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El debate, el Arca de Noé y los reclamos al Granma. #CuabaEsNuestra #Cuba
Publicado el
“Al
ver al viejo descalzo quise darle mis zapatos y me dijo no hace falta
lo que importa es tu conciencia, no es importante el ropaje sino
distinguir a fondo los que van comiendo dioses y defecando demonios”.
Elí Primera
En el debate sobre el centrismo, sus tradicionales exponentes se repliegan, otros deciden asumir públicamente sus posiciones políticas y algunos callan.
En este escenario, aparecen los oportunistas que buscando sacar ganancias políticas, crear confusión para sumar adeptos y debilitar las posiciones revolucionarias, fomentan la desunión, manipulando entre otros factores, las características personales e historias de vida de algunos participantes que confundidos equivocan el bando.
El enemigo, que paga, en honor a la verdad no a todos, muy preocupado y sorprendido, pues pensaba que sus caballitos de Troya avanzaban sin tropiezos, evaluando un apoyo popular que no tienen, les pasó como en Girón, que pensaron serían recibidos como héroes y los esperaba una nube de balas, en este caso de ideas.
En medio de todo esto, los céntricos y aliados, quieren el Granma, han pasado de los ataques a la dirección del periódico a los de la dirección del PCC, se consideran con derecho a publicar en él, se sienten en desventaja, sin embargo han tenido en un blog de una alta visibilidad mediática una tribuna segura, donde usted puede negar lo innegable, por ejemplo, para Humberto Pérez son “supuestos centristas”, cuando algunos de sus más encumbrados exponentes han reconocido públicamente su filiación a esa tendencia política, entre ellos, Lennier López, Arturo López-Levy y Roberto Veiga.
El propietario de ese blog al darle voz al centrismo en nombre de la diversidad de pensamiento, no consideró que en esa Arca de Noé se montarían muchos no interesados en mantener el socialismo en Cuba, se convirtió quizás sin proponérselo en aliado de todos ellos, ninguna otra plataforma ha tenido ese protagonismo en favor de los indefinidos, uso el termino para poder agrupar a todas las tendencias, que han encontrado la posibilidad de expresarse en ella, para la cual los artículos contra el centrismo no existen, paradójicamente publica a autores de cuestionable trayectoria como Julio Fernández Estrada, Julio Cesar Guanche, etc, defiende a Fernando Ravsberg, pone sus comentarios y los enlaces a sus artículos, no lo cuestiono es su derecho, pero no deben entonces censurar al Granma, que también tiene el derecho de elegir a quienes pública.
No conozco cuantos de los que reclaman su supuesto derecho a publicar en el Granma, son militantes del PCC, a los que lo sean, les pregunto, ¿Han planteado sus criterios en sus núcleos o lo hacen en público buscando notoriedad?
Se quejan, y el propietario de la plataforma de marras, se siente en capacidad de cambiar la opinión pública y por ende la correlación de fuerzas e influir en el resultado final del debate, virándolo a su favor y el de sus defendidos, veamos lo que dice, “… gracias a la medicina revolucionaria este mono pudiera recuperar la vista, ponerse un brazo y arreglarse la pierna. Vamos a ver si además logramos desamarrarlo”, en otro comentario plantea, “O sea, de que las ideas vertidas aquí hacen pensar y hacen su modesto aportito al tan necesario debate nacional, no tengo la más mínima duda”.
El vanidoso mira a su nombre; y el hombre honrado a la patria.
José Martí.
Pienso que está equivocado, pero respeto su valoración de si y de su sitio. Lo paradójico es que, con esos conceptos reclamen un lugar en el Granma, ¿Para que lo quieren, si tienen un blog “todo poderoso”?
“Si usted llama libertad de prensa al derecho de la contrarrevolución y de los enemigos de Cuba a hablar y a escribir libremente contra el socialismo y contra la Revolución, calumniar, mentir y crear reflejos condicionados, yo le diría que no estamos a favor de esa “libertad”. Fidel (Libro Cien Horas con Fidel) .
Voy a citar solo partes de artículos publicados en el sitio que nos ocupa, para que se entienda el por qué en mi opinión no se ponen en el Granma:
“En la América Latina del siglo XX no fue “centrista” el APRA peruano que preconizó explícitamente una “tercera vía” como salida frente al capitalismo y frente al socialismo de la URSS”. Esto es una manipulación que denuncia el artículo, “Cuba: La ilustración de los centristas”.
