el despacho de Cheney, estaba presente también el Senador Allen (¿Alan?) Simpson, que era el cerebro de esta operación, y ambos la preparaban para la misión utilizando el reloj de arena de Oz y otras estrategias de programación (#13).

Caramelos Jelly Belly.
De vuelta a la Casa Blanca, con Cheney y Reagan, este último cambio el álter de O'Brien utilizando un bote de caramelos Jelly Belly:

"Reagan cambió mi personalidad a otra, que ya no lo veía como «Jefe» sino como el «Tío Ronnie». Lo hizo cogiendo su bote de Jelly Bellys y dándome uno. Ciertos colores y sabores disparaban ciertas respuestas programadas. El Tío Ronnie debía de tener otras «gatitas» condicionadas al color caqui-sandía militar, porque guardaba una gran cantidad de estos en un montón de botes" (#13).
Gerald Ford y Dick Cheney en 2003.
Gerald Ford, que seguía trabajando estrechamente con la mafia después de ser presidente, formaba parte de otra operación, y Cathy fue enviada a verle para recibir un mensaje destinado a Dick Cheney:

"[Gerald Ford e]mpezó a hablar como si yo fuera una máquina y él grabara en ella un mensaje:
—Toma este mensaje para Dick Cheney, Pentágono. La Mafia se ha comprometido a transferir los 2,3 millones de dólares (ganancias del porno) al Banco Internacional de Crédito y Comercio. Abramos el grifo de nuestro dinero ahora y nadaremos en él. Esta operación ha sido un éxito empresarial. Que siga siendo así. Terminemos el acuerdo con Panamá. Todos los canales mexicanos son establecidos (cocaína y heroína). Hail al Jefe.
Hizo una pausa, y añadió: —Y tú (me clavó el dedo en el pecho como hacía Cheney), cuida de mi amigo, Dick. [...]
Con mala intención añadió: —Cambio y corto—. E hizo el signo (satánico) de los cuernos en mis ojos, lo que profundizó mi trance significativamente, como me ocurría desde que había sido fuertemente condicionada para ello por Byrd" (#13).
Como hemos visto con otras figuras, O'Brien nos cuenta algunos detalles muy curiosos sobre la relación de estas altas figuras políticas y la pornografía. Para Gerarl Ford también se había visto obligada a grabar pornografía por encargo, junto con sus hermanas, en la que incluso se había grabado el semén de Ford, sin especificarlo en los títulos de crédito. Y habían sido obligadas a tener relaciones sexuales con él antes de la grabación (#13).

Michel Aquino.
Como parte de la Operación Shell Game O'Brien transmitió al General Noriega un mensaje según el cual las operaciones de droga con Panamá debían terminar. Y habían preparado un juego de manos satánico y pornográfico para apaciguarle después de esta noticia:

"Noriega reaccionó como se esperaba, obviamente insultado por el mensaje. En el caos momentáneo que siguió, Aquino agitó las manos hipnóticamente delante de Noriega y extendió dramáticamente su capa negra satánica (que llevaba para impactar al supersticioso Noriega), y que pareció llenar toda la habitación. Noriega le hizo casi una reverencia. El control de Aquino sobre él era absoluto.
Pero las maneras de Aquino eran de bajo nivel comparadas con los aires lúgubres utilizados habitualmente en las bases militares en las demostraciones prácticas.
—General, para su entretenimiento, y con respeto y en reconocimiento a su exitosa 'Contra-bución' empresarial, el Jefe ha enviado su Modelo Presidencial para mostrarle la última tecnología en los desarrollos del control mental. Con un toque de interruptor, esta paloma se convierte en una gatita (empecé a desnudarme); un animal completamente diferente.
Debido a las creencias supersticiosas de Noriega, la idea del cambio de personalidades al parecer le asustaba. Sé que Noriega creía por completo en el control mental, pero no podía concebir la idea de personalidades múltiples (lo que ahora creo que él percibió como una posesión demoníaca)" (#13).
Después Aquino hizo una demostración de sus poderes de control mental sobre O'Brien, y le mostró dos cortes con forma de Bafomet, uno entre los pechos y otro en la vagina, que aterrorizaron a Noriega, y que debían aumentar la amenaza que Reagan cernía sobre él.
Continuará.
Pedro Bustamante es autor de "Sacrificios y hierogamias: La violencia y el goce en el escenario del poder (1 y 2)" (2016) y "El imperio de la ficción: Capitalismo y sacrificios hollywoodenses" (2015).

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