Hallan tablero de juego prehispánico
Un tablero de juego utilizado hace más de mil años (600-900 d.C.), conocido como patolli, fue descubierto en la zona arqueológica de Dzibilnocac, en Campeche. Al igual que los encontrados en otros sitios mayas de México, Guatemala y Belice, estaba en el interior de un recinto, con difícil acceso para observar el partido.Mide 50 centímetros por lado y consta de una cruz dibujada en el piso dividida en casillas, al igual que el marco que la circunda. En total son 58 rectángulos de diversos tamaños, algunos con cruces trazadas en su interior. Estas casillas se recorrían con frijoles o pequeños tepalcates redondeados.
El juego fue descrito en códices y por cronistas españoles al notar la afición que los mexicas, en el centro de México, tenían por él. De modo que fue prohibido, al considerarlo idolátrico y pagano.
Sin embargo, el patolli maya, anterior al arribo de los conquistadores, parece haber tenido una connotación más allá del juego o la apuesta. La forma de su diseño se ha comparado con el quincunx, símbolo que representa esquemáticamente al universo, mediante un punto central que se identifica con la Tierra, cuatro que coinciden con los puntos cardinales, y un marco que los limita, el cual representa el cosmos. La cruz significaba movimiento.
Además, el número de casillas (57-58), de las que cada uno de los dos jugadores debía recorrer 52, corresponde a un siglo pequeño de 52 años, mientras que las 104 casillas recorridas por ambos se identifican con la Gran Edad, momento en que coincidían los inicios de los calendarios solar y de 260 días.
"La utilización de 5 fichas multiplicada por las 52 casillas a recorrer sumarían 260, número que coincide con los días que componían una especie de almanaque donde se pintaban los diversos signos del calendario adivinatorio, que sólo podía ser manejado e interpretado por especialistas en temas religiosos y matemáticos", explica la arqueóloga Judith Gallegos.
El tipo de tablero hallado, similar a otro de Calakmul y más una veintena encontrados en sitios como Becán y Río Bec, Campeche; Palenque, Chiapas; Maintzunun y Benque Viejo, y Tikal y Ceibal, Guatemala, suelen estar orientados hacia los cuatro puntos cardinales, y trazados con extremo cuidado, guardando la proporción en el tamaño. Asi, es factible que este tipo de patolli haya sido usado como un instrumento de adivinación, para conocer el futuro de individuos, acontecimientos o quizá del pueblo en general. "Sería entonces un juego de adivinación ritual. Además, con base en la evidencia, el patolli surgió en la zona maya durante la época en que ocurren influencias de culturas prehispánicas del Altiplano, y su uso se extendió hacia el periodo Clásico Tardío (tiempo en el que Dzibilnocac tuvo su apogeo)", destaca la experta.
El recinto donde el tablero fue encontrado (el Edificio A1) mide 74 metros de largo por 30 de ancho, y en su gran plataforma se desplantan diez habitaciones dispuestas en dos crujías, que a su vez están cubiertas de manera parcial por tres torres. Fuente: INAH
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