“…los círculos que, pretendiendo ser rectores ideológicos, desarrollan la campaña anti centrista están manifestando un izquierdismo infantil anacrónico”, esto es una descalificación sin sustento alguno, que desmonta el artículo, “Cuba: Los centristas y sus defensores”
“¿Contra “el centrismo” o contra una posición de izquierda militante pero realista y dialéctica?”, este es el título de un artículo de Humberto Pérez, que como se puede apreciar descalifica a los que combatimos el centrismo y autentifica a nuestros oponentes, de inicio.
“Sabemos que solo diez años después, los términos «dentro» y «contra» fueron manipulados muchas veces en referencias arbitrarias para reprimir”. Este es Aurelio Alonso, empeñado en traer a colación el llamado, “quinquenio gris”, que nada tiene que ver con el debate y que solo constituye un intento de desvirtuar su esencia y sectorializarlo, amén de manipular la consabida solidaridad del medio intelectual.
“Ahora no queremos muertos. El estado y el gobierno serán nuestros aliados, (…) y deberán entender que si queremos la soberanía popular, la independencia y no el anexionismo, (…) no somos los enemigos…”. Esto es parte de un texto agresivo, de una falsedad total, manipulador e hipócrita de Julio Antonio Fernández Estrada, que encuentra respuesta en el artículo, “El resentimiento, la hipocresía y las máscaras”
Ninguno de estos textos tiene la objetividad, ni la seriedad necesaria para ser publicados en el Granma, sería necesario, tomar todas las páginas de ese medio para aclarar cada una de las tergiversaciones y falsedades que contienen.
También están los lamentos por la forma en que se seleccionan los comentarios en la versión digital del Granma, algunos vertidos en la “influyente” plataforma en su última entrada:
“…hace años pero ya siendo Eusebio director de la oficina del historiador de la ciudad, un policía –probablemente bisoño allí, seguramente ignorante/despistado– no lo dejaba entrar…”, me pregunto, ¿Por qué esa forma despectiva y humillante de referirse a un miembro de la PNR?, ¿Los revolucionarios hablan así de su policía?
“Fidel (…) dijo una vez que nosotros teníamos que tomar lo que fuera positivo del capitalismo; no me crean mucho, lo digo de memoria …”, ¿Es serio publicar una cita de una frase que se le adjudica al líder histórico de la revolución cubana, cuando ni el que la dice está seguro?
“…esos mismos que quieren matar a los “centristas.’ Eusebio habla bien claro de ellos en la entrevista, él fue una víctima más…” Esto es una impúdica mentira. La entrevista.
Dice Eusebio, “…yo tengo una representatividad política, (…), yo estoy en la disciplina del partido, y por tanto no puedo hacer juicios liberales, ni creerme que tengo el monopolio de la verdad…”, ojalá, los que lo citan e interpretan a su manera, tuvieran el mismo sentido de la responsabilidad que este insigne intelectual, y comprendieran los daños y confusiones que causan dentro de las filas revolucionarias con sus devaneos políticos.
Obvian además partes fundamentales de la entrevista, por ejemplo, cuando define que el final del camino de Cuba debe ser un socialismo próspero y sostenible, así como el momento en que con particular humildad y sentido de responsabilidad declina enjuiciar a los movimientos de izquierda, algo que, si hacen ególatramente, ellos.
Un comentario en el blog de marras, sobre la mencionada entrevista, trata sobre el concepto de Revolución, y de algunas ideas esenciales contenidas dentro de él. Una precisión:
Relacionado con las fuerzas internas que pueden retardar los cambios, sería necio interpretar que Eusebio se refiere a los que defendemos la Revolución, nadie desde posiciones genuinamente revolucionarias podría tratar de influir para ralentizarlos, ¿Será que nos consideran masoquistas y creen que deseamos para nosotros y nuestras familias las limitaciones que hoy padecemos?
Raúl, lo puede explicar mucho mejor, “No olvidemos que el ritmo y la profundidad de los cambios que debemos introducir en nuestro modelo deben estar condicionados por la capacidad que tengamos de hacer las cosas bien y rectificar oportunamente ante cualquier desviación”, ¿Entendieron?
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros no criticó la lentitud de los cambios, sino la premura en ellos que ha conducido a errores que señaló, lo cito, “Decidimos hacer las cooperativas, (…) e inmediatamente nos lanzamos a hacer decenas de cooperativas de la construcción, ¿nadie ha analizado las consecuencias que eso trajo y los problemas que esa precipitación ha creado?, (…). Y como esas, hay unas cuantas”.
