miércoles, 24 de octubre de 2012

Las armas: un negocio fuera de control

Las armas: un negocio fuera de control


Ana Langner / El Economista
La adquisición de armas con permiso en México se incrementó en los últimos dos años. Foto: Notimex
No hace falta virar la mirada hacia parajes en guerra para darse cuenta de la violencia armada. Los medios dan cuenta diaria del poder letal que una bala es capaz de lograr en una persona y sus allegados; historia no exclusiva de México y hecho que se vive no sólo en naciones que se encuentran en guerra.
El año pasado, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en México se registraron más de 12,000 asesinatos relacionados con las drogas y con base en datos del proyecto de investigación del Instituto Superior de Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, Suiza, Small Arms Survey; desde el 2006, en México más de 46,000 personas han perdido la vida “en una vorágine de violencia”.
Cada minuto en el mundo muere alguien a causa de un arma de fuego y 1.5 millones de personas viven en países afectados por conflictos o con altas tasas altas de violencia, según el PNUD.
A decir del coordinador de Movilización e Impacto de Amnistía Internacional México, Daniel Zapico, existe una relación clara entre el descontrol del comercio de armas y las violaciones de derechos humanos. Un estudio elaborado por este organismo da cuenta de que 60% de los casos de violaciones a derechos humanos está implicado el uso de armas.
El activista detalla que cada año en el mundo mueren unas 250,000 personas, víctimas de violencia armada, un ser humano muerto cada minuto por esta causa. “Las armas constituyen un elemento ligado a buena parte de las violaciones a los derechos humanos, en las que el descontrol del comercio favorece este escenario” y afirmó que la masificación de éstas en manos de civiles agrava los conflictos.
Desde 1978, cada año la ONU celebra del 24 al 30 de octubre la Semana del Desarme, que promueve el cese de proliferación de armas. El organismo advierte la necesidad de reducir la circulación de armas ilícitas a nivel mundial.
No obstante, Jordan Ryan, secretario general adjunto y director de la Oficina de Prevención de Crisis y Recuperación del PNUD, destacó que los países mantienen grandes industrias de armamentos y se resisten a que haya un control.
Mediante una editorial expuesta por el PNUD, por una conferencia de la ONU sobre armas pequeñas, Jordan Ryan aseguró: “Cuando se unan los gobiernos nacionales y las comunidades para controlar las armas pequeñas y abordar el vínculo entre la violencia armada y el desarrollo, y tengan respaldo internacional, es cuando comenzaremos a observar una disminución en las tasas de muertes”.
Sin embargo, para Amnistía Internacional, las armas están fuera de control. Daniel Zapico detalla que en el mundo circulan 640 millones de armas y cada año se fabrican 8 millones más. Instrumentos que, en su opinión, contribuyen a la pobreza, pues el gasto para tratar de garantizar la seguridad en ambientes violentos, reduce el financiamiento público que podría otorgarse a otros programas como los educativos.
Con respecto al informe “Un atraco a mano armada”, de Oxfam Internacional, detalla que la falta de regulación del comercio de armas está paralizando el desarrollo, además el gasto militar de los países frágiles y afectados por conflictos aumentó 15% entre 2009 y 2010, mientras que la ayuda oficial al desarrollo destinada a estas naciones se incrementó sólo 9 por ciento.
De acuerdo con Oxfam, las transferencia irresponsable de armas alimenta la corrupción y repercute en el desarrollo y rendición de cuentas. Todos los países de ingresos bajos y medios bajos que en el 2009 asignaron más de 10% del gasto de su gobierno central al Ejército obtuvieron una mala calificación en los índices de cohecho.
A ello se suma la inexistencia de una normativa internacional que regule este comercio. En julio del 2012, se celebró la Conferencia de Naciones Unidas para este fin, donde a decir de Zapico, se establecieron importantes avances para lograr una normativa internacional, no obstante, aún no se adopta.
A decir del integrante de AI, hay grandes intereses económicos de por medio. Según el informe “Small Arms Survey 2012: Blancos en Movimiento”, el valor anual de las transferencias lícitas de armas pequeñas, repuestos, accesorios y municiones, representa al menos 8,500 millones de dólares.
De acuerdo con este programa, publicado por Cambridge University Press, equivale a más del doble de la última estimación que efectuaron en el 2006 y se debe al aumento en la adquisición de armas pequeñas y sus municiones por parte de civiles en EU, y la adquisición a gran escala, por parte de gobiernos, de armas de fuego y armas ligeras de uso militar destinadas a las Fuerzas Armadas internacionales y nacionales que luchan en Irak y Afganistán.
LAS ARMAS DE LAS DROGAS; EL CASO MEXICANO
La violencia armada en Latinoamérica y el Caribe es un problema crucial para Small Arms Survey. En su edición 2012 expone en particular que desde la administración del presidente Felipe Calderón la violencia de estos grupos se intensificó, “volviéndose más letal”.
Esta institución advierte que la espiral de violencia que azota al país y la fragmentación de los cárteles amenazan con alterar la dinámica del narcotráfico en El Salvador, Guatemala y Honduras.
“Si bien resulta obvio que América Latina no es territorio exento del consumo de drogas y de otros tipos de violencia relacionados, la presencia de una guerra mortal extrema entre organizaciones amplias y poderosas de narcotraficantes, y de violencia directa contra el estado, nos lleva a comparar la situación en la región con una guerra civil”, afirma este instituto de investigación.
Tras seis años de un conflicto “intenso y brutal”, Small Arms Survey detalla que se esperan cambios más profundos en la política durante la próxima administración presidencial, en la cual el PRI retomará el poder.
El coordinador de movilización e impacto de Amnistía Internacional México, Daniel Zapico, expone que como país que vive una situación de violencia, hay doble responsabilidad: por un lado, la situación interna y, por otro, con la experiencia de vivir en un ambiente de inseguridad y evitar que esto suceda en el mundo.
EXISTEN ALTERNATIVAS ANTE EL USO DE ARMAS
  • La Sedena coordina con autoridades de los estados las campañas: Intercambio de armas por Despensas y Vida Sin Armas, Canje por Dinero.
  • El pago se puede dar en especie, tarjeta electrónica para despensa o en efectivo y va entre los 500 a los 2,500, según el calibre y letalidad del arma.
  • Se realizan de forma permanente.
  • Representan 0.5% en promedio de las 63.641 armas destruidas en febrero pasado.
  • Del 2006 a la fecha se han destruido 102,964 armas.
  • Organismos civiles y no gubernamentales asumen que en México existen 19 millones de armas de todos los calibres.


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