A 46 años del 2 de octubre, se aviva el eco de la movilización estudiantil en México
Un exrecluso estudiantil del 68 refiere a los nuevos movimientos como un probable y afortunado hartazgo conjugado con acción
Por: Ana Paula de la Torre -
Ángel
Mendoza tiene un bigote porfiriano, buen porte, cultura, está informado
y conduce un taxi en el DF. Se lamenta del tráfico causado por las
últimas protestas de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional
(IPN), aunque simultáneamente está orgulloso de que los jóvenes se
movilicen: “Algo pasó con México que desde el 68 los habitantes nos
quejamos de lo que ha hecho el gobierno, sobre todo en la economía, pero
no actuamos”. Recuerda con nostalgia el 68, cuando cientos de
estudiantes fueron asesinados por el gobierno mexicano para que el país
quedara libre de disturbios en los Juegos Olímpicos celebrados ese mismo
año. Él mismo estuvo preso como producto de las manifestaciones.
Mendoza fue alumno en ese periodo de la
Vocacional 5, la preparatoria donde se generó el movimiento tras una
riña al terminar un partido de futbol, que ocasionó inconformidad entre
los estudiantes cuando los granaderos ingresaron abruptamente a las
instalaciones de este prepa.
Casi 50 años después, dos incidentes, la
muerte de normalistas en Iguala, Guerrero, quienes habían tomado
algunos autobuses y fueron baleados por policías municipales, y la serie
de protestas de alumnos del Instituto Politécnico Nacional en las que
han participado más de 50 mil jóvenes se han gestado a unos días que se
cumplan 46 años del crimen de Estado.
Ángel Mendoza conduce su taxi y se
alegra de que los estudiantes hayan salido a la calle: “Los quieren
convertir en técnicos en lugar de ingenieros”. Y reafirma que hoy es
difícil que la sociedad reaccione: “Nos vendieron la democracia como
remedio para los males sociales, pero en México los problemas son los
mismos, con la diferencia de que ya no nos sorprendemos por ello”.
“En los sesenta los jóvenes salieron a
las calles por un hartazgo hacia un partido autoritario insostenible,
pues los tiempos estaban cambiando. Las personas tenían más conciencia
de su búsqueda de libertad, al menos en sus derechos individuales”. Hoy,
después de casi 50 años dos movimientos estudiantiles están en las
calles, en Guerrero fueron asesinados tres estudiantes por policías
municipales y, como si de ficción se tratara, hay más de 40
desaparecidos que, se estipula, están escondidos por temor a la
represión.
En el marco del la conmemoración del 2
de octubre de 1968, cuando el gobierno atacó a miles de estudiantes, se
está gestando un movimiento estudiantil sin precedentes en los últimos
años. Según Mendoza, puede ser un segundo capítulo de hartazgo social
reflejado en la clase joven: “Ojalá, porque la apatía generalizada es
muy vacía”. (…) En los sesenta los estudiantes leían a Marx y se
empoderaban con las ideas de este; hoy los jóvenes están más conscientes
de que el gobierno los necesita en las elecciones”.
Twitter de la autora: @anapauladelatd
No hay comentarios.:
Publicar un comentario