Bacterias podrían mover robots espaciales
Los robots espaciales podrían en el futuro obtener su energía de bacterias, en lugar de los paneles solares o las baterías de plutonio. Esto porque la exploración robótica en regiones remotas, es decir de larga duración, estaría limitada por las necesidades de energía para llevar a cabo incluso las tareas más simples."El objetivo es una fuente de energía más eficiente y confiable para su uso en la alimentación de pequeños vehículos robóticos en ambientes donde la opción de la intervención humana es inexistente", explica el profesor Gregory Scott, del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos.
Este laboratorio está trabajando en modelos de pilas que proporcionen energía duradera a través del ciclo reproductivo de las bacterias. El microbio que se ha considerado para este proyecto es el Geobacter sulfurreducens, el cual no requiere de oxígeno para su supervivencia. Las células de combustible microbiano duran mucho tiempo, siempre que las propias bacterias tengan un suministro de alimento adecuado.
Aunque la pila de combustible sería ideal para misiones de larga duración, la tecnología se aplicaría en pequeños exploradores robóticos autónomos que requieran una minúscula fuente de energía. El primer prototipo funcional de tal robot, que pesaría alrededor de un kilo, podría quedar listo en los próximos diez años. Una célula de combustible microbiana podría proporcionar energía de dos maneras: una corriente continua para mantener en funcionamiento los sistemas de a bordo, y la carga de una batería o un condensador que alimente a los instrumentos científicos o propulse al vehículo.
"Conforme avancemos en la utilización de células de combustible microbiano como método de generación de energía, la investigación allanará el camino para la electrónica de baja potencia con posibilidades para aplicaciones robóticas y espaciales a largo plazo", dice Scott. Las células de combustible microbiano acopladas a electrónica de potencia muy baja y bajos requisitos energéticos para la movilidad, cubrIrá los huecos en la tecnología energética y será aplicable a todos los sistemas robóticos, en especial la robótica interplanetaria", añade.
En cuanto a la contaminación, las sondas planetarias, en especial las que van a Marte, son esterilizadas antes de su lanzamiento para minimizar la introducción de bacterias terrestres. Cualquier sistema de combustible basado en bacterias tendría que estar diseñado a fin de evitar cualquier filtrado accidental, sobre todo en un lugar como el planeta rojo, donde tales organismos podrían tener una posibilidad de supervivencia."Hay preocupación por la protección planetaria, así como por la protección de los propios microbios de la radiación. En algún momento tendremos que considerar si los microbios que estamos observando son los más efectivos para entornos de radiación o temperaturas extremas", puntualiza Scott.
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