Sin la información necesaria, solo con la distorsionada que les soplan en los oídos, se creen en capacidad de enjuiciar al estado y a cuanto les huela a él.
“Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”.
Antonio Machado.
Si la preocupación real es Cuba y su Revolución, ¿Por qué descalifican y demonizan al estado, cuando saben que esa es una de las principales líneas de acción enemiga?, el debate entre revolucionarios y el intercambio de ideas, no es símbolo de anarquía, ni de aceptación de conceptos ajenos al socialismo en nuestro proyecto social, es entre revolucionarios, que se supone deseamos perfeccionar la obra, no pisotearla, podremos discrepar en todo, menos en cuestiones de principios.
La política no es una canción ni un poema, es según Martí, “el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma del ideal que se persigue”, esto difiere sustancialmente de componer canciones, donde la limitante es el talento que tengamos para solucionar los retos que nos imponga la obra que deseamos lograr y el único daño que podríamos causar, es hacer sufrir a un auditorio con una mala pieza o condicionar patrones de consumo artístico inadecuados.
En política no contamos solo nosotros, decía Martí, “Quien piensa en sí no ama a la Patria”, valdría agregarle, quien solo piensa en si, no tiene sentido del momento histórico.
Cuba es un país asediado por la mayor potencia militar y económica de la historia, conocidos son sus planes para destruir nuestro proyecto social, nos aplican la llamada Guerra de Cuarta Generación, cuya columna vertebral es la guerra psicológica para la creación de estados de ánimos y opinión, acordes a sus intereses, esto sumado a otras formas de subversión político ideológica que se practican contra Cuba, conforman un escenario de acoso que hace imprescindible, la unidad de las fuerzas que defienden la Revolución, para poder enfrentar con éxito estas actividades.
En este contexto, no se pueden justificar malabares políticos, ni acciones que erosionen la respuesta coherente a estas actividades, menos darle espacio para que causen daño. Hacerlo, en el mejor de los casos, es una irresponsabilidad.
No pretendemos coartar un debate, que quieran o no, estamos ganado, sino, no se escucharían los reclamos, de mayores posibilidades de divulgación de sus ideas, ni cometerían los errores conceptuales en que están incurriendo, pero duele tener que responderles a revolucionarios que son excelentes poetas, pero pésimos políticos.
Ojalá reconociéramos lo que tenemos, con la misma facilidad que conocemos lo que nos falta.
Mario Benedetti
Elí Primera
En el debate sobre el centrismo, sus tradicionales exponentes se repliegan, otros deciden asumir públicamente sus posiciones políticas y algunos callan.
En este escenario, aparecen los oportunistas que buscando sacar ganancias políticas, crear confusión para sumar adeptos y debilitar las posiciones revolucionarias, fomentan la desunión, manipulando entre otros factores, las características personales e historias de vida de algunos participantes que confundidos equivocan el bando.
El enemigo, que paga, en honor a la verdad no a todos, muy preocupado y sorprendido, pues pensaba que sus caballitos de Troya avanzaban sin tropiezos, evaluando un apoyo popular que no tienen, les pasó como en Girón, que pensaron serían recibidos como héroes y los esperaba una nube de balas, en este caso de ideas.
En medio de todo esto, los céntricos y aliados, quieren el Granma, han pasado de los ataques a la dirección del periódico a los de la dirección del PCC, se consideran con derecho a publicar en él, se sienten en desventaja, sin embargo han tenido en un blog de una alta visibilidad mediática una tribuna segura, donde usted puede negar lo innegable, por ejemplo, para Humberto Pérez son “supuestos centristas”, cuando algunos de sus más encumbrados exponentes han reconocido públicamente su filiación a esa tendencia política, entre ellos, Lennier López, Arturo López-Levy y Roberto Veiga.
El propietario de ese blog al darle voz al centrismo en nombre de la diversidad de pensamiento, no consideró que en esa Arca de Noé se montarían muchos no interesados en mantener el socialismo en Cuba, se convirtió quizás sin proponérselo en aliado de todos ellos, ninguna otra plataforma ha tenido ese protagonismo en favor de los indefinidos, uso el termino para poder agrupar a todas las tendencias, que han encontrado la posibilidad de expresarse en ella, para la cual los artículos contra el centrismo no existen, paradójicamente publica a autores de cuestionable trayectoria como Julio Fernández Estrada, Julio Cesar Guanche, etc, defiende a Fernando Ravsberg, pone sus comentarios y los enlaces a sus artículos, no lo cuestiono es su derecho, pero no deben entonces censurar al Granma, que también tiene el derecho de elegir a quienes pública.
