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Las autoridades mexicanas confirman la muerte de la española Pilar Garrido | Internacional
Pablo Ferri
Después de más de un mes de búsqueda, las autoridades mexicanas han confirmado la muerte de Pilar Garrido. Hace dos semanas, los investigadores encontraron una osamenta, cabello y tejidos
cerca del lugar donde el esposo dijo que la habían secuestrado. Fuentes
de la investigación informaron entonces a EL PAÍS que las
probabilidades de que pertenecieran a Pilar Garrido eran "muy altas". La
hermana ha asegurado que pedirá a España que ratifique que los restos
son los de Garrido.
La española, de 34 años, estaba desaparecida desde el pasado 2 de julio. Su esposo denunció entonces que dos hombres armados la habían secuestrado en una carretera de Tamaulipas, en el norte del país, cuando ella, él y su hijo volvían de pasar el fin de semana en la playa.
Las autoridades confirman ahora sus sospechas, después de confrontar el ADN de los restos encontrados con los del hijo de Pilar. La madre de Pilar, Rosa María, ha llegado este viernes a Ciudad Victoria, donde se le ha informado del resultado de las pruebas.
Todavía se ignoran muchos detalles del caso. No se sabe cómo ni
cuándo murió. Ni siquiera si murió allí, donde encontraron los huesos,
en una paraje en mitad de la nada, a 200 metros de una carretera
solitaria. Y sobre todo no se sabe quién lo hizo y por qué.
Jorge Fernández, su esposo, explicó a los investigadores que la mujer, su hijo y él pasaron el primer fin de semana de julio en La Pesca, un poblado turístico de la costa de Tamaulipas. Que el domingo por la tarde subieron al coche y emprendieron el camino de vuelta a Ciudad Victoria, la capital del estado, su casa desde hacía tres años. Que a mitad camino, un carro se les emparejó y les obligó a parar. Que bajaron dos muchachos armados y se llevaron a Pilar. No quisieron nada más. Ni su coche, ni el dinero, ni su teléfono móvil...
Las autoridades mexicanas comprobaron que la familia se hospedó donde dijo Jorge, el hotel Riviera del Río. Corroboraron que el domingo comieron en el restaurante Magui´s, junto al mar y que pasadas las 17.00 se subieron al coche.
Jorge denunció el secuestro el lunes 3 de julio, pero la familia no divulgó la historia hasta dos semanas más tarde. Las autoridades no avanzaban y los supuestos secuestradores no se ponían en contacto. De hecho, la procuraduría de Tamaulipas ni siquiera ha abordado el caso como un secuestro justo por eso, porque nadie llamó nunca para pedir rescate. Hablar con los medios se convertía así en una medida desesperada.
La familia de Pilar, que vive en un pueblo de Valencia, asume desde el principio la teoría del secuestro. Unos hombres se había llevado a Pilar y acabarían pidiendo dinero a cambio de su vuelta.
Pocos días después de que la familia informara de lo ocurrido, un medio español denunció que las autoridades habían encontrado sangre en el carro familiar. La procuraduría lo negó horas más tarde. Pese a ello, el marido se convertía en sospechoso ante la opinión pública.
Ante las especulaciones, Raquel, la hermana de Pilar, dijo que "ponía la mano en el fuego" por su cuñado. Las autoridades han reiterado que Jorge Fernández no es sospechoso de nada. Al menos, de momento.
Personal de la Policía Federal y de la Procuraduría de Tamaulipas han participado en diez operativos en estas cinco semanas de búsqueda. Entre 80 y 100 funcionarios, según información del Gobierno estatal, se dieron a la tarea, apoyados de un helicóptero y una unidad de perros adiestrados. Buscaron cerca de La Pesca, en los alrededores de Soto la Marina y en Villa de Casas, los pueblos que separan la costa de Ciudad Victoria. Al final la han encontrado en mitad de la nada, a poco más de diez minutos en coche del lugar del que su esposo dice que se la llevaron.
Raquel ha ofrecido una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Massalavés (Valencia), junto al alcalde del municipio, Gregorio Andreu, durante la cual ha exigido a la policía mexicana unas radiografías dentales "para saber con certeza, al cien por cien, que es mi hermana" y poder "enterrarla y llorarla"
Según ha explicado, desde México han ratificado que el ADN es el de su hermana Pilar "pero lo han hecho verbalmente, no hay informe de momento, tardarán días en darlo", y ha explicado que los huesos hallados se quedarán unos días más en aquel país porque tienen que hacer más investigaciones.
