La ONU presenta las ‘pruebas’ sobre el empleo de armas químicas por el ejército de Siria
En la Guerra de Siria se ha cumplido una ley a rajatabla: cada vez que
el gobierno de Damasco ganaba una batalla, es decir, cada vez que la paz
estaba un poco más cerca, aparecen los rumores sobre el empleo de armas
químicas.
De esa manera, aunque el ejército gane una batalla, el gobierno perdía de cualquier manera porque los medios que empleaba (armas tóxicas) empañaban sus éxitos militares.
Así ha vuelto a ocurrir tras la ruptura del cerco del cerco en Deir Ezzor: se ha filtrado a los medios el informe de la ONU sobre el ataque químico ocurrido el 4 de abril en Jan Cheijun.
A pesar de su triunfo militar, el gobierno de Damasco está condenado al aislamiento político y diplomático. Quedará apestado para siempre, como el de Corea del norte. A veces el imperialismo no necesita misiles; le basta con el control de los medios comunicación internacionales (que desempeñan el mismo papel).
Tras el ataque químico de Jan Sheijun, el gobierno de Bashar Al-Assad fue el primero que exigió una investigación internacional, pero imparcial, lo cual supone dos cosas como mínimo: que se tengan en cuenta todas las pruebas, no sólo las de los yihadistas, y que los investigadores acudan al lugar en el que ocurrieron los hechos.
El informe de la ONU, elaborado por expertos de la OIAC, el organismo encargado de supervisar la prohibición de las armas químicas, no cumple ninguno de esos dos requisitos. Han justificado que los investigadores no se desplacen al lugar para velar por su su seguridad. Pero si lo que quieren seguridad lo tienen muy fácil: que renuncien a investigar nada.
Queda el segundo aspecto: el informe lo han elaborado teniendo en cuenta única y exclusivamente testimonios indirectos de los yihadistas. En pocas palabras: una vergüenza, otra más, de la ONU y la OIAC.
La galaxia informativa que tanto alardea de “luchar” contra las falsedades y las mentiras, tiene aquí un buen material de trabajo. Pueden empezar por la fuente de la “noticia” que dentro de poco veremos como primicia en todos los canales de televisión para tratar de impedir lo que es ya inevitable: el gobierno de Damasco ha ganado la guerra y las “noticias” falsas no van a resucitar a los yihadistas para llevarlos otra vez al campo de batalla.
El resto es la misma música celestial que llevamos escuchando desde 2011 (por lo menos).
De esa manera, aunque el ejército gane una batalla, el gobierno perdía de cualquier manera porque los medios que empleaba (armas tóxicas) empañaban sus éxitos militares.
Así ha vuelto a ocurrir tras la ruptura del cerco del cerco en Deir Ezzor: se ha filtrado a los medios el informe de la ONU sobre el ataque químico ocurrido el 4 de abril en Jan Cheijun.
A pesar de su triunfo militar, el gobierno de Damasco está condenado al aislamiento político y diplomático. Quedará apestado para siempre, como el de Corea del norte. A veces el imperialismo no necesita misiles; le basta con el control de los medios comunicación internacionales (que desempeñan el mismo papel).
Tras el ataque químico de Jan Sheijun, el gobierno de Bashar Al-Assad fue el primero que exigió una investigación internacional, pero imparcial, lo cual supone dos cosas como mínimo: que se tengan en cuenta todas las pruebas, no sólo las de los yihadistas, y que los investigadores acudan al lugar en el que ocurrieron los hechos.
El informe de la ONU, elaborado por expertos de la OIAC, el organismo encargado de supervisar la prohibición de las armas químicas, no cumple ninguno de esos dos requisitos. Han justificado que los investigadores no se desplacen al lugar para velar por su su seguridad. Pero si lo que quieren seguridad lo tienen muy fácil: que renuncien a investigar nada.
Queda el segundo aspecto: el informe lo han elaborado teniendo en cuenta única y exclusivamente testimonios indirectos de los yihadistas. En pocas palabras: una vergüenza, otra más, de la ONU y la OIAC.
La galaxia informativa que tanto alardea de “luchar” contra las falsedades y las mentiras, tiene aquí un buen material de trabajo. Pueden empezar por la fuente de la “noticia” que dentro de poco veremos como primicia en todos los canales de televisión para tratar de impedir lo que es ya inevitable: el gobierno de Damasco ha ganado la guerra y las “noticias” falsas no van a resucitar a los yihadistas para llevarlos otra vez al campo de batalla.
El resto es la misma música celestial que llevamos escuchando desde 2011 (por lo menos).
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