Cuentas y cuentos de Elba Esther
Traición de Juan Díaz de la Torre
Las pifias de Jesús Murillo Karam
Mucho
tiempo antes de su detención, Elba Esther Gordillo se ocupaba, y se
preocupaba, por el manejo financiero de los miles de millones de pesos
que durante más de 20 años le ha exprimido al gobierno federal a través
de partidas presupuestales especiales que le entregaba la Secretaría de
Educación Pública por instrucción del presidente de la República (Carlos
Sainas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón) en turno, así
como de las cuotas sindicales que les pertenecían a los maestros y que
ella se apropiaba de manera ilícita.
Durante años la maestra Gordillo
siempre había sido muy cautelosa para ocultar los recursos en cuentas
bancarias en el extranjero con nombres apócrifos y prestanombres. Es ahí
en donde está acumulada la verdadera fortuna obtenida de manera ilegal
de la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE).
Lo encontrado hasta ahora, los 2.6 mil
millones de pesos, es apenas una pequeña parte del dinero robado a los
trabajadores, y era tan visible su manejo porque servía como caja chica
para las necesidades inmediatas de la maestra: compra de residencias;
adquisición de joyas, arte, ropa, zapatos y bolsas; cirugías, y
diversión. Toda la opulencia en la que vivía Gordillo y su familia.
Uno de los principales asesores de
Gordillo en el manejo financiero de sus cuentas fue Tomás Ruiz, ex
subsecretario de Hacienda y actual secretario de Finanzas del gobierno
de Veracruz.
Una historia que narran los allegados a
la maestra, es aquella de cómo Gordillo le encargó a su entonces
colaborador Tomás Ruiz revisar todas sus cuentas personales bancarias y
los movimientos financieros que prestanombres hacían en el extranjero,
para asegurarse que toda la fortuna acumulada con fondos magisteriales y
estatales estuviera bien ordenada, que no faltara algo y, sobre todo,
que nadie pudiera reprocharle y mucho menos acusarla penalmente. Sin
embargo, desde que Tomás Ruiz abandonó las filas del partido de la
maestra, los descuidos del manejo del dinero fueron constantes.
El ahora responsable de las finanzas
del gobierno de Javier Duarte enseñó a los administradores de la maestra
cómo manejar el dinero en el extranjero sin que pudiera ser rastreado
por autoridades hacendarias, lo cual hasta ahora había resultado
efectivo, pero desde que el experto financiero Tomás Ruiz abandonó el
partido de su jefa Elba Esther, empezó el caos en el manejo de los
recursos, lo que sumado a las traiciones internas, principalmente del
nuevo líder Juan Díaz de la Torre, quien en encuentros privados con el
secretario de Educación Pública entregó información sobre las
operaciones financieras que él mismo realizaba y cuyo dinero tenía como
beneficiaria final a Elba Esther Gordillo.
Esto explica porqué en la acusación
por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita y delincuencia
organizada no aparece el nuevo dirigente del SNTE, a pesar de que Díaz
de la Torre junto con el tesorero eran quienes autorizaban y firmaban
todos los cheques, así como ordenar todas las transferencias bancarias
de las cuotas sindicales a las cuentas que la maestra decía, para de ahí
usar los recursos en lo que ella dispusiera. Por eso Juan Díaz no
aparece en la querella por lavado de dinero de la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIF) y en lugar de enfrentar un proceso penal ha sido
ungido como el sustito de la maestra en desgracia. La traición ha sido
culminada.
El propio Tomás Ruiz narra cómo Elba
Esther Gordillo le ordenó que hablara con su exesposo Francisco Yáñez,
en ese entonces director general de la Lotería Nacional, posición
otorgada por Felipe Calderón a la maestra como muestra de gratitud por
el apoyo otorgado en la campaña presidencial, para que le entregara toda
la documentación relacionada con las cuentas bancarias y los
movimientos financieros del SNTE y de la maestra, con el propósito de
revisarlos, corregirlos y mantenerlos a salvo de cualquier investigación
judicial.
Tomás buscó a Yáñez y le informó de la
misión encomendada por su jefa Gordillo, pero según cuenta Tomás Ruiz,
el director de la Lotería le respondió que después le entregaría todos
los estados de cuenta, lo cual nunca ocurrió. Conocedor del carácter
violento de la maestra, Tomás volvió insistirle a Yáñez en varias
ocasiones que le entregara la información financiera, pero la respuesta
siempre fue la misma.
Pasaron semanas y desesperada Elba
Esther preguntó a Tomás si ya había cumplido con su encargo, pero éste
se quejó de que Yáñez no le había entregado la información financiera, a
pesar de que en tres ocasiones se la había solicitado. Enojada, la
lideresa magisterial le dijo que hablaría con Yáñez y le ordenó a Tomás
volver a buscarlo, bajo la amenaza de que era una orden que tenía que
cumplir. Quienes la conocen, dicen que nadie en el sindicato dejaba de
cumplir sus instrucciones sin tener que enfrentarse a las consecuencias.
Una vez más Tomás Ruiz buscó a
Francisco Yáñez, y le explicó que la maestra lo había regañado porque no
había cumplido sus órdenes de revisar los movimientos financieros de
las cuentas bancarias en México y en el extranjero, por lo que le
suplicaba que le entregara los documentos para evitar el enojo de Elba
Esther.
Todos temblaban cuando la maestra
gritaba, a excepción de Francisco Yáñez, exesposo y empleado también de
Gordillo, quien le dijo a Tomás que ya no se preocupara, que él hablaría
con ella y arreglaría las cosas, pues no podía darle esa información de
las cuentas.
