Hermanos Musulmanes son los padres del islam político
Foto: AFP
Un año atrás Mohamed Morsi presentó su
candidatura a la presidencia de Egipto como representante de los
Hermanos Musulmanes. Sin embargo, tras el triunfo electoral Morsi se
retiró de esa organización, de la que fue miembro a lo largo de veinte
años. Lo hizo porque había prometido ser “presidente de todos los
egipcios”, y no solo de una parte de ellos. No obstante, los nexos de
Morsi con los Hermanos Musulmanes seguían en pie. De ahí que
inmediatamente después de su reciente derrocamiento se practicaran
detenciones entre los dirigentes de los Hermanos Musulmanes. Por lo
demás, el movimiento ya está acostumbrado a tales cosas. Y es que
durante muchos años la organización estuvo prohibida en Egipto, nos
recuerda el director del Centro de Estudios de Oriente Próximo
Contemporáneo de San Petersburgo, Gumer Isáev:
–Los
Hermanos Musulmanes respaldaron la revolución egipcia de 1952 consumada
por Gamal Abdel Nasser. Pero luego disintieron porque se hicieron
evidentes las divergencias entre la ideología de los nacionalistas
árabes y los Hermanos Musulmanes. Para entonces Nasser había empezado a
construir el socialismo árabe. Y como resultado los Hermanos Musulmanes
fueron prohibidos en el país por mucho tiempo. En general, actuaban en
la clandestinidad y las autoridades los fraccionaban e intentaban
desorientarlos.
La organización Hermanos
Musulmanes surgió en 1928 en Ismailía. Cinco años después su sede fue
trasladada a El Cairo. El fundador de los Hermanos Musulmanes fue Hasan
al Banna. Tras su muerte acaecida en 1950 el papel de ideólogo del
movimiento pasó al literato y filósofo Sayyd Qutb. La propia aparición
de los Hermanos Musulmanes fue una reacción a la desintegración del
Imperio Otomano, acogida con una gran derrota del mundo musulmán. Los
Hermanos Musulmanes se pronunciaban por el acrecentamiento del papel del
islam en la sociedad. Merced a esto, suponían, el mundo musulmán podrá
resurgir y volver a los tiempos en que el califato era la concentración
de la ciencia y la cultura. Las consignas de los Hermanos Musulmanes
fueron del agrado de muchos. Y ya a fines de la Segunda Guerra Mundial
la organización contaba con cerca de medio millón de personas. Y hoy las
células de los Hermanos Musulmanes actúan por todo Oriente Próximo
–apunta Gumer Isáev:
–En
general, los Hermanos Musulmanes son una marca que, desde el momento de
su fundación, se difundió por toda la región. Hoy los Hermanos
Musulmanes actúan de una u otra manera en países como Jordania; el
vencedor partido tunecino Ennahda también tiene que ver con los Hermanos
Musulmanes. El movimiento palestino Hamas puede considerarse una
ramificación de los Hermanos Musulmanes. Los Hermanos Musulmanes están
presentes hoy como ideólogos en diferentes países del Golfo Pérsico, por
ejemplo, en Catar considerado patrocinador de los Hermanos Musulmanes.
En
su patria histórica – Egipto, los Hermanos Musulmanes fueron prohibidos
tras el fallido atentado contra el presidente Nasser en 1954. Sin
embargo, los Hermanos Musulmanes no dejaron de actuar. Por una parte,
continuaron la lucha política. Claro que hasta el derrocamiento de Hosni
Mubarak podían participar en las elecciones únicamente como candidatos
independientes. Por otra parte, los Hermanos Musulmanes desplegaron una
vasta actividad social, que favoreció el crecimiento de su popularidad.
El experto del Instituto de Oriente Próximo, Serguéi Serióguichev, dice:
–Ellos
desarrollan su trabajo a través de una enorme red de organizaciones
sociales. Precisamente esta actividad social masiva reportó el éxito más
grande a los Hermanos Musulmanes. Ellos conceden créditos a las
personas, les ayudan en los estudios, en la colocación laboral. Tienen
sus hospitales, bibliotecas, sus compañías, negocios, sus ingresos suman
miles de millones de dólares.
Si bien los
Hermanos Musulmanes no estuvieron en la vanguardia de las fuerzas que
barrieron el régimen de Mubarak, precisamente esto les reportó los
mayores dividendos. Tras la victoria de los Hermanos Musulmanes en las
parlamentarias y la de su candidato Morsi en las elecciones
presidenciales parecía que se aferraron al volante con toda seriedad y
por mucho tiempo. El argumento a favor de ello fue el éxito obtenido por
los Hermanos Musulmanes en otros países. Sin embargo, los últimos
hechos registrados en Egipto probaron que no es así. Cabe remarcar que
Egipto, siendo el país árabe más grande, siempre fue un punto de
referencia para sus vecinos. No se excluye que con la vista puesta en
los sucesos protagonizados en Egipto y convencidos de la debilidad de
las posiciones de los Hermanos Musulmanes, sus enemigos y adversarios en
otros países se lancen a la ofensiva
mj/lj
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