Escudo profundiza desavenencias entre Rusia y EE.UU. |
Por Odalys Buscarón Ochoa Moscú, 25 may (PL) La conferencia internacional de seguridad celebrada en esta capital constató los escollos en la cooperación de Rusia con la OTAN y Estados Unidos, y la distancia que los separa en temas estratégicos del desarme y la paridad nuclear. (RadioPL) Reflejo de los ánimos, luego de discursos y debates, fueron las frases lapidarias del jefe ruso del Estado Mayor General, Valeri Guerasimov, al asegurar que las discusiones mostraron la complejidad y la ambigüedad de los problemas analizados, en particular el plan del escudo antimisiles, adoptado por Estados Unidos, bajo la cobertura de la OTAN. La propuesta rusa para la creación de una arquitectura colectiva de seguridad en Europa, de hace más de un sexenio, y las garantías jurídicas reclamadas a Washington en torno al despliegue de los componentes norteamericanos de defensa anticoheretil continúan en el limbo de las negociaciones. A juzgar por las declaraciones del alto mando ruso, el encuentro con la plana castrense de la OTAN y del Pentágono no significó avances en esos temas, lo que hace confirmar los pronósticos de analistas de que no ocurrirán milagros en un gesto hacia Moscú, en asuntos de control armamentista. El Kremlin, de otro lado, en la figura del presidente Vladimir Putin, ha dado señales inequívocas del interés hacia una descongelación de las tensiones bilaterales y un mejoramiento de la atmósfera de diálogo, en sendas misivas remitidas a Barack Obama. Putin, según reveló en las últimas horas el secretario del Consejo de Seguridad Nikolai Patrushev, tras su visita a Washington, considera necesarios hechos concretos que coadyuven a una distensión y no permitan el surgimiento de nuevas acciones "irritantes, en desmedro de los vínculos ruso-estadounidenses". De momento, aseguró Patrushev a la agencia Interfax, no hemos conseguido decisiones mutuamente aceptables en torno a esas cuestiones. Apuntó que el gobernante dio indicaciones sobre la elaboración de propuestas alrededor de un conjunto de aspectos discutibles que serán presentadas a la contraparte norteamericana. Insistió Patrushev en la voluntad constructiva de Rusia, pero dejó claro que persisten las incomodidades en torno al emplazamiento de componentes del escudo cerca de nuestras fronteras. Las correcciones "cosméticas" en los planes estadounidenses, de renunciar temporalmente a nuevas bases en Europa de misiles interceptores no eliminan las preocupaciones ante la influencia desestabilizadora del DAM para la estabilidad estratégica, afirmó. Moscú no acepta y así hizo saber a Obama a través de sus emisarios, simples declaraciones políticas de que el escudo no apunta contra el potencial disuasorio de las tropas estratégicas rusas. En nuestra opinión, son insuficientes los pronunciamientos políticos, en razón de que la práctica constata que una auténtica paridad y control sobre los armamentos pueden ser garantizadas solamente con acuerdos internacionales vinculantes, basados en la igualdad y el estricto equilibrio de intereses. Las razones "financieras" alegadas en marzo último por el Pentágono sobre los cambios en la cuarta fase del DAM no despejaron las dudas entre los militares rusos. El viceministro de Defensa Anatoli Antonov fue más allá de los efectos negativos en las relaciones bilaterales, cuando vinculó la solución de los problemas de seguridad estratégica con la implicación directa de los europeos. Antonov, en coincidencia con otros analistas militares, tiene la convicción de que la "impensada realización de los planes del DAM en perspectiva socavará el potencial disuasorio de Rusia". Para el subdirector del Centro de Investigaciones Políticas, Evgueni Buzhinski, el supuesto repliegue de la cuarta fase poco ofrece y es imposible que pueda tranquilizar a Rusia. Washington debe renunciar al emplazamiento de los misiles interceptores en Polonia y de los componentes del escudo en los mares Báltico y del Norte, y en general a la tercera fase, opinó Buzhinski. Sugirió el experto que solo así se despejarán las dudas, de lo contrario se tratarán de medidas a medias. El titular del Estado Mayor General, Guerasimov, ilustró en sus apreciaciones sobre las discusiones recientes, el mar de contrariedades y suspicacias latentes. A pesar de algunos cambios en los planes de nuestros socios, no tenemos plena confianza de la ausencia del "potencial antirruso" en el escudo antimisiles de Estados Unidos, enfatizó el oficial. El viceministro de Defensa, Anatoli Antonov, dijo no creer en milagros, en cuanto a un viraje en las relaciones de Rusia y la OTAN, después de la conferencia de seguridad, que acogió Moscú. lac/oda |
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