Dominique de Villepin: Francia se encuentra en un atolladero
Foto: servicio de prensa Global Mind Symposium
Usted tomó parte en el simposio internacional “Intelecto global”.¿Qué nos puede decir de las ventajas y de los aspectos negativos de la globalización?
–La
globalización es una de las propiedades del mundo contemporáneo, es
nuestro destino común. Durante largo tiempo nuestro mundo estuvo
dividido en las zonas de influencia de varias potencias. La
globalización es un eslabón de enlace entre Europa, los países en vías
de desarrollo y EEUU. Se extiende a todos los continentes. Y este
fenómeno se manifiesta en las iniciativas estatales y privadas, que nos
brindan a todos nosotros la posibilidad de tornar este destino común en
un bien colectivo al servicio de la humanidad.
La
gran ventaja de la globalización es la esperanza de paz, justicia y
desarrollo para toda la humanidad. Largo tiempo estos bienes estaban
destinados para cierta parte de la población, para algunos países. Hoy
están al alcance de toda la humanidad.
Uno
de los principales aspectos negativos de la globalización es que nos
hace interdependiente s. Nos volvemos vulnerables. La crisis en Europa
influye sobre los países en vías de desarrollo. La burbuja inmobiliaria
del mercado chino influye sobre el resto del mundo. Por eso debemos
crear los instrumentos estabilizadores de la globalización. Por ejemplo,
institutos multilaterales que permitan a todos observar las reglas
comunes. Solo en tales condiciones la globalización será en bien de los
ciudadanos y permitirá evitar los riesgos.
Ekaterimburgo
se postula para ser la anfitriona de la Expo 2020. ¿Qué posibilidades, a
su parecer, tiene esta ciudad rusa para acoger la exposición universal?
–Pienso
que Ekaterimburgo cuenta con muchas ventajas y la ciudad es un
maravilloso símbolo para la Expo. Shanghái (durante la Expo 2010) se
planteaba la tarea de mostrar el futuro asiático del mundo.
Ekaterimburgo es otro de los símbolos de la globalización, es el signo
de la reconciliación entre Oriente y Occidente, es que la ciudad se
encuentra en el linde de estas dos partes del mundo. El general De
Gaulle hablaba de una Europa “del Atlántico a los Urales”. Ekaterimburgo
se encuentra en el propio centro de los Urales. Es una megalópolis
industrial que patentiza cómo en Rusia se materializa el desarrollo de
las grandes ciudades, prestando atención a la protección del entorno y
resolviendo los problemas de la población. Pienso que es un símbolo muy
brillante y Ekaterimburgo tiene posibilidad de ganar el concurso para
celebrar la exposición universal.
Francia siempre desempeña un papel importante en la política mesoriental. ¿No le parece que el diálogo sobre Siria no avanza?
–Realmente
pienso que no estamos avanzando en lo referente a la crisis siria y la
comunidad mundial da muestras de impotencia en este asunto. Para
comprender el porqué de todo esto, es necesario comprender cierto
contexto histórico. Durante la crisis libia, Rusia, China y otros países
tenían la impresión de que los países de Occidente abusaron de sus
poderes en lo concerniente a la resolución de la ONU sobre Libia. Estos
países empezaron a considerar que la comunidad internacional pasó del
mandato, que defendía a la población de Libia, al deseo de sustituir el
régimen libio. Rusia tuvo la sensación de que la estaban engañando y
pienso que debemos aprender la lección de todo esto.
Existe,
lamentablemente, otra causa del estancamiento en que nos encontramos. A
principios de la crisis siria, cuando entre Europa, EEUU y Rusia debía
entablarse un diálogo constructivo, a nuestros países les faltó
imaginación y resolución. Pienso que de nuevo debemos ocuparnos de esta
cuestión, porque la prosecución del conflicto armado es una verdadera
tragedia tanto para Siria como para toda la región. Más de cien mil
muertos en Siria, es inadmisible.
¿Cómo
salir de esta situación? Pienso que debemos resignarnos a la idea de
que el cese incondicional del fuego, conducente a negociaciones sin
condiciones previas, es la única vía de salida de la crisis. Hoy muchos
países europeos están dispuestos a sostener negociaciones, solo a
condición de que en régimen en Siria sea suplantado. Pienso que ningún
tipo de condición puede preceder el inicio de las negociaciones. Es
menester aceptar el diálogo con la única finalidad de detener las
acciones bélicas. Luego las negociaciones políticas ayudarán a cambiar
algo. Rusia, los países europeos y la comunidad internacional deben
reconocer que el cese de los combates es mejor que nada, ya que la
guerra puede dilatarse.
¿Tiene previsto
participar en las elecciones presidenciales de 2017 en Francia? ¿En qué
grado el partido que usted ha creado está en condiciones de competir
dignamente con los movimientos políticos tradicionales?
–Lamentablemente,
Francia se encuentra actualmente en un atolladero por los problemas que
se van acumulando y la incapacidad de los partidos políticos de tomar
en respuesta medidas adecuadas. Se trata de las medidas de lucha contra
el desempleo, la miseria y la capacidad de dar al país un futuro
practicando las reformas necesarias. Por ejemplo, modernizar la economía
francesa y hacer que el país sea más competitivo. ¿De qué manera las
medidas que toma la comunidad europea pueden facilitar el progreso de
nuestro país?
Estoy
seguro de que ni los partidos de la derecha ni los de la izquierda
pueden encontrar la vía de solución de los problemas. En este caso hay
que dar rienda suelta a la imaginación y la generosidad. Debemos rebasar
los marcos políticos tradicionales. Esta fue mi ambición todos estos
años y quiero que en 2017 surja la posibilidad de cambiar el rumbo
político y tomar medidas que consuenen con nuestras demandas. La
política “tradicional” se agotó. Debemos crear algo nuevo y encontrar la
salida a esta situación. Estas son las tareas que planeo abordar en los
próximos años.
mj/lj
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