EE.UU.
y Corea del Norte mantienen diálogos secretos desde hace meses a través
de un canal diplomático, denominado ‘el canal de Nueva York’.
Ya
se sabía que Washington y Pyongyang realizaron contactos diplomáticos
para asegurar la liberación del estudiante estadounidense Otto Warmbier en junio pasado. Sin embargo, según ha revelado este viernes la agencia The Associated Press (AP),
el enviado estadounidense a Corea del Norte, Joseph Yun, y el
diplomático norcoreano Pak Song Il han continuado las comunicaciones e
incluso abordado temas de diversa índole.Dicho medio, citando fuentes conocedoras de los contactos, ha apostillado que las interacciones hasta este momento no han podido calmar las tensiones ante el avance nuclear y misilístico de Corea del Norte, los que ahora están alimentando los temores de una eventual confrontación militar entre los dos países.
No obstante, de acuerdo con las mismas fuentes, podrían ser una base para negociaciones más serias, barajando la posibilidad de cubrir la cuestión de las armas nucleares de Corea del Norte, si el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, dejan de lado la retórica belicista de los últimos días y abogan por un diálogo.
Tenemos otros medios de comunicación abiertos para ellos para escucharlos, si tienen el deseo de hablar", ha dicho el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson.Los contactos están ocurriendo regularmente, como han aseverado los funcionarios estadounidenses y otros informados sobre el proceso, quienes no están autorizados para discutir los intercambios confidenciales, por lo que han hablado bajo condición de anonimato. Dichos funcionarios lo llaman "el canal de Nueva York", ha añadido AP.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, hizo insinuaciones esta semana respecto a los diálogos que se llevan a escondidas. "Tenemos otros medios de comunicación abiertos para ellos para escucharlos, si tienen el deseo de hablar", dijo en una reunión de seguridad en Filipinas.
Las interacciones podrían indicar un nivel de pragmatismo en el enfoque de la Administración de Trump frente a la amenaza norcoreana, a pesar de las terribles advertencias belicistas del presidente estadounidense. Esos diálogos también sugieren que Pyongyang podría estar abierto a una negociación, aun cuando habla de lanzar misiles cerca del territorio estadounidense de Guam.
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