Ha indicado que lleva 15 días exigiendo al Gobierno y la Policía mexicana una placa de los molares del cadáver encontrado porque con esas radiografías "en 24 horas sabríamos si es mi hermana". Raquel ha indicado que no desconfía de México "pero mi gobierno es el español y la policía la española, y vamos a hacer un segundo análisis para quedarme tranquila".
La española, de 34 años, estaba desaparecida desde el pasado 2 de julio. Su esposo denunció entonces que dos hombres armados la habían secuestrado en una carretera de Tamaulipas, en el norte del país, cuando ella, él y su hijo volvían de pasar el fin de semana en la playa.
Las autoridades confirman ahora sus sospechas, después de confrontar el ADN de los restos encontrados con los del hijo de Pilar. La madre de Pilar, Rosa María, ha llegado este viernes a Ciudad Victoria, donde se le ha informado del resultado de las pruebas.
Jorge Fernández, su esposo, explicó a los investigadores que la mujer, su hijo y él pasaron el primer fin de semana de julio en La Pesca, un poblado turístico de la costa de Tamaulipas. Que el domingo por la tarde subieron al coche y emprendieron el camino de vuelta a Ciudad Victoria, la capital del estado, su casa desde hacía tres años. Que a mitad camino, un carro se les emparejó y les obligó a parar. Que bajaron dos muchachos armados y se llevaron a Pilar. No quisieron nada más. Ni su coche, ni el dinero, ni su teléfono móvil...
Las autoridades mexicanas comprobaron que la familia se hospedó donde dijo Jorge, el hotel Riviera del Río. Corroboraron que el domingo comieron en el restaurante Magui´s, junto al mar y que pasadas las 17.00 se subieron al coche.
Jorge denunció el secuestro el lunes 3 de julio, pero la familia no divulgó la historia hasta dos semanas más tarde. Las autoridades no avanzaban y los supuestos secuestradores no se ponían en contacto. De hecho, la procuraduría de Tamaulipas ni siquiera ha abordado el caso como un secuestro justo por eso, porque nadie llamó nunca para pedir rescate. Hablar con los medios se convertía así en una medida desesperada.
La familia de Pilar, que vive en un pueblo de Valencia, asume desde el principio la teoría del secuestro. Unos hombres se había llevado a Pilar y acabarían pidiendo dinero a cambio de su vuelta.
Pocos días después de que la familia informara de lo ocurrido, un medio español denunció que las autoridades habían encontrado sangre en el carro familiar. La procuraduría lo negó horas más tarde. Pese a ello, el marido se convertía en sospechoso ante la opinión pública.
Ante las especulaciones, Raquel, la hermana de Pilar, dijo que "ponía la mano en el fuego" por su cuñado. Las autoridades han reiterado que Jorge Fernández no es sospechoso de nada. Al menos, de momento.
Personal de la Policía Federal y de la Procuraduría de Tamaulipas han participado en diez operativos en estas cinco semanas de búsqueda. Entre 80 y 100 funcionarios, según información del Gobierno estatal, se dieron a la tarea, apoyados de un helicóptero y una unidad de perros adiestrados. Buscaron cerca de La Pesca, en los alrededores de Soto la Marina y en Villa de Casas, los pueblos que separan la costa de Ciudad Victoria. Al final la han encontrado en mitad de la nada, a poco más de diez minutos en coche del lugar del que su esposo dice que se la llevaron.
La familia quiere otro análisis de ADN en España
EFE, Massalavés
La hermana de Pilar Garrido ha asegurado tras conocer la noticia que
dirá que los restos son de ella "cuando los vea" y hasta entonces no va a
"derrumbarse" porque "si hay esperanza, siempre estaré con la
esperanza".Raquel ha ofrecido una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Massalavés (Valencia), junto al alcalde del municipio, Gregorio Andreu, durante la cual ha exigido a la policía mexicana unas radiografías dentales "para saber con certeza, al cien por cien, que es mi hermana" y poder "enterrarla y llorarla"
Según ha explicado, desde México han ratificado que el ADN es el de su hermana Pilar "pero lo han hecho verbalmente, no hay informe de momento, tardarán días en darlo", y ha explicado que los huesos hallados se quedarán unos días más en aquel país porque tienen que hacer más investigaciones.
Ha indicado que lleva 15 días exigiendo al Gobierno y la Policía mexicana una placa de los molares del cadáver encontrado porque con esas radiografías "en 24 horas sabríamos si es mi hermana". Raquel ha indicado que no desconfía de México "pero mi gobierno es el español y la policía la española, y vamos a hacer un segundo análisis para quedarme tranquila".
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