No conozco cuantos de los que reclaman su supuesto derecho a publicar en el Granma, son militantes del PCC, a los que lo sean, les pregunto, ¿Han planteado sus criterios en sus núcleos o lo hacen en público buscando notoriedad?
Se quejan, y el propietario de la plataforma de marras, se siente en capacidad de cambiar la opinión pública y por ende la correlación de fuerzas e influir en el resultado final del debate, virándolo a su favor y el de sus defendidos, veamos lo que dice, “… gracias a la medicina revolucionaria este mono pudiera recuperar la vista, ponerse un brazo y arreglarse la pierna. Vamos a ver si además logramos desamarrarlo”, en otro comentario plantea, “O sea, de que las ideas vertidas aquí hacen pensar y hacen su modesto aportito al tan necesario debate nacional, no tengo la más mínima duda”.
El vanidoso mira a su nombre; y el hombre honrado a la patria.
José Martí.
Pienso que está equivocado, pero respeto su valoración de si y de su sitio. Lo paradójico es que, con esos conceptos reclamen un lugar en el Granma, ¿Para que lo quieren, si tienen un blog “todo poderoso”?
“Si usted llama libertad de prensa al derecho de la contrarrevolución y de los enemigos de Cuba a hablar y a escribir libremente contra el socialismo y contra la Revolución, calumniar, mentir y crear reflejos condicionados, yo le diría que no estamos a favor de esa “libertad”. Fidel (Libro Cien Horas con Fidel) .
Voy a citar solo partes de artículos publicados en el sitio que nos ocupa, para que se entienda el por qué en mi opinión no se ponen en el Granma:
“En la América Latina del siglo XX no fue “centrista” el APRA peruano que preconizó explícitamente una “tercera vía” como salida frente al capitalismo y frente al socialismo de la URSS”. Esto es una manipulación que denuncia el artículo, “Cuba: La ilustración de los centristas”.
“…los círculos que, pretendiendo ser rectores ideológicos, desarrollan la campaña anti centrista están manifestando un izquierdismo infantil anacrónico”, esto es una descalificación sin sustento alguno, que desmonta el artículo, “Cuba: Los centristas y sus defensores”
“¿Contra “el centrismo” o contra una posición de izquierda militante pero realista y dialéctica?”, este es el título de un artículo de Humberto Pérez, que como se puede apreciar descalifica a los que combatimos el centrismo y autentifica a nuestros oponentes, de inicio.
“Sabemos que solo diez años después, los términos «dentro» y «contra» fueron manipulados muchas veces en referencias arbitrarias para reprimir”. Este es Aurelio Alonso, empeñado en traer a colación el llamado, “quinquenio gris”, que nada tiene que ver con el debate y que solo constituye un intento de desvirtuar su esencia y sectorializarlo, amén de manipular la consabida solidaridad del medio intelectual.
“Ahora no queremos muertos. El estado y el gobierno serán nuestros aliados, (…) y deberán entender que si queremos la soberanía popular, la independencia y no el anexionismo, (…) no somos los enemigos…”. Esto es parte de un texto agresivo, de una falsedad total, manipulador e hipócrita de Julio Antonio Fernández Estrada, que encuentra respuesta en el artículo, “El resentimiento, la hipocresía y las máscaras”
Ninguno de estos textos tiene la objetividad, ni la seriedad necesaria para ser publicados en el Granma, sería necesario, tomar todas las páginas de ese medio para aclarar cada una de las tergiversaciones y falsedades que contienen.
También están los lamentos por la forma en que se seleccionan los comentarios en la versión digital del Granma, algunos vertidos en la “influyente” plataforma en su última entrada:
“…hace años pero ya siendo Eusebio director de la oficina del historiador de la ciudad, un policía –probablemente bisoño allí, seguramente ignorante/despistado– no lo dejaba entrar…”, me pregunto, ¿Por qué esa forma despectiva y humillante de referirse a un miembro de la PNR?, ¿Los revolucionarios hablan así de su policía?
“Fidel (…) dijo una vez que nosotros teníamos que tomar lo que fuera positivo del capitalismo; no me crean mucho, lo digo de memoria …”, ¿Es serio publicar una cita de una frase que se le adjudica al líder histórico de la revolución cubana, cuando ni el que la dice está seguro?
“…esos mismos que quieren matar a los “centristas.’ Eusebio habla bien claro de ellos en la entrevista, él fue una víctima más…” Esto es una impúdica mentira. La entrevista.
