La presidenta
constitucional de Brasil, Dilma Rousseff, acusó este
miércoles al mandatario de facto Michel Temer de asegurar su impunidad
mediante la compra de votos de los diputados brasileños, durante las
discusiones para abrir una investigación en su contra por corrupción.
"La compra de votos en la Cámara para garantizarse impunidad es un patrón adoptado por Temer", escribió en su cuenta de Twitter.
Aseguró que Temer y Aécio Neves (senador del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña) se encuentran libres de las numerosas acusaciones de corrupción por haber comprado los votos entre los parlamentarios. "Compraron su impunidad, yo fui apartada por no tener mayoría parlamentaria y no haber comprado votos", dijo.
Rousseff recordó que esta estrategia ya ha sido utilizada por los partidos conservadores, incluso por el expresidente de la Cámara Eduardo Cunha, en el impeachment en el que la imputaron y destituyeron de su cargo en el 2016.
Michel Temer consiguió que la Cámara de los Diputados encarpetara dos denuncias presentadas por la Fiscalía: la primera por un supuesto delito de corrupción pasiva y la segunda por pertenecer a una organización delictiva y obstruir la justicia.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), exigió que se haga justicia por su mandato, por la democracia y las instituciones de su nación.
Caso de Rousseff
La defensa de Rousseff pidió en octubre la anulación del impeachment, debido a las declaraciones del cambista Lúcio Funaro, quien confesó ante la Justicia haber ayudado a comprar los votos entre los diputados para imputar y destituir a la mandataria.
Funaro declaró que entregó un millón de reales (315.000 dólares) al expresidente de la Cámara, Eduardo Cunha, para comprar la mayoría de los votos en contra de Dilma Rousseff, acusada de maquillar cuentas públicas.
"La compra de votos en la Cámara para garantizarse impunidad es un patrón adoptado por Temer", escribió en su cuenta de Twitter.
Aseguró que Temer y Aécio Neves (senador del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña) se encuentran libres de las numerosas acusaciones de corrupción por haber comprado los votos entre los parlamentarios. "Compraron su impunidad, yo fui apartada por no tener mayoría parlamentaria y no haber comprado votos", dijo.
Rousseff recordó que esta estrategia ya ha sido utilizada por los partidos conservadores, incluso por el expresidente de la Cámara Eduardo Cunha, en el impeachment en el que la imputaron y destituyeron de su cargo en el 2016.
Michel Temer consiguió que la Cámara de los Diputados encarpetara dos denuncias presentadas por la Fiscalía: la primera por un supuesto delito de corrupción pasiva y la segunda por pertenecer a una organización delictiva y obstruir la justicia.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), exigió que se haga justicia por su mandato, por la democracia y las instituciones de su nación.
Caso de Rousseff
La defensa de Rousseff pidió en octubre la anulación del impeachment, debido a las declaraciones del cambista Lúcio Funaro, quien confesó ante la Justicia haber ayudado a comprar los votos entre los diputados para imputar y destituir a la mandataria.
Funaro declaró que entregó un millón de reales (315.000 dólares) al expresidente de la Cámara, Eduardo Cunha, para comprar la mayoría de los votos en contra de Dilma Rousseff, acusada de maquillar cuentas públicas.
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