En el país,
cuatro de cada diez arrestados son sin una orden de aprehensión; los
detenidos sufren agresiones físicas y psicológicas, y dentro de la
cárcel enfrentan hacinamiento y corrupción, reveló la primera “Encuesta
Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol) del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La encuesta, que se llevó a cabo en 2016 con más de 64 mil encuestados, reveló que 41.5 por ciento de las personas consultadas fue arrestado sin una orden de detención; 21.5 por ciento fue extraído de su casa sin el documento y a 20 por ciento lo levantaron en la calle.
El 25.5 por ciento de los encarcelados en 2016 fue arrestado inmediatamente después de haber cometido el delito.
De las personas arrestadas, 75.6 por ciento sufrió algún tipo de violencia psicológica, como, por ejemplo aislamiento e incomunicación (58.3%), amenaza con levantarle cargos falsos (52.5%); fue desvestida (46.2%), atados (40.2%), le vendaron los ojos o la cabeza (39.2%), le impidieron respirar (35.6%), entre otros.
Además, 63.8 por ciento de los arrestados sufrió una agresión física desde patadas o puñetazos (59%), golpes con objetos (39%), lesiones por aplastamiento (37%) descargas eléctricas (19.4%), quemaduras (6.5%).
Al rendir declaración, 46.6 por ciento sufrió presiones para dar otra versión de los hechos. De las personas que rinden declaración, 47.5 por ciento se declara culpable y 50.2 por ciento no.
La encuesta, que se llevó a cabo en 2016 con más de 64 mil encuestados, reveló que 41.5 por ciento de las personas consultadas fue arrestado sin una orden de detención; 21.5 por ciento fue extraído de su casa sin el documento y a 20 por ciento lo levantaron en la calle.
El 25.5 por ciento de los encarcelados en 2016 fue arrestado inmediatamente después de haber cometido el delito.
De las personas arrestadas, 75.6 por ciento sufrió algún tipo de violencia psicológica, como, por ejemplo aislamiento e incomunicación (58.3%), amenaza con levantarle cargos falsos (52.5%); fue desvestida (46.2%), atados (40.2%), le vendaron los ojos o la cabeza (39.2%), le impidieron respirar (35.6%), entre otros.
Además, 63.8 por ciento de los arrestados sufrió una agresión física desde patadas o puñetazos (59%), golpes con objetos (39%), lesiones por aplastamiento (37%) descargas eléctricas (19.4%), quemaduras (6.5%).
Al rendir declaración, 46.6 por ciento sufrió presiones para dar otra versión de los hechos. De las personas que rinden declaración, 47.5 por ciento se declara culpable y 50.2 por ciento no.
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