¿Es George Soros un agente antisionista?
01.09.2017
El
Magnicidio de Kennedy tuvo como daño colateral el nacimiento de un
sistema político tutelado por el “Poder en la sombra”, quedando desde
entonces como rehenes todos lo sucesivos Presidentes electos de EEUU,
según la confesión realizada por el primer Ministro israelí Ariel Sharon
al entonces Ministro del Exteriores Shimon Peres en octubre del 2001:
“Nosotros, el pueblo judío, controlamos Estados Unidos y los
estadounidenses los saben”, teniendo como fuente la radio israelí “Kol
Israel”, sirviéndose de lobbys de presión entre los que descollaría la
American Israel Public Affairs Committee (AIPAC).
Así, la AIPAC sería el más influyente grupo de
presión pro-ísraelí en EEUU pues cuenta con más de 100.000 miembros (150
de ellos dedicados exclusivamente a presionar al Congreso, a la Casa
Blanca y todos los organismos administrativos en la toma de decisiones
políticas que puedan afectar a los intereses del Estado de Israel) y
aunque siempre se ha creído que la AIPAC sería un “gobierno virtual”
que teledirigiría la política exterior de EEUU en función de los
intereses israelíes, la realidad sería que el lobby pro-israelí tiene
verdadero peso en los ámbitos del poder porque EE.UU. e Israel casi
siempre han compartido idénticos intereses geopolíticos desde la
fundación del Estado de Israel en 1.948. Así, EE.UU. contaría con Israel
para mantener a los Estados árabes de Oriente Próximo bajo la amenaza
constante de ataque, (asegurándose de paso que se mantengan serviles
ante Washington) e Israel no podría seguir existiendo en su forma actual
sin el fuerte apoyo político y material que recibe de EE.UU. (unos
3.800 millones de dólares anuales en ayuda militar).
Sin embargo, el Gobierno de Netanyahu aspira a
resucitar el endemismo del Gran Israel (Eretz Israel), ente que
intentaría aunar los conceptos antitéticos del atavismo del Gran Israel (Eretz Israel), que bebería de las fuentes de Génesis
15:18, que señala que “ hace 4.000 años, el título de propiedad de toda
la tierra existente entre el Río Nilo de Egipto y el Río Eúfrates fue
legado al patriarca hebreo Abraham y trasferida posteriormente a sus
descendientes”. Dicha doctrina tendría como principal adalid a Isaac
Shamir al defender que “Judea y Samaria (términos bíblicos de la actual
Cisjordania) son parte integral de la tierra de Israel. No han sido
capturadas ni van a ser devueltas a nadie”. Dicha doctrina sería la
fuente en la que beberían los postulados actuales del partido Likud
liderado por Netanyahu quien aspira a convertir a Jerusalén en la
“capital indivisible del nuevo Israel”, tras la invasión de su parte
oriental tras la Guerra de los Seis Días (1.967) , extremo que habría
sido tratado por el yerno de Trump y encargado de solucionar el
contencioso palestino-israelí, Jared Kushn ( judío ortodoxo cuyos
abuelos sobrevivieron al Holocausto) en la reciente reunión que mantuvo
en Israel con Netanyahu.
George Soros y la trama anti-Trump
Hasta Eisenhower, la CIA fue únicamente la
organización de inteligencia central para el gobierno de los Estados
Unidos y estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de
insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas
del Pentágono, pero los lobbys militar y financiero (ambos fagocitados
por el looby judío) no pudieron resistir a la tentación de crear un
gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder, derivando en
la aparición de un nuevo ente (el complejo militar-industrial, en
palabras de Eisenhower), refractaria a la opinión pública y al control
del Congreso y Senado de los Estados Unidos). En la actualidad, la
Compañía se habría transmutado en el llamado Departamento de Seguridad
Nacional ( Homeland Security) y de la hidra-CIA habrían nacido 17 nuevas
cabezas en forma de agencias de inteligencia que integrarían la
Comunidad de Inteligencia de EEUU ( la Cuarta Rama del Gobierno según
Tom Engelhardt) , agentes patógenos de naturaleza totalitaria y
devenidos en Estado paralelo, verdadero poder en la sombra fagocitado
por el “Club de las Islas” de George Soros y que se habría conjurado
contra un Trump partidario de una Geopolítica Primus Inter Pares entre
EE.UU. y Rusia (G2).
Dicha trama anti-Trump habría sido diseñada tras la
reciente reunión celebrada en Washington en la que participaron cerca de
200 patrocinadores de la campaña electoral de Hillary Clinton
encuadrados en la llamada Alianza Democracia (DA), megaorganización
fundada por George Soros en el 2.005 y constaría de una primera fase
para torpedear el traspaso de poderes Obama-Trump mediante una
“revolución patriótica o multicolor” en EEUU. Así, según el portal Zero
Hegde, las espontáneas manifestaciones populares anti-Trump habría sido
inspiradas por el portal digital MoveOn.org, patrocinado por el ínclito
Soros bajo el lema “Levántate y lucha por los ideales estadounidenses” y
cuya segunda fase será truncar la carrera política de Trump por métodos
legales (Impeachment) o por métodos expeditivos (léase Magnicidio),
tras lo que el VicePresidente Mike Pence asumiría la Presidencia y
retornaría a la senda de las seudodemocracias tuteladas por el verdadero
Poder en la sombra de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno).
¿Es Soros un agente antisionista?
Tras la iniciativa del Club de las Islas encabezada
por George Soros contra Donald Trump, Netanyahu habría salido en su
ayuda y habría declarado a Soros “enemigo de Israel” como
respuesta a la supuesta hostilidad de Soros (judío húngaro nacionalizado
estadounidense).hacia el Estado judío. Así, el Ministerio de Exteriores
judío emitió un comunicado en el que acusaba a George Soros de “socavar
ininterrumpidamente a los Gobierno democráticamente elegidos de Israel
al fundar organizaciones que difaman al Estado judío y buscan negar su
derecho a defenderse” tras la campaña contra Soros desarrollada por el Primer Ministro húngaro Viktor Oran en la que exigía al magnate judío “no entrometerse en los asuntos internos de Hungría”.
Soros había condenado al Gobierno húngaro pro su
rechazo a acoger a los refugiados musulmanes en su mayoría procedentes
de Siria, al percatarse Oran de la estrategia de Soros de intentar “balcanizar Europa”, pero
la campaña fue utilizada por grupos de ultraderecha húngaros para
realizar propaganda antisemita y neonazi, lo que habría encendido las
alarmas en Israel y habría llevado al embajador israelí en Hungría,
Yossi Amrani a afirmar que “la campaña contra Soros siembra odio y temor”.
Posteriormente, el AIPAC habría tomado las riendas de
la campaña contra Soros al organizar una campaña petitoria para exigir
al Presidente Trump que “reconozca como terrorista doméstico al
multimillonario George Soros y todas sus organizaciones amén de
confiscar todos sus activos en EEUU”,campaña que llevaría ya
recogidas cerca de 70.000 firmas y que espera alcanzar con facilidad las
100.000 firmas necesarias para ser tomada en consideración por la Casa
Blanca, con lo que nos encontramos en el inicio de un duelo Soros-Trump
en el que tan sólo uno de ellos puede sobrevivir.
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