Poco importa imagen de Peña ante el hecho de que México está hundido en pobreza y violencia: Verónica González
Por: Emma Martínez /
29 enero, 2015
(29 de enero, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Un gobernante que
no entiende que no ha entendido, provoca la ineptitud frente al caso
Ayotzinapa; la corrupción que entraña la relación
Peña-Rivera-Videgaray-Higa; la mezquindad, la ignorancia y la
frivolidad, que tendrán como resultado que Andrés Manuel López Obrador,
Presidente del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) se beneficie de
dichas circunstancias, que son parte de la crisis mexicana actual; lo
anterior es la idea central que resume el artículo del semanario The Economist.
“El semanario inglés hace una acusación directa a Peña Nieto, atribuyéndole la culpabilidad de hacer que López Obrador vaya ganando puntos de popularidad, es su editorial, es por ello que desde ese punto de vista no habría mayor conflicto ético, es el posicionamiento de su línea editorial, el problema está en que cínicamente argumenta que las actuaciones del actual mandatario están mal porque ayuda a un adversario y no por los índices de asesinatos, desapariciones forzadas, pobreza y corrupción, aún así dicen se apenan por México y afirman que ‘México no se merece a AMLO’, pareciera que el medio tiene una doble moral, que insulta la inteligencia de los mexicanos, porque usan nuestras tragedias humanas para atacar a un adversario, que lo sienten como propio”, declara Verónica González, especialista en sociología de la información.
El escritor Héctor Palacio describe en un artículo de opinión sobre el tema que “así como enlista The Economist elementos del mal gobierno de Peña (atribuyéndole en compensación una autoridad previa a la crisis que nunca tuvo correlación con una legitimidad social), evita considerar elementos cuantitativos o cualitativos sobre López Obrador (su tesón como opositor, su honestidad, su exitosa gestión como jefe de gobierno de la ciudad, los programas sociales impulsados en ese tiempo, las condiciones en que sus adversarios, Calderón y Peña, accedieron al poder, etc.) y se limita a descalificarlo siguiendo una fórmula muy conocida: la del populista mesiánico; es decir, la del peligro para México”.
Por su parte Andrés Manuel López Obrador, respondió “los ingleses están preocupados por el crecimiento del partido político MORENA en México y ello se observa en lo publicado por el periódico británico The Economist, donde señala que el cinismo engendrando por Enrique Peña Nieto me beneficiaría. Es inexplicable que estén inquietos los anglosajones de mi liderazgo ‘mesiánico’, como lo califica el diario extranjero, sí tienen a la empresa petrolera Shell que será beneficiada por la reforma energética y muchos de ellos son socios de dichos medios”.
Agregando “nosotros pensamos que en el 2018, sino es que antes vamos a lograr la transformación del país, lo quieran o no lo quieran la mafia del poder y esos grupos de intereses creados del país y del extranjero”.
El periodista Jorge Zepeda Patterson comenta que independientemente de a quién beneficie o no, “el país en el que viven Peña Nieto y los gobernantes no es exactamente el mismo en el que operan la mayoría de los mexicanos. Es cierto que la economía informal sólo genera el 25% del Producto Interno Bruto (PIB), pero ocupa al 60% de la población trabajadora. El problema no es que existan varios Méxicos. Después de todo, si no contáramos con esa enorme válvula de escape que es el autoempleo, el país que conocemos ya se habría desintegrado por la incapacidad del sistema para ofrecer alternativas a la mayoría de sus habitantes”.
Enfatizando “no hay sociedad capaz de sobrevivir si resulta inviable para el 60% de sus integrantes. Que se hagan viables a sí mismos en este universo paralelo termina siendo una bendición que conjura la pesadilla de la inestabilidad crónica, las revueltas o la desintegración. Viendo desde ese punto la crítica The Economist en efecto, hoy el problema no es la estabilidad, sino el hecho de que se pretenda gobernar como si no existiese”.
Asimismo asegura que “Peña Nieto y a su gabinete sólo hablan y gobiernan para esa punta del iceberg en el que vive la minoría. O quizá estoy siendo injusto y no se trate de un desdén deliberado sino de un simple reflejo de impotencia”.
