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Tensión en Gibraltar entre un buque de guerra español y barcos británicos sobre aguas españolas
Según medios españoles, el buque de acción marítima
Tornado fue el protagonista del hecho, que provocó la respuesta de la
Royal Navy y del vocero del gobierno que ocupa el peñón.
Un buque de guerra español intentó ordenar a barcos comerciales que levaran anclas de las aguas disputadas cercanas a Gibraltar, pero fue desafiado por la Armada británica y se alejó mostrando las armas, informaron las autoridades locales.
El buque español intentó exhortar a los barcos que se marcharan de la parte oriental del Peñón, pero estos permanecieron en posición, aseguró la parte británica. Por su parte, fuentes militares españolas contactadas por el portal El Español aseguraron que se trataba de aguas "nacionales", por lo que la nave actuó según la ley.
Gibraltar, donde viven 33.000 personas, fue cedido al Reino Unido por España en 1713 tras la Guerra de sucesión española y es un territorio autónomo británico de ultramar. Comparte una frontera de 1,2 kilómetros con España, por lo que las implicaciones del Brexit fueron parte de las negociaciones con Bruselas.
Según un audio difundido por medios británicos, el buque Tornado (P-44), de 94 metros de eslora, instó por radio a los barcos: "Les sugiero aumentar la velocidad y dejar las aguas territoriales españolas".
En respuesta, la armada británica desplegó sus barcos ante el buque español. Las autoridades locales sostienen que, entonces, el Tornado navegó lentamente a lo largo de la costa con armas al descubierto.
"(Se trata de) juegos tontos que juegan los que no aceptan la indiscutible soberanía británica sobre las aguas que rodean el peñón", dijo un portavoz de Gibraltar. Además, el funcionario sostuvo que las aguas son de "implacable soberanía británica" e instó a la parte española a respetar el derecho internacional, con una ironía sobre la crisis política de Cataluña: "Esto probablemente explica el estado de extremismo de algunas partes del espectro político español en estos días".
Un buque de guerra español intentó ordenar a barcos comerciales que levaran anclas de las aguas disputadas cercanas a Gibraltar, pero fue desafiado por la Armada británica y se alejó mostrando las armas, informaron las autoridades locales.
El buque español intentó exhortar a los barcos que se marcharan de la parte oriental del Peñón, pero estos permanecieron en posición, aseguró la parte británica. Por su parte, fuentes militares españolas contactadas por el portal El Español aseguraron que se trataba de aguas "nacionales", por lo que la nave actuó según la ley.
Gibraltar, donde viven 33.000 personas, fue cedido al Reino Unido por España en 1713 tras la Guerra de sucesión española y es un territorio autónomo británico de ultramar. Comparte una frontera de 1,2 kilómetros con España, por lo que las implicaciones del Brexit fueron parte de las negociaciones con Bruselas.
Según un audio difundido por medios británicos, el buque Tornado (P-44), de 94 metros de eslora, instó por radio a los barcos: "Les sugiero aumentar la velocidad y dejar las aguas territoriales españolas".
En respuesta, la armada británica desplegó sus barcos ante el buque español. Las autoridades locales sostienen que, entonces, el Tornado navegó lentamente a lo largo de la costa con armas al descubierto.
"(Se trata de) juegos tontos que juegan los que no aceptan la indiscutible soberanía británica sobre las aguas que rodean el peñón", dijo un portavoz de Gibraltar. Además, el funcionario sostuvo que las aguas son de "implacable soberanía británica" e instó a la parte española a respetar el derecho internacional, con una ironía sobre la crisis política de Cataluña: "Esto probablemente explica el estado de extremismo de algunas partes del espectro político español en estos días".
Comentario: ¿Y qué explica lo de Escocia o Irlanda del Norte?
Miguel González añade desde El País:
Miguel González añade desde El País:
El diario Gibraltar Chronicle difundió una grabación de las conversaciones entre el Tornado y los dos buques comerciales, el Ivor Accord y el Great Victor, en las que el primero les advertía de que estaban "violando la condición de pasaje inocente". Un miembro de la tripulación de los buques civiles le contesta sorprendido si se dirige a ellos, ya que no estaban "a la deriva, sino anclados". El paso inocente, según la legislación marítima internacional, consiste en el derecho que tiene cualquier buque de un Estado a entrar en las aguas territoriales de otro siempre que se trate de cruzar un estrecho o entrar o salir de un puerto. Este derecho no ampara la posibilidad de permanecer anclado o fondeado sin autorización. Una portavoz del Estado Mayor de la Defensa explicó que el Tornado está realizando en aguas territoriales españolas operaciones de vigilancia y seguridad marítima y que parte de su misión consiste en velar para que la comunidad marítima mercante cumpla las normas de navegación. Tras localizar a tres buques que estaban parados en una zona de tránsito, lo que puede poner en peligro la navegación, les instó a alejarse y estos lo hicieron sin ningún problema, agregó dicha portavoz. Respecto al armamento, indicó que el buque navegó conforme a los procedimientos de alistamiento de armas, que suponen llevarlas descubiertas.Como punto adicional, desde Noticias Gibraltar informan:
En el trasfondo del supuesto incidente está la disputa en torno a la soberanía de las aguas que rodean Gibraltar. El Reino Unido asegura que la colonia tiene sus propias aguas territoriales, conforme a la legislación marítima internacional, mientras que España no reconoce al Peñón más aguas propias que las interiores del puerto, según lo estipulado en el Tratado de Utrecht. Es frecuente que los buques que suministran gasolina en el Estrecho, las llamadas gasolineras flotantes, permanezcan fondeados en la zona de la bahía cuya jurisdicción reclama el Reino Unido.
El Lloyds Banking Group también cierra sus operaciones en Gibraltar Las empresas y los bancos siguen abandonando Gibraltar ante la incertidumbre del Brexit. El último, por el momento, en confirmar esta salida ha sido el Lloyds Banking Group que ha decidido cancelar sus operaciones en el Peñón.
Desde el GSD, principal partido en la oposición, han acogido con pesimismo lo que, claramente, es una mala noticia. Damon Bossino, miembro de la ejecutiva, recuerda que recientemente el Jyske ya anunció su intención de vender su sucursal en Gibraltar. En el caso de Lloyds Bank ha ido más allá de sus obligaciones de consulta legal. "La preocupación principal e inmediata de estas situaciones tiene que ver con el perjuicio a los empleados y sus familias que serán los más afectados", indica el abogado.
No obstante, y apuntando a otro escenario, Bossino considera que en ambas entidades bancarias han pesado las consideraciones y situaciones que se pueden producir en torno al Brexit. "Como ya indicamos en su momento, algunas decisiones están fuera de nuestro control, pero necesitamos asegurarnos de que las empresas de banca, seguros y otros sectores, como los juegos, se les ofrezcan posibilidades para permanecer en Gibraltar".
El GSD, concluye Bossino, seguirá de cerca todos los acontecimientos en torno a estas situaciones.
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