Políticas de Mercado para la República Dominicana
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Ha llegado la hora de buscar nuevos socios comerciales, la política exportadora de una nación no puede depender de socios inestables, sobre todo, en un mercado global donde las reglas del juego están establecidas por un marco regulatorio contenido en los tratados de libre comercio.
Recuerdo que cuando asistí a Ginebra, Suiza,
en el verano del año 2004, a la Reunión Internacional de Migración en la
que el tema central eran los problemas sanitarios entre los países con
fronteras comunes, expresé en mi intervención: ”Todos los países que
comparten fronteras comunes, siempre tendrán que resolver problemas
comunes, que solo son de su incumbencia, como las enfermedades
infecto-contagiosas y otros problemas sanitarios de impacto
epidemiológico y económico que no conocen de solución de continuidad
territorial.” Los diferendos precisan de la comunicación fluida entre
las partes como herramienta fundamental para la solución de los mismos.
Razones
por las cuales la República Dominicana y la República de Haití deben
aprovechar las actuales circunstancias creadas en materia del mercado
bilateral, mediante la cual Haití decidió prohibir la importación de
pollos y huevos desde la República Dominicana. Se imponte que ambas
naciones realicen una cumbre para tratar un conjunto de temas que son
fundamentales para fomentar sus relacione bilaterales, y establecer
nuevos tratados diplomáticos para la redefinición de políticas
exteriores, migratorias, laborales, sanitarias, contra el terrorismo y
el narcotráfico, así como crear un marco para el llamado mercado
bilateral, que luce ser desordenado y que marcha al margen de las
regulaciones en materia de comercio internacional.
Las
relaciones diplomáticas en las últimas décadas han sido excelentes entre
ambos pueblos, las visitas de estado oficiales y privadas de los jefes
de Estado, se han hecho más frecuentes en los últimos años que en
cualquier otra época de nuestra historia contemporánea. Sobre todo,
después del terrible fenómeno telúrico que afectó sensiblemente a
Haití.
Hace apenas algunos días, que los jefes de
Gobierno de ambas naciones están sembrando arboles en la frontera, en el
Día Internacional de Medio Ambiente, lo que transmitió un mensaje de
que la frontera es importante para ambos pueblos.
De
pronto llega la noticia del impedimento de comercialización de pollos y
huevos dominicanos en Haití, por la alegada presencia en la República
Dominicana de la llamada gripe aviar, que según la OMS, no existe en el
país.
Lo que me llama poderosamente la atención es que
existiendo una buena comunicación entre ambos Estados, no se
transmitiera por vía diplomática una nota solicitando una información
detallada sobre este particular y designar una comisión de expertos para
que realizaran una investigación sobre el tema en cuestión y,
posteriormente, comunicar con fecha exacta las medidas de barrera
fitosanitarias que esa nación impondría a un renglón comercial tan
sensible para ambas economías.
Ahora bien, al margen de
estas medidas fitosanitarias impuestas por el Gobierno haitiano, la
República Dominicana tiene que pedir una revisión profunda de sus
políticas exportadoras y buscar nuevos mercados que les garanticen mayor
estabilidad a los productores dominicanos. Para esto deben prepararse
para competir en un mercado abierto y con exigencias puntuales donde,
para obtener rentabilidades, debe haber una política de Estado de
incentivos reales, al sistema productivo nacional que vaya más allá de
medidas coyunturales, como las que hace menos de un mes tomó el Gobierno
dominicano al liberar fondos del Banco Central, para que fuesen a una
tasa más baja al campo.
“Escuchamos más ruidos en
préstamos para vehículos de motor, que en los campos dominicanos,
esperemos el informe del destino de los famosos veinte mil millones,
liberados como alevines en río torrencial incoercible”.
El
momento también es propicio para que el sector avícola de República
Dominicana haga planteamientos públicos de sus dificultades, que son
conocidos por el Ejecutivo de la nación, porque entre otros líderes del
sector el ingeniero Wilfredo Cabrera lo aireó por los medios de
comunicación y un discurso grandilocuente lo hizo saber a su excelencia
en el memorable Día del Agricultor Dominicano, celebrado en la
mediterránea y agrícola ciudad de Moca.
Presidente:
“Manos a la obra”, es hora de que por su diligente y eficiente
iniciativa, como hasta hoy lo ha venido haciendo, vamos a revisar la
producción nacional y establecer una política exportadora que sea una
cultura de nación. Sobre todo ahora que nuestro abastecedor de
carburantes, la República Bolivariana de Venezuela, requiere abastecerse
de manera urgente y, de esta manera, logramos amortizar intereses de
nuestra deuda con Petro Caribe, sin buscar divisas y generando riqueza.
ws/kg
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