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Las señales de los tiempos: ANTON SZANDOR LAVEY

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Alberto Gutiérrez
Evidencia del carácter diabólico de la Orden Masónica es el hecho de que Anton LaVey, el fundador y líder de la Iglesia de Satanás, hace repetidas referencias a la francmasonería en su libro "El Ritual Satánico", acompañante de la biblia satánica.

En la página 21 de este libro él reconoce que el satanismo moderno se deriva mucho de las enseñanzas y ritos masónicos:

«El ritual satánico es una mezcla de gnosticismo, cabalismo, hermetismo y elementos masónicos, que incorpora la nomenclatura y palabras vibrantes de poder de casi todos los mitos». [Anton Szandor LaVey, The Satanic Rituals-Companion to the Satanic Bible (Nueva York: Avon Books, 1972) pág. 21].

Uno de los ritos celebrados por la Iglesia de Satanás es "la ceremonia del aire sofocante", más conocida por "L’Air Epais". Según LaVey, este rito se hacía originalmente CUANDO SE ENTRABA EN EL SEXTO GRADO DE LA ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS. [Ibid, pág. 54].

Recordemos que los Caballeros Templarios fueron los precursores de la francmasonería. Al describir los requisitos de L’Air Epais, LaVey comenta:

«El ataúd puede ser de cualquier tipo, aunque se recomienda un estilo hexagonal tradicional, porque es el tipo que se muestra EN EL SELLO DEL SEXTO GRADO DE LOS TEMPLARIOS y, junto con la calavera y huesos, forma parte de los símbolos masones...» [Ibid, pág. 59].

LaVey continúa:

«El rito original de LOS TEMPLARIOS DEL QUINTO GRADO guiaba simbólicamente al candidato a través del Paso del Diablo en las montañas que separaban el Este del Oeste (el dominio Yezidi). En el cruce de caminos el candidato tomaría una importante decisión: retener su presente identidad o seguir por el Camino de la Izquierda para Shamballah, donde moraría en la casa de Satanás, habiendo rechazado las tonterías e hipocresías del mundo cotidiano. Un paralelo americano de este rito muy llamativo se hace en las mezquitas de LA ANTIGUA ORDEN ÁRABE DE LOS NOBLES DE LA CAPILLA MÍSTICA (Shriners), una orden reservada para LOS MASONES DEL TRIGÉSIMO TERCER GRADO. Los Nobles se han apartado con elegancia de la implicación de herejía al referirse a lugar más allá del Paso del Diablo como el dominio donde ellos "pueden adorar en la capilla del Islam". » [Ibid, pág. 56].

El líder de la Iglesia de Satanás concluye:

«Es imposible hacer L’Air Epais sin un grado indiscreto de blasfemia hacia la ética cristiana... Las numerosas manifestaciones del satanismo en los ritos masónicos, por ejemplo la cabra, el ataúd, la cabeza de la muerte, etcétera, pueden ser velados con eufemismos; pero el rechazo de ciertos valores morales que demanda L’Air Epais no puede ser velado en las teologías aceptadas. Una vez que el candidato ha pasado este grado, sigue por el Camino de la Izquierda y escoge el Infierno en vez del Cielo. Además de ser rito y ceremonia, EL AIRE SOFOCANTE es un "momento morí" llevado a un grado extremo» [Ibid, pág. 56 y 58].

Al llegar a este punto uno pudiera decir: "Bueno, estoy de acuerdo con tu punto de que la francmasonería no es una buena organización; pero ¿por qué preocuparme si la mayoría de los que están envueltos en ella ni siquiera conocen la agenda secreta y por lo tanto no pueden ser una amenaza para la sociedad?".

La respuesta se encuentra en el hecho de que la francmasonería favorece EL UNIVERSALISMO DE LAS RELIGIONES en sus niveles más bajos.
Desde los primeros grados, la francmasonería condiciona sutilmente a sus miembros a aceptar LA CREENCIA ERRÓNEA DE QUE TODAS LAS RELIGIONES SON CAMINOS AL MISMO DIOS, haciendo del sacrificio de Cristo en la cruz algo insignificante y sin sentido.
Una aceptación amplia de este punto de vista es una precondición para UNIR A LA HUMANIDAD en un sistema de GOBIERNO MUNDIAL. Sin la existencia de una religión global sintética capaz de unir las religiones del mundo bajo una misma sombrilla, sería imposible que los conspiradores tuvieran éxito.
La francmasonería provee esta sombrilla.
Ya ha tenido éxito en preparar una gran porción de la población del mundo para aceptar su punto de vista universalista.

La religión masónica es, por lo tanto, no solamente una amenaza para las almas de sus miembros, sino también para la soberanía de las naciones, y también para el actual sistema mundial; por esas razones debemos oponernos a ella...

Fuente: https://www.facebook.com/alberto.gutierrez.526875/posts/10155809742224281