La
visita oficial a Moscú del rey Salmán Bin Abdulaziz al Saúd, - la
primera de un rey de Arabia Saudí en la historia de las relaciones entre
ambos países -, marca una tendencia: que los aliados de EEUU se acercan
cada vez más a Rusia. Y la clave la dio esta semana el presidente,
Vladímir Putin: Rusia es un país previsible con una agenda clara.
EEUU
no es un socio confiable. Es un hecho que sus aliados confirman cada
día que pasa, y la presencia de Donald Trump en el Despacho Oval no hizo
más que potenciar esa situación.
El acercamiento de Turquía a Rusia, con la compra de armas incluida, que los ha llevado a ser socios hasta en la solución del conflicto en Siria en las negociaciones de Astaná, y ahora la visita del rey de Arabia Saudí, no hace más que confirmarlo.
También en un contexto en que Trump ha declarado que todas las opciones están abiertas para hacer frente al programa nuclear de Corea del Norte, y su amenaza al Gobierno de Nicolás Maduro con aplicar sanciones económicas por la situación política que atraviesa la nación sudamericana.
El acercamiento de Turquía a Rusia, con la compra de armas incluida, que los ha llevado a ser socios hasta en la solución del conflicto en Siria en las negociaciones de Astaná, y ahora la visita del rey de Arabia Saudí, no hace más que confirmarlo.
Putin dio las claves esta semana, en la sesión plenaria del foro internacional
'Semana de la Energía de Rusia'
,
celebrado en Moscú: "Nuestra ventaja al tratar con los países de
Oriente Medio es que nunca jugamos un doble juego, somos predecibles",
de esta manera, no es el potencial militar, sino la predictibilidad la
que "atrae a nuestros socios a desarrollar relaciones con Rusia". Algo
de lo que han tomado buena nota varios países.
Para el columnista de Sputnik y exdirector de Euronews Luis Rivas, la
de Salmán Bin Abdulaziz al Saúd a Moscú "es una visita muy importante
porque Rusia y Arabia Saudí mantienen puntos de vista divergentes en
Oriente Medio en los casos de Siria, Yemen, y de sus relaciones con
Irán. Hasta este momento las relaciones entre ambos países eran
correctas, pero Arabia Saudí es aliado de EEUU y un rival geoestratégico
para Rusia".
En este sentido, el periodista incide en que
esta reunión "supone un acercamiento muy importante para la solución de
los conflictos en Siria, Yemen, y otros de la región. También deja
patente la pérdida de influencia de EEUU. Arabia Saudí también se da
cuenta de que la inexistencia de la política exterior norteamericana en
Oriente Medio es patente. Y por supuesto, que el rol preponderante que
está tomando Rusia en Oriente Medio después de lo que hemos podido ver
en Siria, está aumentando".
Asimismo, Rivas explica que a ambos países (Rusia y Arabia Saudí),
también les interesa llegar a acuerdos en la producción del petróleo.
Esta misma
semana, el presidente de EEUU, Donald Trump, volvió a dar muestra de su
imprevisibilidad tan temida, en una reunión que sostuvo con altos
oficiales militares y sus esposas en la Casa Blanca. Al culminar el
evento, y mientras se hacían la foto de familia, el inquilino de la Casa
Blanca soltó: "Tenemos a los grandes líderes militares del mundo en
esta sala. ¿Saben lo que esto representa? Tal vez sea la calma antes de
la tormenta".
Los medios presentes apuraron a Trump a aclarar a qué se refería. Y
su respuesta, por su naturaleza, no defraudó: "Ya lo descubrirán".
Entonces, comenzaron las especulaciones. La reunión se produjo en
momentos en que Trump evalúa si se debe o no desestimar el acuerdo
nuclear iraní, una medida que dificultaría uno de los logros
diplomáticos clave del expresidente Barack Obama, según algunos
analistas.También en un contexto en que Trump ha declarado que todas las opciones están abiertas para hacer frente al programa nuclear de Corea del Norte, y su amenaza al Gobierno de Nicolás Maduro con aplicar sanciones económicas por la situación política que atraviesa la nación sudamericana.
Rivas afirma que "estas bravatas del presidente
norteamericano, después no tienen ninguna relación con la realidad, ni
ninguna concreción sobre el terreno. Sabemos que el acuerdo nuclear con
Irán es uno de los puntos negros en la política de Donald Trump. Pero
precisamente el acercamiento entre Arabia Saudí y Rusia es algo que
juega en su contra, porque Arabia Saudí, que es el principal rival
geoestratégico de Rusia en la zona, se acerca a Moscú para mejorar unas
relaciones, algo que le puede llevar también a mejorar sus relaciones
con Irán", explica el analista.
"Estas amenazas de Donald Trump sólo sirven, en primer lugar, para
alimentar a su propio personaje; en segundo lugar, no se concretan en
nada; y en tercer lugar, no sirven para mejorar la posición de EEUU en
Oriente Medio", sentencia Luis Rivas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario