Benito Juárez, Porfirio Díaz y hasta El Che, “opinan” en Oaxaca

Benito Juárez, Porfirio Díaz y hasta El Che, “opinan” en Oaxaca

Escrito por Autor Invitado

Miguel Á. Elorza-Vásquez.

@melorzav

El 11 de marzo, el presidente municipal de Oaxaca y empresario del ramo restaurantero Luis Ugartechea Begue, echó a andar el programa de recaudación de firmas Quiero a mi ciudad sin bloqueos, soy testigo que consistía en recolectar firmas para apoyar “las denuncias interpuestas ante las instancias correspondientes” que el gobierno municipal presentó el miércoles 6 de marzo ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca y la Delegación Estatal de la Procuraduría General de la República, por los bloqueos a las calles y avenidas de la ciudad de Oaxaca.

Aunque el presidente municipal asevere que estas firmas apoyarán las denuncias que el gobierno municipal interpuso, lo cierto que no pueden apoyar pues carecen de cualquier validez jurídica a menos que cada ciudadano que firma los  libros o por internet presente una demanda. Al respecto, el 14 de marzo, el procurador del estado Manuel de Jesús López López declaró que “jurídicamente es el mismo peso si se presenta una demanda o mil […] con una que denuncie tenemos que iniciar la averiguación previa”.

A pesar de que se había anunciado que la campaña “Quiero a mi ciudad sin bloqueos, soy testigo” terminaría el pasado 15 de marzo, hasta el día de hoy —18 de marzo— sigue operando a través de internet y ayer todavía se encontraban algunos libros para el público. Aunque, como ya se señaló, las firmas carecen de validez jurídica, resulta importante mencionar que, por lo menos en internet, se han detectado casos en los que la misma firma, es decir, el mismo nombre y el mismo comentario, aparece repetida hasta seis veces y, en otros casos, oaxaqueños de renombre ya fallecidos han atendido al llamado del actual presidente municipal y han firmado, como es el caso de Benito Juárez y Porfirio Díaz y hasta el Che Guevara se ha hecho presente:

Ante la invalidez jurídica de las firmas y lo risible que puede resultar leer al general Porfirio Díaz manifestarse (“Lo que debería hacer Ugartechea es irse como yo”), resulta importante preguntar: ¿Luis Ugartechea sabía que las firmas no tenían validez jurídica? ¿Si lo sabía, por qué decir que las firmas apoyarían la denuncia? Ante cualquiera que sea la respuesta a las preguntas planteadas con anterioridad, lo que hoy puede afirmarse, sin duda alguna, es que la campaña “Quiero a mi ciudad sin bloqueos, soy testigo”, en lugar  de preocuparse por una política pública, en realidad estaba —y está— siendo un juego publicitario en el que se pretendía fomentar la intolerancia de los oaxaqueños a las manifestaciones.

Lo anterior toma fuerza si se considera que hoy miembros de la Alianza Empresarial de Comerciantes Establecidos se manifestaron a “través de la colocación de puestos sobre el Andador Turístico” y  los “inspectores procedieron a retirar y decomisar 15 mesas y 15 manteles”, según el comunicado del municipio, porque “el Gobierno Municipal de Oaxaca de Juárez respeta la libre manifestación pero no está permitido vender en la vía pública, sino se cuenta con un permiso.”

Así pues, el pequeño incidente de hoy entre el municipio de Oaxaca y la Alianza Empresarial de Comerciantes Establecidos le sirve al gobierno y a la misma Alianza, pues ésta se manifestaba contra las manifestaciones de los profesores, para que se aplique la misma política contra los profesores de la sección XXI, usando las firmas como supuesto apoyo del pueblo al gobierno, sobre todo si se toma en cuenta que los profesores ya anunciaron un paro indefinido de labores que comenzará con las vacaciones de semana santa.

Como puede observarse, la mesa de la intolerancia la comenzó a poner el presidente municipal de Oaxaca Luis Ugartechea con su estrategia publicitaria y de odio promovida por la  campaña “Quiero a mi ciudad sin bloqueos, soy testigo”, la Alianza Empresarial de Comerciantes Establecidos con su manifestación de hoy —quizá acordada con el municipio— y la supuesta aplicación de la ley —porque no los retiró del todo— pusieron los últimos detalles para que la intolerancia a la libre manifestación esté servida para cuando los profesores comiencen con su paro indefinido.