domingo, 23 de diciembre de 2012

2012 cierra con más de 5 mil denuncias de extorsión

2012 cierra con más de 5 mil denuncias de extorsión

El cobro por derecho de piso no es un fenómeno exclusivo del norte del país, el DF y el Edomex también son blanco del crimen organizado

Claudia Solera
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de diciembre.- Dos meses antes de terminar el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa ya sumaban más de 5 mil las denuncias de extorsión, mil más que en 2011, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sin duda, este año estará marcado como uno de los que más registraron extorsiones en el gobierno panista, además de 2009 y 2010.
Excélsior contactó a diversas víctimas que en el propio Estado de México o el Distrito Federal se enfrentaron al cobro por derecho de piso, y no sólo en los estados del norte del país, como muchos mexicanos podrían imaginarlo.
En municipios como Valle de Chalco, Ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, y delegaciones como Iztapalapa o Álvaro Obregón, los negociantes tienen miedo.
Alejandro, representante de un grupo de música de banda, después de ser amenazado de muerte decidió comenzar a pagar 10 mil pesos mensuales, que un supuesto miembro del cártel de La Familia Michoacana iba a cobrar hasta su casa en Ciudad Nezahualcóyotl.
“O le entras o te quitas del camino”, recuerda Alejandro que amenazó su extorsionador.
Negocios tan distintos entre sí, como la industria del maíz, una primaria pública, una banda de música regional o una ferretería, pero con varias similitudes: los delincuentes que extorsionaron sus comercios se hicieron pasar por clientes para obtener los nombres de los propietarios y así identificar a quién exigir el dinero; amedrentaron a las víctimas y aseguraron pertenecer a La Familia Michoacana; además de que los negociantes recibieron llamadas a sus comercios, fueron hostigados en sus sitios de trabajo o hasta en sus propios hogares por los supuestos miembros de la mafia. Algunos extorsionadores se presentaron vestidos con jeans y camisa de cuadros o llegaban en lujosas camionetas con vidrios polarizados para intimidar y demostrar su poder.
“Interceptaban a nuestros choferes, los amenazaban, llegaban a nuestros negocios y preguntaban ‘en dónde está tu patrón’. Luego los amedrentaban y decían ‘si no, nos das la información tal por cual...’
“Hemos vivido dos extorsiones fuertes: en 2009 y hace cinco meses. En la primera nos preguntaron si habíamos escuchado hablar del Chango Méndez, de La Familia Michoacana, porque supuestamente era él quien daba la orden de la extorsión”, cuenta un empresario del maíz.
Estados sitiados
Del primero al segundo cuatrimestre de 2012, las extorsiones se incrementaron 22.44 por ciento, según un estudio del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF.
Los estados más afectados por este delito durante este año, donde la extorsión aumentó más de ciento por ciento, fueron Querétaro, Guanajuato, Coahuila y Colima.
Mientras, en la Segunda Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que la extorsión se incrementó 40 por ciento en los últimos años.
Alejandro realizó cinco pagos de 10 mil pesos cada mes a un supuesto miembro de La Familia Michoacana. Esa cantidad significó casi la mitad de sus ganancias como representante de la banda.
Entre los supuestos beneficios que le dijo su extorsionador que tendría Alejandro es que nadie más que ese señor, llamado Joaquín, podría intimidarlo ni cobrarle dinero. La cuota incluía una “protección”.
“Si alguien te extorsiona das esta clave: capi301 y me llamas al celular”, aconsejó el extorsionador a Alejandro.
La cuota se acabó hasta que un día ese señor Joaquín dejó de tocar la puerta de su casa, porque terminó acribillado en una fiesta, de acuerdo con versiones que otros negociantes (también extorsionados) contaron al músico.
Hasta las escuelas pagan
Iliana Franco vive en Chimalhuacán y desde hace dos semanas tiene el acceso restringido a la primaria en donde estudian sus hijos. Ya es imposible ingresar hasta la puerta del salón de clases de sus niños y sólo puede consultar a las maestra si tiene una cita previa. Estas medidas de seguridad poco usuales en una escuela pública, donde la costumbre ha sido mantener las puertas abiertas para los padres de familia, surgieron porque las amenazas de los extorsionadores llegaron hasta el escritorio del director.
“Luego de observar cómo nos iban cerrando las puertas a los padres de familia, pedí una explicación al director de la primaria y lo único que pudo decir es que ya habían llegado los delincuentes a exigir una cuota”, relata Iliana Franco.
Y es que cuando las víctimas enfrentan una extorsión, sus vidas se conducen a través del miedo.
Samuel contrató un circuito cerrado de televisión para la ferretería. Cambió los datos fiscales de las facturas y sacó su nombre de este documento, pues debido a dicho papel los delincuentes supieron quién era el dueño del negocio y cada vez que los extorsionadores llamaban o visitaban la ferretería pedían hablar con él.
“Me dejó una sensación de miedo, de sicosis, de que te están siguiendo. No sabes si conocen tu casa, a tu familia. No tenía idea si era una bandita improvisada o en realidad era La Familia Michoacana y me iban a buscar en donde estuviera. Llegamos a pensar en cerrar, mudar el negocio y empezar de nuevo”, afirma Samuel.
Por su parte, el empresario del maíz asegura: “Tuvimos que trabajar casi a escondidas. No llegar a la oficina. Estuvieron acosándonos casi durante tres meses. Intentaban ubicarnos, buscarnos. Incluso, se hicieron pasar por nuestros clientes, como miembros de las harineras más importantes del país. Decían: ‘hablo de tal o cual empresa. Tuvimos que cambiar número de teléfonos, de celular’.
“Lamentablemente como estamos en zonas populares, Chalco, la parte oriente de la ciudad, Iztapalapa, Tláhuac y demás, las extorsiones se han vuelto un tema muy complicado”, continúa el empresario.
De 2006 a la fecha se triplicó el número de extorsiones en el DF, pasaron de 382 a mil 082. Mientras en el Estado de México ni siquiera existen cifras oficiales sobre este delito.
Tanto Samuel como el empresario grabaron las llamadas de extorsión, entregaron a las autoridades números telefónicos que aparecieron en sus identificadores y pisaron el Ministerio Público para presentar y denunciar todas las evidencias, pero hasta hoy ninguno ha obtenido respuesta.
2012-12-23 01:29:00

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