El primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, enfatiza que ‘Jerusalén fue y siempre será la capital de Israel’.
“El
Monte del Templo —nombre que dan los israelíes a la Explanada de las
Mezquitas, en el corazón de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén)— y el Muro
de las Lamentaciones permanecerán siempre bajo soberanía israelí”,
repitió Netanyahu el domingo, después de que la representación
diplomática de EE.UU. en los territorios ocupados afirmara el lunes que
el Muro de las Lamentaciones es parte de Cisjordania, no del régimen de
Israel.En declaraciones pronunciadas en ocasión del 50º aniversario de la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este en la llamada Guerra de los Seis Días en 1967, Netanyahu señaló que Israel “no tiene por qué explicar su presencia” en la ciudad, lo que sí requiere una explicación es el “desgraciado intento de expropiar los lazos (de Israel) con Jerusalén”.
En relación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), criticó “¿Dónde estaba la Unesco y sus socios cuando durante 19 años se nos quitó el derecho al libre acceso a los lugares santos de nuestro pueblo? ¿Por qué no se escucharon sus voces cuando todas las trazas de la existencia judía en Jerusalén Este fueron eliminadas?”
Netanyahu consideró la presencia de los israelíes en Jerusalén como un derecho absoluto, ya que a su juicio Israel es el único Estado democrático en el Oriente Medio y que respeta los derechos de la minoría y las reglas de convivencia.
El Monte del Templo —nombre que dan los israelíes a la Explanada de las Mezquitas, en el corazón de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén)— y el Muro de las Lamentaciones permanecerán siempre bajo soberanía israelí”, repitió Netanyahu el domingo, después de que la representación diplomática de EE.UU. en los territorios ocupados afirmara el lunes que el Muro de las Lamentaciones es parte de Cisjordania, no del régimen de Israel.“En Oriente Medio las minorías son perseguidas hasta la muerte. Los lugares de culto son destruidos, sinagogas, iglesias, mezquitas. Los lugares de culto son convertidos en polvo (…). Por contra, observad lo que pasa en Jerusalén bajo soberanía israelí. Mantenemos con cuidado los lugares santos y garantizamos la libertad de culto a todos. Y seguiremos viviendo en Jerusalén con respeto mutuo y tolerancia, y continuaremos construyéndola como nuestra capital”, dijo al respecto el primer ministro israelí.
Su discurso tuvo lugar horas antes de la llegada del presidente de EE.UU., Donald Trump, a los territorios ocupados de Palestina. Trump tiene programada una visita privada al Muro de las Lamentaciones, decisión que provocó la ira de las autoridades israelíes, pese a que la Casa Blanca ha precisado que las declaraciones de la representación estadounidense no representan la posición de Washington.
El régimen de Israel se anexó Al-Quds en la Guerra de los Seis Días, en 1967, y en 1980 aprobó la denominada ‘Ley de Jerusalén’ para declarar esta ciudad palestina como su capital “eterna e indivisible”, decisión que, a pesar de violar las leyes internacionales, ha recibido el apoyo de Trump.
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