El ocio del sabio
¿Quién no ha disfrutado alguna vez jugando al Pac-Man, batiendo records en el Tetris o aniquilando zombies en Resident Evil? Las estadísticas nos dicen que una buena parte de nosotros sí lo hemos hecho o lo hacemos en la actualidad.Hasta un 70 por ciento de los jugadores habituales, según un estudio de GFK-Emer, dedican entre 1 y 4 horas semanales a esta actividad que ha adquirido recientemente un gran valor cultural, social y comercial.
Esto ha venido acompañado de una serie de avances tecnológicos que han favorecido la creación de juegos cuyo contenido es más realista y complejo, y que puede permitirnos jugar en tiempo real con otras personas de países y edades muy distintas a los nuestros.
"Los videojuegos te vuelven más agresivo y te aíslan de la sociedad". Esta es una afirmación a la que se ha dedicado mucha investigación en todo el mundo y sobre todo en la edad dorada de los videojuegos allá por los años 80. Sin embargo, no todo son malas críticas para una de las actividades de ocio preferidas del ser humano.
Los videojugadores superan al resto en algunas capacidades, según diversos estudios de la Universidad de Rochester en Nueva York. Parece que son más rápidos en sus respuestas, manejan mejor sus recursos de atención, integran la información visual más deprisa, hacen un mejor seguimiento de objetos móviles en el entorno e incluso podrían representar mentalmente los problemas de forma más adecuada.
Incluso se han observado efectos positivos sobre el desempeño de algunos profesionales como pilotos y militares, o en actividades tan cotidianas como conducir un vehículo.
No todos los juegos son iguales
Pero no todos los juegos son iguales. Lo que señalan los expertos es que cada juego puede trabajar un aspecto diferente de la cognición. Así, parece que son los juegos de acción y estrategia como World of Warcraft, Rise of Nations o Medal of Honor los que poseen con más frecuencia esas características necesarias.
Implican velocidad, tienen una gran carga visual, de movimiento y de pensamiento, necesitan un buen manejo de la visión periférica y lo que sucede en ellos es, la mayoría de las veces, imprevisible.
Estos hallazgos no han caído en saco roto. Tanto es así que se han desarrollado juegos específicamente orientados al desarrollo de nuestras capacidades cognitivas. Estas iniciativas a veces se presentan en forma de consolas como en el caso del Big Brain Academy para Wii de Nintendo, y en otras pueden aparecer como portales online como es el caso de Unobrain, portal de Brain Fitness pionero en el mundo hispanohablante.
Queda mucho por saber acerca de la forma en la que nos afectan los videojuegos y con seguridad habrá sorpresas. De momento disfrutemos sabiendo que, además de pasarlo bien, podemos estar beneficiando a nuestro cerebro.
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