es.sott.net
Una bomba debajo de la silla de Erdogan -
Una
bomba debajo de la silla. Es lo que siente el presidente de Turquía
Recep Tayyip Erdogan que le plantó su homólogo de EEUU, Donald Trump, al
armar a los kurdos hasta los dientes. El anuncio de la Casa Blanca
estremeció a Erdogan, quien prometió decirle a Trump en la cara lo que
entiende como una repudiable decisión, el próximo 17 de Mayo
"La entrega de ayuda militar a las YPG (Unidades kurdas de Protección Popular) por parte de Estados Unidos daña nuestras relaciones estratégicas y se lo diré a Trump en nuestra próxima reunión", dijo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en una rueda de prensa en Ankara.
El periodista y analista internacional Juan Aguilar explica que "aquí se cruzan los planes estratégicos que se refieren al propio conflicto en Siria e Irak con el Estado Islámico, y las tensiones con Turquía". Algo que ocurre porque "los objetivos son distintos".
El experto señala que "aquí hay por un lado, la intención de EEUU de mantener atada a Turquía a la OTAN y a la alianza occidental, y por otro lado, el plan que han llevado desde hace ya cinco años, de intentar derrocar a Bashar Asad y dividir Siria".
Estos planes chocan, opina el analista, y lo fundamenta.
"¿De qué va a depender subir o bajar esa presión?", se pregunta el analista. "De que Erdogan mantenga su alineamiento con EEUU y la OTAN. Y ahí es donde se produce esa situación en la cual muchas veces Erdogan, a pesar de que es un tipo listo, parece que da una de cal y una de arena: hay veces que se acerca a Rusia o la Unión Euroasiática (UEE), y hay veces que vuelve a exigir a la UE que mire su situación porque ya pasa el tiempo y se está cansando".
En esta partida endiablada de ajedrez, como lo entiende Juan Aguilar, "el único que de alguna forma tiene la forma de manejar los tiempos, las distintas variables, de tratar con todos los actores, es Putin y sus aliados, fundamentalmente Irán. Porque sus objetivos han estado claros desde el principio, el apoyo a Siria ha sido evidente y sin fisuras, hay intereses geopolíticos muy importantes, que van desde El Líbano hasta el centro de Asia, y tiene abierta comunicación con todos los actores: con Erdogan, con los kurdos, con Siria, y ahora con Washington", explica.
.
Armamento pesado
y de alta tecnología. Es lo que recibirán los kurdos sirios de parte de
EEUU. Una decisión extraña para alguien que en su momento pretendió ser
el bombero del conflicto en el país árabe al anunciar que su nación
abandonaría las aventuras guerreristas fuera de fronteras.
Proveer a los kurdos con estas armas podría empeorar el
conflicto hasta límites insospechados, y las consecuencias podrían
sentirse en la propia Turquía. Por eso la reacción encendida del líder turco.
"La entrega de ayuda militar a las YPG (Unidades kurdas de Protección Popular) por parte de Estados Unidos daña nuestras relaciones estratégicas y se lo diré a Trump en nuestra próxima reunión", dijo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en una rueda de prensa en Ankara.
El periodista y analista internacional Juan Aguilar explica que "aquí se cruzan los planes estratégicos que se refieren al propio conflicto en Siria e Irak con el Estado Islámico, y las tensiones con Turquía". Algo que ocurre porque "los objetivos son distintos".
El experto señala que "aquí hay por un lado, la intención de EEUU de mantener atada a Turquía a la OTAN y a la alianza occidental, y por otro lado, el plan que han llevado desde hace ya cinco años, de intentar derrocar a Bashar Asad y dividir Siria".
Estos planes chocan, opina el analista, y lo fundamenta.
"Cuando el plan para derrocar a Bashar Asad pasaba por una especie de insurrección o de 'revolución de color', con una denominada 'oposición siria' fantasmagórica, que acabó en una especie de guerra civil, esa fase fracasó, se acabó. Entonces lanzaron la segunda fase de este caos controlado que era estimular más a las fuerzas que estaban apoyando Arabia Saudí y los países del golfo, que era el Frente Al Nusra, o sea, Al Qaeda, y el Estado Islámico"."Lógicamente, con el transcurso del tiempo y el apoyo ruso y de otros aliados al Gobierno sirio, esta fase está también prácticamente acabada, y su punto final puede ser la conversación de Trump con Putin, aceptando el acuerdo establecido en Astaná, con Irán y con Turquía para crear una zona de seguridad lo cual permite al Ejército sirio concentrarse en los frentes que son estratégicos", explica Aguilar. El envío de armas pesadas a los kurdos por parte de Washington, ha sido interpretado como una advertencia, o incluso una amenaza por parte de Trump a Erdogan. Aguilar sostiene que "EEUU tiene la llave ahora mismo para subir o bajar la presión sobre Erdogan. Puede subir la presión apoyando a los kurdos, por tanto amenazando la propia estabilidad interna de Turquía, o puede bajar la presión limitando ese apoyo y tranquilizando a Ankara".
"¿De qué va a depender subir o bajar esa presión?", se pregunta el analista. "De que Erdogan mantenga su alineamiento con EEUU y la OTAN. Y ahí es donde se produce esa situación en la cual muchas veces Erdogan, a pesar de que es un tipo listo, parece que da una de cal y una de arena: hay veces que se acerca a Rusia o la Unión Euroasiática (UEE), y hay veces que vuelve a exigir a la UE que mire su situación porque ya pasa el tiempo y se está cansando".
En esta partida endiablada de ajedrez, como lo entiende Juan Aguilar, "el único que de alguna forma tiene la forma de manejar los tiempos, las distintas variables, de tratar con todos los actores, es Putin y sus aliados, fundamentalmente Irán. Porque sus objetivos han estado claros desde el principio, el apoyo a Siria ha sido evidente y sin fisuras, hay intereses geopolíticos muy importantes, que van desde El Líbano hasta el centro de Asia, y tiene abierta comunicación con todos los actores: con Erdogan, con los kurdos, con Siria, y ahora con Washington", explica.
"Con lo cual, dependerá mucho efectivamente de el buen hacer de la diplomacia rusa, y en eso ya han dado pruebas de que Lavrov es un auténtico genio, y es quien puede llevar a una situación de estabilidad a la zona y que acabe el conflicto"."El problema es cómo darle un salida airosa, sobre todo a EEUU, porque es posible que no consiga ninguno de los objetivos que se habían planteado inicialmente", sentencia Juan Aguilar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario