Asesinan a un periodista mexicano que cubría información policial en Oaxaca
- Alberto López Bello, de 28 años, trabajaba para el diario local El Imparcial
- Su cadáver presenta varios impactos de bala
- México es el segundo país más peligroso del mundo para los periodistas
Policías y forenses examinan la escena del crimen donde fue encontrado el periodista mexicano Alberto López Bello.
RTVE.es / EFE 19.07.2013 - 11:47hEl periodista mexicano Alberto López Bello, quien cubría información de sucesos para el diario local El Imparcial de
Oaxaca, ha sido encontrado muerto junto con otra persona en un
municipio del sureño estado de Oaxaca, según han informado fuentes
oficiales.
López Bello, de 28 años, fue asesinado la madrugada del miércoles. El cadáver del periodista, que presentaba varios impactos de bala, fue hallado en un paraje del municipio de Trinidad de Viguera junto al de otra persona, al parecer un policía de esa zona. Junto al cuerpo se ha encontrado a otra persona identificada como Alejandro Franco Rojas, miembro del área de inteligencia de la policía municipal de Oaxaca, con el que López Bello fue sido visto por última vez unas horas antes en un bar del centro de la ciudad.
El rotativo ha exigido a las autoridades "el pronto esclarecimiento de tan lamentables hechos, que demuestran la vulnerabilidad a la que están expuestos los comunicadores en su labor diaria para informar veraz y oportunamente a la ciudadanía".
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha condenado el asesinato y ha instado a las autoridades a investigar el caso con prontitud y llevar a los responsables ante la Justicia.
"Casos como este demuestran la inefectividad y fragilidad de las políticas del Gobierno en asegurar la integridad física de los periodistas y para sancionar a los responsables de los delitos", ha señalado en un comunicado el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo. Ja criticado, además, la "ineficacia de la ley de protección y la lentitud para castigar los ataques y actos de violencia contra medios y periodistas en México".
Esta situación "reduce cada vez más la oferta informativa que reciben los ciudadanos en zonas del país afectadas por el crimen organizado, ya que por temor a represalias los medios y los periodistas se ven obligados a practicar la autocensura como acto de supervivencia", ha destacado.
Reporteros Sin Fronteras también ha pedido que se determine "rápidamente" el móvil del crimen
El pasado 18 de mayo López Bello fue detenido por policías estatales junto con Jacobo Robles, también periodista de El Imparcial, mientras tomaban fotografías de una manta supuestamente colocada como cartel por el crimen organizado en un puente peatonal, cerca del aeropuerto local. "En dicho cartel aparentemente se vinculaba a funcionarios estatales con las mafias", ha precisado la SIP.
En aquella ocasión, la policía les retiró a los periodistas el equipo y teléfonos, y les trasladaron al cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública en Santa María Coyotepec, donde los ficharon y luego los llevaron a la Procuraduría General de la República de Oaxaca, según detalló el sitio www.noticias.net.mx. Poco después, el Ministerio Público los liberó tras determinar que su detención fue ilegal.
El 8 de octubre de 2007 dos hombres atacaron el vehículo que transportaba los ejemplares del diario y mataron a balazos a tres vendedores. La dirección de El Imparcial atribuyó este ataque a los narcotraficantes y lo consideró una represalia por la información que publica el periódico.
México es el segundo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, según Reporteros Sin Fronteras. Desde el año 2000 han sido asesinados en el país más de 80 profesionales de los medios de comunicación, 17 se encuentran desaparecidos y 26 fuera de su región o en el exilio.
López Bello, de 28 años, fue asesinado la madrugada del miércoles. El cadáver del periodista, que presentaba varios impactos de bala, fue hallado en un paraje del municipio de Trinidad de Viguera junto al de otra persona, al parecer un policía de esa zona. Junto al cuerpo se ha encontrado a otra persona identificada como Alejandro Franco Rojas, miembro del área de inteligencia de la policía municipal de Oaxaca, con el que López Bello fue sido visto por última vez unas horas antes en un bar del centro de la ciudad.
El rotativo ha exigido a las autoridades "el pronto esclarecimiento de tan lamentables hechos, que demuestran la vulnerabilidad a la que están expuestos los comunicadores en su labor diaria para informar veraz y oportunamente a la ciudadanía".
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha condenado el asesinato y ha instado a las autoridades a investigar el caso con prontitud y llevar a los responsables ante la Justicia.
Autocensura como acto de supervivencia
La SIP, con sede en Miami, ha exigido además al Gobierno mexicano que trabaje de manera "eficaz" para proteger a los periodistas en el ejercicio de su labor e implemente una "política vigorosa de prevención de la violencia"."Casos como este demuestran la inefectividad y fragilidad de las políticas del Gobierno en asegurar la integridad física de los periodistas y para sancionar a los responsables de los delitos", ha señalado en un comunicado el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo. Ja criticado, además, la "ineficacia de la ley de protección y la lentitud para castigar los ataques y actos de violencia contra medios y periodistas en México".
Esta situación "reduce cada vez más la oferta informativa que reciben los ciudadanos en zonas del país afectadas por el crimen organizado, ya que por temor a represalias los medios y los periodistas se ven obligados a practicar la autocensura como acto de supervivencia", ha destacado.
Reporteros Sin Fronteras también ha pedido que se determine "rápidamente" el móvil del crimen
El pasado 18 de mayo López Bello fue detenido por policías estatales junto con Jacobo Robles, también periodista de El Imparcial, mientras tomaban fotografías de una manta supuestamente colocada como cartel por el crimen organizado en un puente peatonal, cerca del aeropuerto local. "En dicho cartel aparentemente se vinculaba a funcionarios estatales con las mafias", ha precisado la SIP.
En aquella ocasión, la policía les retiró a los periodistas el equipo y teléfonos, y les trasladaron al cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública en Santa María Coyotepec, donde los ficharon y luego los llevaron a la Procuraduría General de la República de Oaxaca, según detalló el sitio www.noticias.net.mx. Poco después, el Ministerio Público los liberó tras determinar que su detención fue ilegal.
México, el segundo país más peligroso para la prensa
En Oaxaca se ha reportado en los últimos meses un incremento de la presencia del narcotráfico, una situación sobre la que López Bello había publicado recientemente algunos artículos. Según la agencia Efe, no se descarta como posible móvil del crimen la labor periodística realizada por el joven, quien desde hace más de seis años cubría la información policíaca para El Imparcial.El 8 de octubre de 2007 dos hombres atacaron el vehículo que transportaba los ejemplares del diario y mataron a balazos a tres vendedores. La dirección de El Imparcial atribuyó este ataque a los narcotraficantes y lo consideró una represalia por la información que publica el periódico.
México es el segundo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, según Reporteros Sin Fronteras. Desde el año 2000 han sido asesinados en el país más de 80 profesionales de los medios de comunicación, 17 se encuentran desaparecidos y 26 fuera de su región o en el exilio.
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