China va por la Luna
En septiembre China comenzó la construcción de su propia estación espacial, la cual estaría lista en 2020, cuando deje de operar la Estación Espacial Internacional, y tiene los planes de enviar, en menos de cinco años, un vehículo no tripulado a la superficie de la Luna, un primer paso para que más adelante sus taikonautas arriben al satélite. El país asiático quiere convertirse en la nueva superpotencia espacial.Durante más de 40 años Estados Unidos ha dominado en el espacio, pero ha pasado por un periodo de titubeos debido a la política del gobierno de no ser el único inversor en los costosos programas de la exploración espacial. Canceló el proyecto Constelación, que planeaba establecer una base en la Luna como una primera etapa de viaje a Marte, y dejó fuera de circulación su flota de transbordadores. Ha optado por apoyarse más en empresas privadas para el desarrollo de naves orbitales. China, por su parte, parece tener muy claras sus expectativas y está decidida a financiar su programa espacial con los recursos que sean necesarios, aprovechando tecnologías que ya han sido probadas en medio siglo.
El programa lunar (una de las ramas más importantes de la investigación espacial china, junto con los vuelos tripulados y los proyectos para su estación permanente en el espacio) de China, según el Libro Blanco sobre las Actividades Espaciales, un documento en el que se establecen metas en su sector espacial durante el plan quinquenal 2011-2015, se centrará en desarrollar una tecnología de alunizaje controlado que más tarde le permita llevar a sus hombres. Por lo pronto China ya ha conseguido poner en la órbita lunar dos satélites (los Chang E I y II), en 2007 y 2010, destinados a tomar datos. Las sondas han cumplido la primera etapa del programa, y en el lustro que se inicia se pondrá en marcha la segunda fase, es decir el alunizaje de vehículos robóticos.
No hay fecha para la llegada a la Luna de los primeros taikonautas, pero podría ser entre 2020 y 2025, medio siglo después de Estados Unidos. Pero entre los futuros planes espaciales de China, también están considerados programas de exploración de planetas y de asteroides, además de los experimentos sobre microgravedad, vida en el espacio, y la cooperación internacional en el estudio del cosmos.
Esta misma semana también comenzó a funcionar Brújula, el sistema chino de posicionamiento global por satélite (alternativo al GPS estadounidense y al sistema Galileo de Europa), el cual aumentará en los próximos cinco años sus actividades de seguimiento y control de la basura espacial.
China lanzó en 2003 a su primer astronauta al espacio y desde entonces ha tenido otros éxitos, como el primer paseo extravehicular (2008) o, en noviembre pasado, el acoplamiento de dos vehículos en órbita, ensayo clave para poder montar su futura estación espacial permanente. Según los expertos, China aún se encuentra en una fase muy preliminar en lo que a tecnologías espaciales se refiere, comparable a la que Estados Unidos y la Unión Soviética tenían en los años sesenta, pero avanza de forma más rápida de lo que lo hicieron en su día las dos superpotencias.
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