Por Ana Hernández Hernández (*) y Patricio Montesinos (*)
En una ocasión escuchamos al presidente boliviano, Evo Morales decir que en Estados Unidos no hay golpes de estado porque allí no hay embajada de Washington, algo muy atinado del Gran Jefe Indio latinoamericano, porque es precisamente a través de esos enclaves diplomáticos que el imperio norteño se ha valido, en múltiples países de la región y del mundo, para hacer colapsar a gobiernos que no se pliegan a sus órdenes y apetitos hegemónicos.
De lo anterior estamos comenzando a tener reservas, pues en los últimos días ha saltado una figura del propio Congreso estadounidense que por su actuar camaleónico parece estar preparando un “golpe” contra el actual dueño de la silla presidencial en la Casa Blanca, Donald Trump. Nos referimos a la “figura” del también republicano Marco Rubio.
Rubio, decepcionado por su aplastante derrota en su partido camino a las presidenciales, llegó hasta decir que se apartaría de la política, pero… “como en vena´o tira al monte”, eso fue solo un alarde ya que enseguida reaccionó y volvió por sus fueros.
Últimamente el referido personaje se ha hecho notar en las sugerencias, consejos y hasta exigencias que ha dado a Trump con respecto a Cuba, cuyos resultados fueron anunciados por el propio “presidente” a la sombra y amparo de la fauna cavernícola de Miami, contentándole a los oídos al reafirmar el cambio de política y el recrudecimiento del bloqueo contra la isla grande del Caribe.
Según el propio Rubio y otros de su calaña le han hecho creer al inquilino de la Casa Blanca que eso era casi una deuda de Trump con los cubanos-americanos de Miami, y sobre todo con esa parte que “decidió” con el voto a su favor, en fin, como decimos los de pura cepa cubanos: ”esa “pata” se la anotó el anticubano Marco Rubio.
Ahora el mismo “señorito”, hace solo unas horas, declaró que tomaría severas sanciones contra Venezuela si por fin se aprueba la Asamblea Constituyente, convocada por el legítimo presidente de la patria de Bolívar y cuyas votaciones tendrán lugar el venidero 30 de julio.
¿Quién es Marco Rubio, ya será el Presidente de EEUU?
¿Será que Marco Rubio chasquea los dedos contra los gobiernos progresistas de la Patria Grande y Trump aprueba como un cordero al empuje de su amo?
¿Hasta qué punto esta “figura” que tanto tiró del pellejo del actual presidente podrá manipular al pataleante Trump?
¿Qué pretende demostrar con sus imposiciones, Quién manda?
¿No será esta actitud de Rubio el principio de un trapalero golpe de Estado contra Trump?
No es de dudarlo ahora que están de moda los golpes impuestos por el Pentágono y los sectores ultraconservadores de Washington y la derecha en Nuestra América.
Si esto sucediera sería el primero en la historia de la superpotencia yanqui…
¡Vivir para ver!! A esta película le quedan varias escenas… ¡entonces!! No haría falta en Estados Unidos una embajada de Washington para un golpe de Estado. Con un elemento inescrupuloso como Rubio y un presidente con poca carretera política como Trump, estaría listo el teatro para un posible golpe blando o duro, como usted decida entenderlo, de un Rubio al otro no menos rubio y de ojos pálidos…
Nota: Estas líneas son unas simples ideas concebidas y ordenadas en la distancia, gracias a la posibilidad de las nuevas tecnologías, esas que solo con un clic nos pone unos al lado de los otros.
(*) @Guajiritasoy
(*) @Montesinos2010
En una ocasión escuchamos al presidente boliviano, Evo Morales decir que en Estados Unidos no hay golpes de estado porque allí no hay embajada de Washington, algo muy atinado del Gran Jefe Indio latinoamericano, porque es precisamente a través de esos enclaves diplomáticos que el imperio norteño se ha valido, en múltiples países de la región y del mundo, para hacer colapsar a gobiernos que no se pliegan a sus órdenes y apetitos hegemónicos.
De lo anterior estamos comenzando a tener reservas, pues en los últimos días ha saltado una figura del propio Congreso estadounidense que por su actuar camaleónico parece estar preparando un “golpe” contra el actual dueño de la silla presidencial en la Casa Blanca, Donald Trump. Nos referimos a la “figura” del también republicano Marco Rubio.
Rubio, decepcionado por su aplastante derrota en su partido camino a las presidenciales, llegó hasta decir que se apartaría de la política, pero… “como en vena´o tira al monte”, eso fue solo un alarde ya que enseguida reaccionó y volvió por sus fueros.
Últimamente el referido personaje se ha hecho notar en las sugerencias, consejos y hasta exigencias que ha dado a Trump con respecto a Cuba, cuyos resultados fueron anunciados por el propio “presidente” a la sombra y amparo de la fauna cavernícola de Miami, contentándole a los oídos al reafirmar el cambio de política y el recrudecimiento del bloqueo contra la isla grande del Caribe.
Según el propio Rubio y otros de su calaña le han hecho creer al inquilino de la Casa Blanca que eso era casi una deuda de Trump con los cubanos-americanos de Miami, y sobre todo con esa parte que “decidió” con el voto a su favor, en fin, como decimos los de pura cepa cubanos: ”esa “pata” se la anotó el anticubano Marco Rubio.
Ahora el mismo “señorito”, hace solo unas horas, declaró que tomaría severas sanciones contra Venezuela si por fin se aprueba la Asamblea Constituyente, convocada por el legítimo presidente de la patria de Bolívar y cuyas votaciones tendrán lugar el venidero 30 de julio.
¿Quién es Marco Rubio, ya será el Presidente de EEUU?
¿Será que Marco Rubio chasquea los dedos contra los gobiernos progresistas de la Patria Grande y Trump aprueba como un cordero al empuje de su amo?
¿Hasta qué punto esta “figura” que tanto tiró del pellejo del actual presidente podrá manipular al pataleante Trump?
¿Qué pretende demostrar con sus imposiciones, Quién manda?
¿No será esta actitud de Rubio el principio de un trapalero golpe de Estado contra Trump?
No es de dudarlo ahora que están de moda los golpes impuestos por el Pentágono y los sectores ultraconservadores de Washington y la derecha en Nuestra América.
Si esto sucediera sería el primero en la historia de la superpotencia yanqui…
¡Vivir para ver!! A esta película le quedan varias escenas… ¡entonces!! No haría falta en Estados Unidos una embajada de Washington para un golpe de Estado. Con un elemento inescrupuloso como Rubio y un presidente con poca carretera política como Trump, estaría listo el teatro para un posible golpe blando o duro, como usted decida entenderlo, de un Rubio al otro no menos rubio y de ojos pálidos…
Nota: Estas líneas son unas simples ideas concebidas y ordenadas en la distancia, gracias a la posibilidad de las nuevas tecnologías, esas que solo con un clic nos pone unos al lado de los otros.
(*) @Guajiritasoy
(*) @Montesinos2010
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