González asegura que, “el hecho de que este país se encuentre hundido en la pobreza, inseguridad, desigualdad, violencia a derechos humanos, puntualmente ingobernable, no tiene porque beneficiar ni a uno, ni a otro político, afecta la imagen del presidente sí, pero eso poco importa, porque la tragedia humana vivida por México es en lo que nos estamos centrando. Si le va bien o no en la popularidad a Peña Nieto, nada interesa a los 43 padres de familia que han perdido a sus hijos, o a quienes buscan justicia por Tlatlaya. The Economist es el medio donde se emitió el comunicado o boletín, que los empresarios ingleses hacen a Peña Nieto, a ellos no les importa nada que no sea el terreno y las circunstancias ideales para explotar las riquezas mexicanas”.
“Peña Nieto fue un hombre políticamente desorientado y con aires de despotismo, desde su gobernatura en Estado de México, nunca debió sorprender que su ineptitud produjera estás problemáticas de gravedad y las que aún, lamentablemente, viviremos en los siguientes años de su mandato”, finaliza Verónica González.
Cabe mencionar que The Economist se suma a otros organismos, que ya habían criticado abiertamente la forma y modelo de gobierno de Enrique Peña Nieto. Daniel Wilkinson, director adjunto de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), emitió un documento en donde enfatiza, “México está atravesando la crisis de derechos humanos más grave en años, en la cual miembros de las fuerzas de seguridad participan en abusos terribles que rara vez son sancionados”.
Agregando, “el gobierno de Peña Nieto hasta el momento no ha enfrentado esta crisis con seriedad, y el Presidente Obama no ha estado dispuesto a llamar la atención al gobierno mexicano para que lo haga”.
Ayer la oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), emitió su posicionamiento, con respecto al pronunciamiento del Procurador General de la República (PGR), Murillo Karam, en donde da por cerrada la investigación de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero. En dicho documento la organización puntualiza, “WOLA considera que es prematuro y alarmante que las autoridades federales hayan dado por concluida la investigación sobre la desaparición forzada de los estudiantes normalistas. Mientras que el presidente Peña Nieto claramente quiere superar este caso, que ha herido gravemente tanto su popularidad interna como su credibilidad internacional, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el caso”.
Según Maureen Meyer, la Coordinadora Principal del Programa de México en WOLA, “declarar concluida la investigación sobre el caso Ayotzinapa, cuando aún quedan varios pendientes a resolver, sólo reforzará la percepción de que el gobierno no está comprometido con el Estado de Derecho.”
Finalmente el comunicado sentencia “el caso de los estudiantes desparecidos no es aislado, el Estado mexicano no ha podido dar respuestas contundentes a los miles de familias de víctimas de desapariciones forzadas y otras víctimas de violaciones graves a los derechos humanos en el país y tampoco ha investigado y sancionado a los agentes responsables, a cualquier nivel. México está atrapado en una crisis de derechos humanos de una magnitud que parece no entender el presidente Peña Nieto.”
“El semanario inglés hace una acusación directa a Peña Nieto, atribuyéndole la culpabilidad de hacer que López Obrador vaya ganando puntos de popularidad, es su editorial, es por ello que desde ese punto de vista no habría mayor conflicto ético, es el posicionamiento de su línea editorial, el problema está en que cínicamente argumenta que las actuaciones del actual mandatario están mal porque ayuda a un adversario y no por los índices de asesinatos, desapariciones forzadas, pobreza y corrupción, aún así dicen se apenan por México y afirman que ‘México no se merece a AMLO’, pareciera que el medio tiene una doble moral, que insulta la inteligencia de los mexicanos, porque usan nuestras tragedias humanas para atacar a un adversario, que lo sienten como propio”, declara Verónica González, especialista en sociología de la información.
El escritor Héctor Palacio describe en un artículo de opinión sobre el tema que “así como enlista The Economist elementos del mal gobierno de Peña (atribuyéndole en compensación una autoridad previa a la crisis que nunca tuvo correlación con una legitimidad social), evita considerar elementos cuantitativos o cualitativos sobre López Obrador (su tesón como opositor, su honestidad, su exitosa gestión como jefe de gobierno de la ciudad, los programas sociales impulsados en ese tiempo, las condiciones en que sus adversarios, Calderón y Peña, accedieron al poder, etc.) y se limita a descalificarlo siguiendo una fórmula muy conocida: la del populista mesiánico; es decir, la del peligro para México”.
Por su parte Andrés Manuel López Obrador, respondió “los ingleses están preocupados por el crecimiento del partido político MORENA en México y ello se observa en lo publicado por el periódico británico The Economist, donde señala que el cinismo engendrando por Enrique Peña Nieto me beneficiaría. Es inexplicable que estén inquietos los anglosajones de mi liderazgo ‘mesiánico’, como lo califica el diario extranjero, sí tienen a la empresa petrolera Shell que será beneficiada por la reforma energética y muchos de ellos son socios de dichos medios”.
