Estados
Unidos admite por fin las violaciones cometidas contra chiíes por
Arabia Saudí y Baréin, a los que el mismo Washington brinda apoyo.
El
secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, presentó el martes
el informe anual del Departamento de Estado sobre la libertad religiosa
en el mundo, relativo a 2016. En su discurso de presentación, criticó
específicamente a varios países por su falta de respeto a la libertad
religiosa, entre ellos el régimen de Al Saud y Al Jalifa.“Urgimos a Arabia Saudí a garantizar un grado más amplio de libertad religiosa para todos sus ciudadanos”, declaró Tillerson además de expresar su preocupación por los “ataques contra chiíes” en este país árabe.
Respecto a Baréin, el jefe de la Diplomacia estadounidense llamó a la pequeña monarquía del Golfo Pérsico a “dejar de discriminar a los chiíes”, reprimidos por mano dura de las fuerzas militares del régimen de Manama.
“Nadie debería vivir con miedo, practicar su religión en secreto o afrontar discriminación debido a sus creencias”, añadió Tillerson.
En la lista de los países criticados por EE.UU. también se encuentran Turquía, China, Paquistán, Irán, Sudán, Nigeria, Corea del Norte, Rusia y Siria entre otros.
Urgimos a Arabia Saudí a garantizar un grado más amplio de libertad religiosa para todos sus ciudadanos”, afirmó el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson.Eso mientras Washington brinda apoyo tanto a Arabia Saudí —país que desde marzo de 2015 está liderando una guerra injusta contra el pueblo de Yemen— como a Baréin que viola los derechos de la comunidad chií y reprime las manifestaciones pacíficas a favor del fin de la dictadura, la apertura política y la aplicación de reformas administrativas.
EE.UU. presenta esta lista a pesar de que este mismo vive estos días protestas contra el racismo por las violaciones que comete ocasionalmente contra los derechos de afroamericanos y otras minorías.
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