Varios
medios de EE.UU. acusaron al político venezolano Diosdado Cabello de
ordenar presuntamente la muerte del senador estadounidense Marco Rubio.
Las
autoridades federales no obstante, no pudieron verificar la información
de inteligencia obtenida por Estados Unidos el mes pasado, y solo
decidieron reforzar las medidas de seguridad durante varias semanas
tanto en Washington, como Miami, y proteger más al senador republicano
por el estado de Florida.El documento, publicado el pasado fin de semana, alega que Cabello, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) habría planeado contratar a un sicario mexicano para matar a Rubio, un ferviente crítico del Gobierno oficialista de Caracas.
Se trata de un memorándum enviado el mes pasado por el Departamento de Seguridad Nacional a las fuerzas de seguridad locales y estatales, indica la publicación. En la nota, de la que no publican todos los detalles por motivos de seguridad, se especifica que Cabello “llegó a hablar de obtener el dinero para matar a Rubio”.
El diario estadounidense Miami Herald que presuntamente tuvo acceso al denominado memorándum advirtió que “hasta el momento no se ha obtenido información específica sobre un plan para su asesinato y que la amenaza no había podido ser verificada”.
Marco Rubio, de origen cubano, quizás es uno de los políticos estadounidenses más activos en la presión al presidente de este país Donald Trump para que siga imponiendo sanciones antivenezolanas.
Su postura crítica le ha llevado a enfrentamientos públicos, en la red social Twitter, con el propio Cabello, quien en una de sus réplicas, recientemente, le llamó “Narco Rubio”, y lo señaló como defensor de los paramilitares “terroristas” que se rebelaron contra el Ejecutivo venezolano y asaltaron el día 6 de agosto a una instalación militar en Valencia.
El pasado viernes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que consideraba una “opción militar” en Venezuela por la crisis que atraviesa el país suramericano.
Cabello, quien ahora es miembro de la recién instalada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) respondió: “No nos extrañan las amenazas del imperio, en la voz del jefe Trump”.
El oficialismo venezolano, que denuncia ser víctima de una propaganda virulenta en los medios de comunicación con el objetivo de difamar al Gobierno, implica a EE.UU. en organizar planes desestabilizadores en el país sudamericano con el objetivo de lanzar un golpe de Estado para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
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