Agregando “nosotros pensamos que en el 2018, sino es que antes vamos a lograr la transformación del país, lo quieran o no lo quieran la mafia del poder y esos grupos de intereses creados del país y del extranjero”.
El periodista Jorge Zepeda Patterson comenta que independientemente de a quién beneficie o no, “el país en el que viven Peña Nieto y los gobernantes no es exactamente el mismo en el que operan la mayoría de los mexicanos. Es cierto que la economía informal sólo genera el 25% del Producto Interno Bruto (PIB), pero ocupa al 60% de la población trabajadora. El problema no es que existan varios Méxicos. Después de todo, si no contáramos con esa enorme válvula de escape que es el autoempleo, el país que conocemos ya se habría desintegrado por la incapacidad del sistema para ofrecer alternativas a la mayoría de sus habitantes”.
Enfatizando “no hay sociedad capaz de sobrevivir si resulta inviable para el 60% de sus integrantes. Que se hagan viables a sí mismos en este universo paralelo termina siendo una bendición que conjura la pesadilla de la inestabilidad crónica, las revueltas o la desintegración. Viendo desde ese punto la crítica The Economist en efecto, hoy el problema no es la estabilidad, sino el hecho de que se pretenda gobernar como si no existiese”.
Asimismo asegura que “Peña Nieto y a su gabinete sólo hablan y gobiernan para esa punta del iceberg en el que vive la minoría. O quizá estoy siendo injusto y no se trate de un desdén deliberado sino de un simple reflejo de impotencia”.
González asegura que, “el hecho de que este país se encuentre hundido en la pobreza, inseguridad, desigualdad, violencia a derechos humanos, puntualmente ingobernable, no tiene porque beneficiar ni a uno, ni a otro político, afecta la imagen del presidente sí, pero eso poco importa, porque la tragedia humana vivida por México es en lo que nos estamos centrando. Si le va bien o no en la popularidad a Peña Nieto, nada interesa a los 43 padres de familia que han perdido a sus hijos, o a quienes buscan justicia por Tlatlaya. The Economist es el medio donde se emitió el comunicado o boletín, que los empresarios ingleses hacen a Peña Nieto, a ellos no les importa nada que no sea el terreno y las circunstancias ideales para explotar las riquezas mexicanas”.
“Peña Nieto fue un hombre políticamente desorientado y con aires de despotismo, desde su gobernatura en Estado de México, nunca debió sorprender que su ineptitud produjera estás problemáticas de gravedad y las que aún, lamentablemente, viviremos en los siguientes años de su mandato”, finaliza Verónica González.
Cabe mencionar que The Economist se suma a otros organismos, que ya habían criticado abiertamente la forma y modelo de gobierno de Enrique Peña Nieto. Daniel Wilkinson, director adjunto de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), emitió un documento en donde enfatiza, “México está atravesando la crisis de derechos humanos más grave en años, en la cual miembros de las fuerzas de seguridad participan en abusos terribles que rara vez son sancionados”.
Agregando, “el gobierno de Peña Nieto hasta el momento no ha enfrentado esta crisis con seriedad, y el Presidente Obama no ha estado dispuesto a llamar la atención al gobierno mexicano para que lo haga”.
Ayer la oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), emitió su posicionamiento, con respecto al pronunciamiento del Procurador General de la República (PGR), Murillo Karam, en donde da por cerrada la investigación de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero. En dicho documento la organización puntualiza, “WOLA considera que es prematuro y alarmante que las autoridades federales hayan dado por concluida la investigación sobre la desaparición forzada de los estudiantes normalistas. Mientras que el presidente Peña Nieto claramente quiere superar este caso, que ha herido gravemente tanto su popularidad interna como su credibilidad internacional, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el caso”.
Según Maureen Meyer, la Coordinadora Principal del Programa de México en WOLA, “declarar concluida la investigación sobre el caso Ayotzinapa, cuando aún quedan varios pendientes a resolver, sólo reforzará la percepción de que el gobierno no está comprometido con el Estado de Derecho.”
Finalmente el comunicado sentencia “el caso de los estudiantes desparecidos no es aislado, el Estado mexicano no ha podido dar respuestas contundentes a los miles de familias de víctimas de desapariciones forzadas y otras víctimas de violaciones graves a los derechos humanos en el país y tampoco ha investigado y sancionado a los agentes responsables, a cualquier nivel. México está atrapado en una crisis de derechos humanos de una magnitud que parece no entender el presidente Peña Nieto.”
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