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La situación en el cielo del mar Báltico se ha relajado y no se han registrado incidentes peligrosos en el aire últimamente, informó a Sputnik el director del Departamento de Cooperación Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andréi Kelin.
En las recientes consultas, Suecia confirmó que, una vez aceptadas ciertas reglas de comportamiento en el aire de las aeronaves estatales —que pertenecen a la aviación militar—, la situación internacional mejoró significativamente, afirmó Kelin.
El alto cargo del Ministerio de Exteriores también señaló que la OTAN colabora estrechamente con Suecia y Finlandia, intentando influirles e imponerles su posición. No obstante, en Helsinki y en Estocolmo hay suficientes fuerzas independientes que se oponen a unirse a la Alianza Atlántica y quieren mantener el estado actual.
De acuerdo con el politólogo militar Andréi Koshkin, la posición de Finlandia y Suecia hasta el momento indica su deseo de buscar un terreno común con Rusia, por eso la situación en los cielos del Báltico ya no está tan tensa. Y, por supuesto, es una noticia positiva.
"La reducción de la actividad sobre el mar Báltico por parte de la OTAN se debe a la posición de Finlandia y Suecia. La Alianza está tratando de influir, pero a ellas les gusta su neutralidad. Al mismo tiempo, entienden que hoy en día no se puede hablar sobre la seguridad de Europa sin la participación de Rusia, porque precisamente este país garantiza la seguridad del continente europeo", recalca el politólogo.
En julio de este año ya se había informado que la cantidad de los vuelos de vigilancia de la OTAN cerca de las fronteras rusas disminuyó notablemente. Así, los países del Báltico —Letonia, Lituania y Estonia— no disponen de aviones capaces de realizar patrullajes aéreos, por lo que los Estados miembros de la OTAN asumen de manera rotativa esta misión.
Suecia y Finlandia obligan a la OTAN a bajar su actividad provocadora en el mar Báltico
La situación en el cielo del mar Báltico se ha relajado y no se han registrado incidentes peligrosos en el aire últimamente, informó a Sputnik el director del Departamento de Cooperación Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andréi Kelin.
En las recientes consultas, Suecia confirmó que, una vez aceptadas ciertas reglas de comportamiento en el aire de las aeronaves estatales —que pertenecen a la aviación militar—, la situación internacional mejoró significativamente, afirmó Kelin.
El alto cargo del Ministerio de Exteriores también señaló que la OTAN colabora estrechamente con Suecia y Finlandia, intentando influirles e imponerles su posición. No obstante, en Helsinki y en Estocolmo hay suficientes fuerzas independientes que se oponen a unirse a la Alianza Atlántica y quieren mantener el estado actual.
De acuerdo con el politólogo militar Andréi Koshkin, la posición de Finlandia y Suecia hasta el momento indica su deseo de buscar un terreno común con Rusia, por eso la situación en los cielos del Báltico ya no está tan tensa. Y, por supuesto, es una noticia positiva.
"La reducción de la actividad sobre el mar Báltico por parte de la OTAN se debe a la posición de Finlandia y Suecia. La Alianza está tratando de influir, pero a ellas les gusta su neutralidad. Al mismo tiempo, entienden que hoy en día no se puede hablar sobre la seguridad de Europa sin la participación de Rusia, porque precisamente este país garantiza la seguridad del continente europeo", recalca el politólogo.
En julio de este año ya se había informado que la cantidad de los vuelos de vigilancia de la OTAN cerca de las fronteras rusas disminuyó notablemente. Así, los países del Báltico —Letonia, Lituania y Estonia— no disponen de aviones capaces de realizar patrullajes aéreos, por lo que los Estados miembros de la OTAN asumen de manera rotativa esta misión.
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