La crisis humanitaria se agrava en Siria
© Collage: La Voz de Rusia
Anteriormente Rusia entregó a la ONU un
informe que confirma el uso de armas químicas por parte de las fuerzas
de oposición siria. Pero esto no parece suficiente a los opositores del
Damasco oficial que siguen jugando esta carta sin renunciar a su intento
de aplicar la fuerza contra las autoridades legítimas de Siria.
Los
expertos de la ONU pidieron una autorización del régimen de Damasco
para examinar los lugares donde las partes en conflicto pudieron aplicar
las armas prohibidas. Las autoridades sirias que no están interesadas
en disimular tales hechos dieron el visto bueno a esta propuesta. El
jefe del equipo de inspectores, Oke Selstrem, y la alta delegada del
secretario general de la ONU para las cuestiones del desarme, Angela
Kane, planean sostener negociaciones con el ministro sirio de Asuntos
Exteriores, Walid Muallem, y expertos locales.
Rusia
traspasó la semana pasada a la ONU y a las autoridades de EEUU las
pruebas de que los insurgentes usaron el pasado 19 de marzo el agente
nervioso sarín cerca de la ciudad siria de Alepo, lo que causó la muerte
de casi treinta personas. El ministro ruso de Exteriores, Serguei
Lavrov, declaró que el proyectil con carga química no fue de producción
industrial y había sido elaborado en febrero pasado en el territorio que
por aquellas fechas estaba bajo control de un grupo afiliado al
Ejército Libre de Siria. EEUU cuestionó la conclusión de expertos rusos.
La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Jen Psaki, declaró que
Washington no cree que la oposición tenga la capacidad de usar las armas
químicas. Otros políticos occidentales insisten también en que sarín
fue empleado por las fuerzas gubernamentales de Siria.
Mientras
que continúa la polémica en torno al uso de armas químicas en Siria,
las acciones de combate con empleo de armas tradicionales no cesan en el
país y mucho depende de estas, opina el experto Leonid Isáev:
—A
día de hoy, las fuerzas gubernamentales tomaron la iniciativa. En los
países que apoyan a los rebeldes crecen las discrepancias. Unos
consideran necesario continuar prestando ayuda al Ejército Libre de
Siria, otros no están interesados de esto.
Mientras, el grupo de los que se pronuncian por derrocar al presidente de Siria, Bashar Asad,
fuera del territorio de este país es muy influyente. Durante las
últimas semanas, los rebeldes recibieron del extranjero grandes
volúmenes de armamento y material bélico, incluidos las armas pesadas.
Así lo comunicó el secretario de Estado de EEUU, John Kerry,
en el marco de su visita a la capital jordana de Amman realizada el
pasado 17 de julio. Se trata de los suministros provenientes de los
países que forman parte del grupo Amigos de Siria. Kerry destacó que los
insurgentes reciben las armas y municiones de otras fuentes también.
Los expertos afriman que se trata de varios países occidentales, aunque
esto no se saca a la luz pública. El Congreso de EEUU bloqueó la
respectiva iniciativa del presidente estadounidense, Barack Obama. Pero
los militares se apresuraron a asegurar que continuarían buscando los
modos de prestar apoyo a la oposición siria. Según Kerry, a día de hoy,
Damasco tiene la supremacía gracias al apoyo por parte de Irán, Rusia y
el movimiento chií libanés Hizbulá. Pero su éxito no continuará durante
mucho tiempo, opina el político.
Por su lado, el
ministro británico de Exteriores, William Hague, dijo que Gran Bretaña
suministrará las armas a la oposición siria sólo en caso de que el
Parlamento británico diera su visto bueno a estos envíos. Mientras, el
primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, declaró anteriormente
que se reserva el derecho exclusivo de tomar la decisión sobre el
posible envío de tropas a Siria. A juzgar por todo, los principales
actores occidentales no están dispuestos a resolver el problema sirio
con medios políticos y diplomáticos, aunque hacen con frecuencia las
declaraciones sobre la necesidad del arreglo pacífico del conflicto. Así
las cosas, es poco probable que la conferencia internacional para el
arreglo en Siria que se ha aplazado en reiteradas ocasiones desempeñe el
papel principal en el establecimiento de la paz, destaca el profesor
Grigori Kosach:
—La
celebración de una conferencia internacional no contribuirá a la salida
de la crisis, porque esta propuesta fracasó. Por otro lado, es
necesario buscar las posibilidades que permitirán a ambas partes de
hacer todo lo que depende de estas. Varios Estados, incluida Rusia,
deben ejercer la presión para reducir la crisis humanitaria.
Moscú
se pronuncia por investigar los suministros ilegales de armas a Siria.
Según el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin,
“últimamente se comunica con frecuencia sobre los suministros ilegales
de armas a los grupos armados de la oposición” que violan el embargo
impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU. Esta situación agrava
cada vez más la crisis humanitaria en Siria. Miles de ciudadanos sirios
mueren semanalmente en los combates. Mientras, el número de los
refugiados que se aproxima a dos millones de personas batió el récord de
los últimos veinte años.
ek/as
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