martes, 4 de noviembre de 2014

El apoyo de Hungría a Rusia le cuesta un amago de “revolución de color”. EEUU aprueba sanciones contra Budapest, que amenaza con irse de la UE


La pasada semana se produjeron manifestaciones “espontáneas” en Budapest con la excusa de un impuesto a Internet que pretende aprobar el gobierno húngaro. Pero el principal organizador de las protestas, Domingo Balazs Nemes, dice que el proceso no es solo por dicho impuesto (sobre todo si el gobierno propone enmiendas a la ley), la ley era simplemente “la última gota”. Y amenaza con más protestas en el futuro.  Todo muy familiar, incluidas las banderas de la UE entre los manifestantes.
Una vez más (como siempre) hay controversia sobre el número de participantes. Los organizadores estimaron cuarenta mil asistentes en las primeras protestas, en la que se dirigieron al edificio sede del Fidesz, partido del gobierno, y en su ira causaron algunos daños. Pero aunque fueron tachados de “provocadores”, la actitud de los organizadores era de complicidad. Todo demasiado familiar y ya visto en Kiev. Colgaron la bandera de la UE en el edificio para dar a entender claramente que están con Occidente.
De nuevo el 28 de octubre se celebró en Budapest una nueva protesta contra los planes del Gobierno de Viktor Orban de introducir a partir de 2015 un impuesto sobre el uso de Internet. Uno de los oradores de la manifestación (Zsolt Varodi), declaraba que las protestas en contra de este impuesto eran "sólo la punta del iceberg", que lo querían todo: un sistema fiscal eficaz, la lucha contra la corrupción, la transparencia económica, etc., etc., etc... De esta forma pretenden que el movimiento crezca y se unan  más organizaciones con una gran variedad de métodos.
De acuerdo a las declaraciones de los líderes de la protesta, la segunda manifestación contó con la presencia de 100 mil personas -una cifra redonda, que se convirtió en la razón de la creación de la organización "Cien mil contra el impuesto sobre la Internet." Todo demasiado familiar. Curiosamente, en la manifestación destacó la presencia del encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos Andre Goodfriend (!!!), que unos días antes promovió sanciones contra varios políticos del primer ministro Orban.
Al día siguiente de las manifestaciones contra el impuesto a Internet en Budapest tuvo lugar la visita diplomática del Ministro alemán de Asuntos Europeos Michael Roth (SPD). Berlín se hace eco muy rápidamente de las demandas de Estados Unidos a Hungría. La aparición de impuestos exóticos, por supuesto, no es un accidente, el gobierno utiliza los ingresos fiscales para poder afrontar los intereses sobre la deuda nacional. Bueno. Pero Occidente utiliza esas mismas medidas para socavar la legitimidad del gobierno húngaro… ¿Qué hay detrás de todo ello?
EE.UU. introduce sanciones contra Hungría por su “postura prorusa”
Una evidencia descarada de la injerencia norteamericana en la política húngara es que Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Hungría, según afirman los medios locales citando a diplomáticos estadounidenses. La medida impide la entrada a varios funcionarios y empresarios húngaros a EE.UU. Nuevamente, todo demasiado familiar.
Aunque no se precisan los nombres, los periodistas sospechan que se trata del círculo íntimo del primer ministro Viktor Orbán y altos funcionarios del servicio tributario. Entra las causas de la medida se sugiere el acercamiento a Moscú y la investigación de la actividad de ciertas empresas estadounidenses.  El canciller húngaro demandó explicaciones por parte de Washington, informó el canal Rossiya 24.
Hungría amenazó con retirarse de la Unión Europea
La tensión ha llegado al punto (no se extrañe el lector del silencio de los principales medios occidentales y españoles, cuando sea necesario, las cacatúas empezaran su cantar unísono…) que el primer ministro, Viktor Orban, y el presidente del Parlamento, László Kövér están ya cansados de las amenazas de Alemania y los Estados Unidos de castigarlos por su amistad con Moscú. Köwerich dijo a periodistas que la moderna Bruselas recuerda a él "Moscú antes de que el cambio de régimen en 1989".
La Unión Europea se muestra cómo un enemigo del país y ejerce presión sobre Hungría por su posición de amistad con Rusia. El gobierno húngaro considera que la política de sanciones occidentales contra Rusia es un “escenario de pesadilla", en el que Hungría no va a entrar. Köwerich señaló que la adhesión de Hungría a la UE o la OTAN no es un problema, pero Budapest decidirá su futuro, dentro o fuera de la UE. La UE y los EE.UU. están muy preocupados de que Budapest cada vez está más cerca de Moscú. Recientemente, Washington prohibió entrar en los EE.UU. a varios altos cargos húngaros.
El Presidente del Parlamento húngaro, László Kövér sigue la retórica del primer ministro Viktor Orban. El jefe de Gobierno de Hungría ha declarado en repetidas ocasiones que con la imposición de sanciones en contra de Rusia, "Occidente corta la rama sobre la que se asienta," y que Europa no puede prescindir de Rusia. Orban instó a Bruselas para compensar la enorme pérdida para los productores que se han convertido en "víctimas" del embargo de alimentos de Rusia, y en general para revisar las relaciones con Moscú. Por eso, la oposición húngara "pide su cabeza": acusan de que el país está más alejado de los "ideales democráticos" y más cerca del "retroceso democrático". Los opositores temen que el acercamiento a Moscú podría ser un ejemplo seguido por las débiles democracias de otros países del Este.
Incluso el año pasado, la canciller alemana Angela Merkel chulescamente dijo que "Alemania hará todo lo posible para dirigir a Hungría por el camino correcto, pero no enviará inmediatamente a la caballería." Orban respondió: "Los alemanes ya habían enviado una vez a Hungría la caballería en forma de tanques(*). Nuestro deseo es que no los envíen. Es una mala idea que no se justifica".
(*) Hace referencia a la invasión de Hungría por el Pacto de Varsovia en 1956, en el que participaron unidades blindadas de la Alemania Oriental, donde Merkel fue una funcionaria del Partido Comunista.

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