Dice Eusebio, “…yo tengo una representatividad política, (…), yo estoy en la disciplina del partido, y por tanto no puedo hacer juicios liberales, ni creerme que tengo el monopolio de la verdad…”, ojalá, los que lo citan e interpretan a su manera, tuvieran el mismo sentido de la responsabilidad que este insigne intelectual, y comprendieran los daños y confusiones que causan dentro de las filas revolucionarias con sus devaneos políticos.
Obvian además partes fundamentales de la entrevista, por ejemplo, cuando define que el final del camino de Cuba debe ser un socialismo próspero y sostenible, así como el momento en que con particular humildad y sentido de responsabilidad declina enjuiciar a los movimientos de izquierda, algo que, si hacen ególatramente, ellos.
Un comentario en el blog de marras, sobre la mencionada entrevista, trata sobre el concepto de Revolución, y de algunas ideas esenciales contenidas dentro de él. Una precisión:
Relacionado con las fuerzas internas que pueden retardar los cambios, sería necio interpretar que Eusebio se refiere a los que defendemos la Revolución, nadie desde posiciones genuinamente revolucionarias podría tratar de influir para ralentizarlos, ¿Será que nos consideran masoquistas y creen que deseamos para nosotros y nuestras familias las limitaciones que hoy padecemos?
Raúl, lo puede explicar mucho mejor, “No olvidemos que el ritmo y la profundidad de los cambios que debemos introducir en nuestro modelo deben estar condicionados por la capacidad que tengamos de hacer las cosas bien y rectificar oportunamente ante cualquier desviación”, ¿Entendieron?
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros no criticó la lentitud de los cambios, sino la premura en ellos que ha conducido a errores que señaló, lo cito, “Decidimos hacer las cooperativas, (…) e inmediatamente nos lanzamos a hacer decenas de cooperativas de la construcción, ¿nadie ha analizado las consecuencias que eso trajo y los problemas que esa precipitación ha creado?, (…). Y como esas, hay unas cuantas”.
Sin la información necesaria, solo con la distorsionada que les soplan en los oídos, se creen en capacidad de enjuiciar al estado y a cuanto les huela a él.
“Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”.
Antonio Machado.
Si la preocupación real es Cuba y su Revolución, ¿Por qué descalifican y demonizan al estado, cuando saben que esa es una de las principales líneas de acción enemiga?, el debate entre revolucionarios y el intercambio de ideas, no es símbolo de anarquía, ni de aceptación de conceptos ajenos al socialismo en nuestro proyecto social, es entre revolucionarios, que se supone deseamos perfeccionar la obra, no pisotearla, podremos discrepar en todo, menos en cuestiones de principios.
La política no es una canción ni un poema, es según Martí, “el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma del ideal que se persigue”, esto difiere sustancialmente de componer canciones, donde la limitante es el talento que tengamos para solucionar los retos que nos imponga la obra que deseamos lograr y el único daño que podríamos causar, es hacer sufrir a un auditorio con una mala pieza o condicionar patrones de consumo artístico inadecuados.
En política no contamos solo nosotros, decía Martí, “Quien piensa en sí no ama a la Patria”, valdría agregarle, quien solo piensa en si, no tiene sentido del momento histórico.
Cuba es un país asediado por la mayor potencia militar y económica de la historia, conocidos son sus planes para destruir nuestro proyecto social, nos aplican la llamada Guerra de Cuarta Generación, cuya columna vertebral es la guerra psicológica para la creación de estados de ánimos y opinión, acordes a sus intereses, esto sumado a otras formas de subversión político ideológica que se practican contra Cuba, conforman un escenario de acoso que hace imprescindible, la unidad de las fuerzas que defienden la Revolución, para poder enfrentar con éxito estas actividades.
En este contexto, no se pueden justificar malabares políticos, ni acciones que erosionen la respuesta coherente a estas actividades, menos darle espacio para que causen daño. Hacerlo, en el mejor de los casos, es una irresponsabilidad.
No pretendemos coartar un debate, que quieran o no, estamos ganado, sino, no se escucharían los reclamos, de mayores posibilidades de divulgación de sus ideas, ni cometerían los errores conceptuales en que están incurriendo, pero duele tener que responderles a revolucionarios que son excelentes poetas, pero pésimos políticos.
Ojalá reconociéramos lo que tenemos, con la misma facilidad que conocemos lo que nos falta.
Mario Benedetti
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