viernes, 10 de agosto de 2018

México. Victoria del pueblo



Por OLEP
Los empresarios como zopilotes
La derrota humillante de los partidos que alguna vez firmaron el “Pacto por México”, fue obra del pueblo, del pueblo consciente de la necesidad de un cambio, del pueblo asqueado de tanta injusticia, de tanta desigualdad, de tanta explotación y de tanto terror aplicado contra la población por el Estado en toda nuestra desangrada patria.
Aunque morena barrió a los partidos con los votos de 30 millones de mexicanos no podemos dejar de mencionar que el movimiento político independiente también contribuyó a la victoria, no por llamar a no votar; sino por enarbolar las demandas más sentidas de la población: la defensa de la tierra, la defensa de los recursos naturales, la denuncia constante del paramilitarismo, la lucha por la abrogación de la reforma educativa y del trabajo digno, la denuncia del terrorismo de Estado y la exigencia de la presentación con vida de los detenidos desaparecidos por motivos políticos. Toda esta lucha fue impulsada principalmente por el movimiento independiente y éste puso la mayoría de ejecutados extrajudicialmente, de detenidos desaparecidos, torturados y de encarcelados por motivos políticos.
Pero no se trata de ahora escribir de quién es el mérito de la victoria popular que hoy nos alegra a todos, porque es claro de quién es el mayor mérito: del pueblo consciente que luchó, denunció y resistió la represión política durante todos estos años de neoliberalismo y capitalismo en México y del pueblo consciente que expresó su repudio por medio del voto y arrojó al pri hasta de Atlacomulco, Estado de México, uno de sus bastiones históricos, de Hidalgo, del bajío y el norte de México tan identificados siempre con quienes nos han golpeado hasta el cansancio.
El vencedor en las elecciones es el pueblo, pero todavía no hemos ganado, ya que los empresarios, los mismos que se han hecho multimillonarios en estos últimos 12 años de terror, se frotan las manos y hablan ya también de “reconciliación”, de “combate a la corrupción y a la impunidad”, ya cualquiera, hasta Carlos Salinas de Gortari, habla de que “unidos todo es posible” y otros hasta “alas” nos pusieron a los mexicanos para “volar alto”.
Hasta Germán Larrea el mayor destructor de la naturaleza en México y dueño de minas dijo que con Obrador habrá más “esfuerzo en inversiones”. Otra declaración es la de José Manuel López Campos representante de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur): “…[no] hay nada que ensombrezca la posibilidad de que los cambios se den en unidad”.
Los grandes empresarios, la oligarquía financiera que se ha enriquecido a costa de la sangre de millones de mexicanos, nos hablan de “unidad”, de “reconciliación”, de “juntos podemos” ¿juntos? ¿Juntos Slim o Claudio X González con nosotros? ¿Ellos como oligarcas y nosotros como sus lacayos?
Ah, caray ¿y de cuando acá tan “buenas personas”? Ahora resulta que esta minoría rapaz, corrupta, impune, explotadora, injusta, racista, ladrona que ha gozado de la riqueza que genera el pueblo trabajador en medio del terror que ellos mismos nos han impuesto a través de sus fuerzas armadas y sus grupos paramilitares nos llaman ahora a la “unidad”.
Los empresarios como los gatos “siempre caen de pie”, pero no más mientras los gobiernos no son todavía gobiernos completamente del pueblo.
¿Qué voz se va a escuchar más? ¿Qué voz escuchará con más claridad el presidente electo? ¿La de los empresarios o la del pueblo trabajador y explotado?
Los funcionarios de gobierno pueden ganar la mitad de lo que hoy ganan, pero ¿qué empresario está dispuesto a repartir la mitad de sus actuales ganancias? ¿Cuántos oligarcas mexicanos con inversiones en otros países del mundo van a ceder la mitad de los medios de producción que poseen al pueblo para que juntos produzcamos?
Los empresarios ya están felices con el programa de ser los tutores de los jóvenes aprendices que planteó López Obrador, ya están dispuestos a poner sus fábricas y oficinas para ello, porque ellos no pagarán el salario de los jóvenes, lo hará el futuro gobierno con dinero público, con dinero del pueblo. Cómo no declarar como lo hizo ya Alfonso Romo (jefe de gabinete y empresario) que se vive una “luna de miel” entre los empresarios y el presidente electo.
El presidente electo declaró hace días: “vamos a saber corresponder a la confianza de millones de mexicanos y de los empresarios”.
Esperemos que no sean esos empresarios que tanto decían odiarlo y hoy hasta le festejan su perseverancia en videos públicos quienes no cumplan su parte del trato que hicieron con él, no con el pueblo trabajador y explotado por ellos mismos; de la fidelidad del pueblo no dudamos porque el pueblo organizado de manera independiente, con sus objetivos claros y la conciencia de que la victoria final será cuando dejen de existir clases sociales y por ende empresarios, es un pueblo capaz de caminar hasta la victoria final: la sociedad sin clases sociales donde todos en realidad podamos vivir en igualdad y dignamente !
¡Luchar con dignidad, con el pueblo organizado, luchar hasta vencer!
NOTA: Este artículo fue publicado en el No. 35 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Julio-Agosto 2018.
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