De inmediato, Tomás buscó a su jefa
Elba Esther para darle la mala noticia. Días después, la maestra le dijo
a Tomás que no se preocupara más, que ella y Yáñez revisarían
personalmente las cuentas. El exdirector de la Lotería convenció a
Gordillo de lo peligroso que era entregarle la documentación financiera a
Tomás Ruiz, por lo que era mejor que él siguiera administrando la
inmensa fortuna.
Acusación sin delito previo
Nadie en su sano juicio, a excepción
de la familia de la maestra y de los beneficiarios del desfalco
sindical, puede estar en contra de que la lideresa del SNTE rinda
cuentas ante la justicia. Sin embargo, hay varias dudas sobre el debido
proceso que se le sigue, sobre todo en la integración del expediente que
involucra a Elba Esther Gordillo Morales y tres de sus cómplices:
Isaías Gallardo Chávez, Nora Guadalupe Ugarte Ramírez y José Manuel Díaz
Flores, en los delitos de blanqueo de capitales y delincuencia
organizada.
En los delitos financieros el
Ministerio Público Federal debe dar al acusado el derecho de audiencia,
para permitirle que explique el origen y el destino de los recursos,
como sucede en la acusación por lavado de dinero. Esto, por ejemplo, no
ocurrió con la maestra, a quien la autoridad le armó con mucho sigilo la
acusación en su contra, la consignó a un juez y éste liberó las órdenes
de aprehensión, sin permitirle a los acusados probar el origen de los
recursos, que en el caso que nos ocupa son simple y llanamente lícitos,
pues provienen de las cuotas sindicales.
De tal manera que mientras no haya una
acusación formal de los propios trabajadores miembros del SNTE, que
acusen a sus dirigentes del desvío de recursos de las cuotas sindicales y
se abra un proceso penal en su contra, no existe el delito previo que
es necesario para configurar el otro delito que es el uso de recursos de
procedencia ilícita. Es decir, no basta que la Unidad de Inteligencia
Financiera haya descubierto que con dinero de las cuotas sindicales la
maestra adquiriera múltiples inmuebles en México y en el extranjero o
que se comprara vestimenta muy costosa o que el dinero de los
trabajadores fuera utilizado para las operaciones y cirugías que
Gordillo acostumbra a realizarse cada determinado tiempo.
La razón de lo anterior es que el SNTE
es una organización independiente de trabajadores, con autonomía, de
tal manera que puede usar los recursos de las cuotas sindicales en lo
que esa organización considere conveniente, porque sólo le compete a
ella decidirlo, salvo, como lo señalé anteriormente, que algún
trabajador de esa organización o un grupo de ellos denuncie al comité
ejecutivo por fraude y desvío de las cuotas sindicales, lo que
permitiría a la Procuraduría General de la República tener los elementos
legales necesarios para posteriormente acusar a la maestra por blanqueo
de capitales, debido a que fue ella la destinataria final y en
consecuencia beneficiaria última del dinero obtenido ilícitamente al
defraudar a los trabajadores con las cuotas sindicales.
Históricamente el delito de lavado de
dinero ha sido muy difícil de probar en este país, por eso los
procesados en más de un década apenas rebasan las 50 personas, porque
las autoridades, tanto ministeriales como judiciales, cometen
atropellos, abusos, negligencias y omisiones a la hora de integrar las
averiguaciones previas y hacer las evaluaciones y juicios finales.
Por ejemplo, algunos jueces no aceptan
la consignación de expedientes por el uso de recursos de procedencia
ilícita, mientras no se haya sentenciado por el delito previo a los
presuntos implicados en el delito de lavado de dinero, mientras que para
otros juzgadores ambos delitos pueden avanzar paralelamente; es decir,
como sería este caso del SNTE, en donde se abre una investigación por el
desvío de recursos de las cuotas sindicales de los maestros y al mismo
tiempo se lleva el proceso por blanqueo de capitales. Se trataría
entonces de dos juicios que avanzan paralelamente, lo cual hasta ahora
el abogado de la nación, el procurador Jesús Murillo Karam, no ha
explicado cuál es el delito previo o por lo menos no ha señalado que la
PGR cuenta con alguna acusación de los maestros en ese sentido, porque
la propia autoridad no puede hacer la acusación sólo porque encontró los
movimientos por miles de millones de pesos, ya que se trata de dinero
lícito que salió de las cuotas de los maestros.
Aunque esta parte legal parece algo
menor ante las evidencias de corrupción, abuso de poder, tráfico de
influencias, fraude y desvío de recursos de los maestros del SNTE, la
autoridad debe cuidar el debido proceso para evitar que una mujer
corrupta y abusiva como Elba Esther Gordillo pueda librar la prisión por
errores de procedimiento legal, como ya ha sucedido en otras ocasiones.
Baste recordar el caso de la francesa secuestradora Florence Cassez.
Por lo pronto, expertos abogados que
en las últimas dos décadas han sido los principales responsables de
investigar el delito de lavado de dinero (uso de recursos de procedencia
ilícita, artículo penal 400 bis), confirman lo anterior y aseguran que
si este caso penal mantiene los vicios que hasta ahora ha mostrado,
ninguna autoridad judicial, incluida la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, podrá mantener tras las rejas a Elba Esther Gordillo, y una vez
más ganará la impunidad, el abuso y la corrupción, a lo que ya nos
tienen acostumbrados nuestros gobernantes.
oficiodepapel@yahoo.com.mx
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