domingo, 19 de mayo de 2013

Carne artificial puede representar amenaza para la humanidad

Carne artificial puede representar amenaza para la humanidad

корова

La presentación de la carne cultivada en laboratorio por primera vez en la historia se celebrará en Londres dentro de varias semanas. Según los expertos, este descubrimiento puede poner inicio a la nueva época gastronómica. Los creadores de la carne artificial anuncian que esta delicatessen no será menos sabrosa que la carne natural.

Muchos laboratorios del mundo buscan la solución del problema de alimentación en el planeta. Entre los investigadores que trabajan en este ámbito es el científico holandés Mark Post que logró fabricar una hamburguesa de tejidos de músculo de carne hechos crecer en el laboratorio. El profesor va a demostrar a todo el mundo con su descubrimiento que la carne artificial ya no es un mito sino es una realidad.
Hay muchos argumentos que justifican la producción de carne en laboratorio: la reducción del consumo de agua y de energía, así como de las emisiones de metano y otros gases invernaderos, sin hablar de la reducción del número de animales que se emplean para la elaboración de carne y la posibilidad de prescindir de la matanza de animales para el consumo humano. Los partidarios de este enfoque están seguros de que la postura que defiende la protección del medio ambiente cobrará cada vez más fuerza, porque el consumo en carne crecerá en el mundo, por ejemplo, a causa del crecimiento de la clase media en China y otros países.
Pero a día de hoy, sólo pocos podrían permitirse el consumo de la carne artificial debido a su precio elevado. El coste de la producción de una simple hamburguesa de laboratorio fue de doscientos cincuenta mil euros. Así las cosas, la fabricación masiva de la carne artificial que se vendería en supermercados compitiéndose con la carne tradicional puede iniciarse sólo en un futuro.
Sea lo que sea, la situación en la Tierra con la población creciente, el desarrollo de las megapolis que afecta el sector agrícola acabará inevitablemente con lo que la gente debería consumir sólo alimentos de origen vegetal o proteínas fabricadas en laboratorio, opina Konstantín Lisenko, redactor jefe de la Revista Agraria y del periódico Krestianskaya Rossiya:
–La gente tendrá que acostumbrarse a consumir proteínas fabricadas de modo distinto del tradicional, o sea, la carne de animales. Por eso, según los cálculos, durante los próximos 40 años, la gente necesitará tantos alimentos como fue consumido en los pasados ocho mil años. Con el crecimiento demográfico en la Tierra crecerá la demanda de alimentos y se estima que la humanidad no podrá abastecerse de proteínas de origen animal dentro de unos 50 años.
Siguiendo esta lógica, los científicos crearon productos genéticamente modificados para aumentar el volumen de la cosecha y poder conservar alimentos por más tiempo . Después apareci ó la célebre oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Y el mundo se sumió en la oleada de lo sintético y artificial. Muchos científicos están preocupados de esta tendencia, afirmando que esto hace cambios genéticos en la humanidad que al fin y al cabo pueden exterminar a la población de la Tierra. Y la carne de laboratorio puede desempeñar un papel importante en este ámbito, opina Arsen Guinosián, director general del Consejo de Carne del Espacio Económico Único de Rusia y las exrepúblicas soviéticas:
Lo que la naturaleza dió genéticamente al ser humano, es decir, las proteínas de origen animal accesibles a la gente, debe ser nuestro futuro. En las próximas décadas, la gente debería pensar sobre el desarrolo del sector agrario.
A día de hoy, es un asunto de acuciante actualidad, afirman los autores de la investigación que reveló que los hámsteres alimentados con soja transgénica no podían reproducirse después de dos generaciones. Es prematuro aplicar estos resultados a los seres humanos y sacar la conclusión que el consumo de productos genéticamente modificados conlleva problemas reproductivos. Pero es posible aplicar estos datos a otros animales. Esto quiere decir que la humanidad puede pagar un precio demasiado alto por el forraje barato fabricado de las plantas genéticamente modificadas que se emplean en todo el mundo. En este caso, se necesitará la carne artificial. Muchos países y hasta varias regiones de uno u otro país ya entienden las perspectivas de consumir alimentos que no contienen productos genéticamente modificados. Austria, Venezuela, Grecia, Polonia y Suiza están entre éstos.
Pero el creador de la carne de laboratorio, Mark Post, no comparte las preocupaciones sobre las consecuencias del consumo de alimentos artificiales. Según él, la humanidad podría salvarse gracias a su invención.

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